Aquí donde los gritos se ahogan Sotiel coronada, aquí donde la voz no se oye. Ahí quedan solo palabras de un sentimiento pasajero, los demás se quedan como estaban, solos, gritando al aire, en las oscuridades de sus días. Aquí en Sotiel, las voces y los gritos son constantes y no son precisamente de aburrimiento, sino todo lo contrario, de olvido, de abandono, de indiferencia, donde hacen llorar de dolor Porque tú regresaras otra vez de donde viniste, allí donde la voz si se hace inhumana y es oída. Ven, yo te lo pido, y siéntate en tu jardín a pie del naranjo, pero que no sea como aquel día que solo fue de lectura, hazlo otra vez y párate a oír los gritos, las exclamaciones, los rezos y los conjuros de sus moradores, y será entonces cuando comprenderás porqué el naranjo se ha vuelto bicéfalo. ---unsotieleño--- |