Cómo se preparó la defensa contra los franceses(3ª parte) 21.- La Justicia de un Pueblo que llamado por el acometido dexe de acudir á las armas, de contribuir a la execución de las obras, ó de defenderse en los puntos señalados, pudiéndolo hacer, será también considerada y tratada como desleal; y lo mismo se executará con los Vecinos inobedientes. 22.- Quando un Pueblo no se ponga en defensa por la causa indicada en el artículo 20, sus vecinos procurarán abandonarlo, transportando á parte segura las armas y comestibles de todas clases: Y quando esto no sea practicable, tomarán el partido de ocultarlos para privar al enemigo de todo auxilio, haciendo por este motivo que la España entera sea para ellos un desierto en medio de su población y abundancia; y que las fatigas y peligros sean el único fruto de sus correrías. 23.- En las Ciudades grandes se emplearán por último recurso los medios de defensa que se proponen para los Pueblos; y no se omitirá medio alguno de quantos presenten la localidad, y la naturaleza de sus edificios, para escarmentar al enemigo antes de que llegue el caso de introducirse por las calles. 24.- En unas convendrá reparar obras de fortificaciones deterioradas; en otras importará sacar partido de algunos edificios proporcionados para servir de fortaleza, habilitándolos convenientemente para dicho objeto; y en varias será útil la construcción de nuevas obras, ya sea para aprovechar la ventaja de que presenta una altura, ya sea para impedir la entrada de los enemigos por la parte más débil. 25.- Aunque los medios particulares de defensa serán tantos quantas sean las Ciudades que se trate de fortificar, deberán observarse las máximas siguientes, adaptadas á las circunstancias actuales. 26.- Se empleará la menor artillería posible, por la escasez de municiones, y de sugetos capaces de manejarla con acierto. 27.- Se evitará en quanto sea dable el hacer uso de artillería de calibre superior al de doce, excepto en las Plazas que merecen con propiedad este nombre por sus fortificaciones actuales, para que en el caso de apoderarse el enemigo de una Ciudad, no encuentre en ella artillería con que batir en brecha á otras. 28.- Con el mismo objeto se evitará el emplear morteros; y se pondrán en práctica los medios conocidos y otros que ocurran, para dexar inutilizada la artillería que sea preciso abandonar. 29.- Se construirán obras de tepes, faginas, y otras provisionales, con preferencia á las de cal y canto, para minorar gastos. 30.- No se harán más obras que las precisas, en términos que puedan concluirse en poco tiempo y á poca costa. Continuará...
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