Villanueva de los Castillejos - Huelva

Poema titulado Juego de Niños de Don Ernesto Feria aldón, es muy largo y lo escribió mientras observaba jugando a sus hijos. Dice así:...

Es un sensible anochecer, muy viejo
del místico diciembre, extraviado,
la luz desierta de nosotros dentro.
detrás de una ventana
Contemplo a mis pequeñas
Que están jugando con los otros niños,
Gente de tres a cinco años,
y Pepe, el pobre tonto paralítico
-Bondad paralizada y nebulosa-
Comprendo entonces
Que no pertenecen a este mundo,
que están aún en la vereda sagrada
y que al reírse extraen de mi pecho
Una delicia antigua, casi extinta.
Siento que algo se para bruscamente
En la marcha forzosa de mis horas,
Que forman un remanso alucinante
Para mirar, mirar, hasta abatirse,
Frente a ese cuadro inofensivo y loco
De sus risas, /
mientras un perro, más allá, los mira
Con los ojos que tuvo en el paraíso.
Ahora se ponen todos en la acera
Desiguales, callados,
Porque pasa el rebaño de las cabras,
Y miran con los ojos incansables
La procesión cansina de las otras inocencias.
Y empiezan otra vez su algarabía
Qué actitudes, qué gestos tan remotos.
Tienen esa razón de la pureza
Legítima, que en el declive de la frente
Registra aún vagamente nuestra vida
Tienen guardados en sus cuerpos chicos,
Torpes, en sus trotes inseguros,
La ilógica aventura de los pájaros
Gozosos de su saltar sin tiempo.
En sus palabras incipientes, raras,
Los diálogos primeros, recreados,
El vivero armonioso que mantiene
Los gérmenes de Dios sobre la tierra.
Son la antorcha perenne de una causa
Que no comprendo bien, pero que invade
Y conturba mi senda confiada
Parece que son ellos con sus gritos
Los que hayan despertado
La bíblica figura de la noche
Y han hecho estos cristales tan eternos,
Marcando la frontera más extraña/
Entre una tristeza inmóvil
Y una alegría inquieta y sin orillas...

Todo ello en la ecantadora y extrechisima c/El Mudo donde yo tambien fui a la zapateria debajo de la casa de tu abuelo donde Fabi (padre de la forera Igob) nos encantaba a todos con su inteligencia, sus risas y sus diabluras. Por entonces por la calle no pasaban coches y los niños estaban seguro. Ahora con tanto coche se ha puesto mas estrecha y da miedo que los chiquillos jueguen por alli.
Visite a tu abuelo y observé la calle desde la ventana en que veia a tu madre Juana y tus tias, desde el "mirador" de tu abuelo.
Continua dandonos poemas de tu abuelo, son flores en este foro. Saludos.