Hasta Goldman Sachs reconoce que los hachazos del Gobierno español empeorarán el crecimiento económico
En un informe sobre las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, el analista de la entidad Andrew Benito subraya que ahora la clave para España será cómo combinar estas medidas “con un mayor ajuste fiscal en el medio plazo, las reformas estructurales y el crecimiento”.
La entidad prevé una contracción de la economía española en 2012 del 1,5%, lo que elevará el déficit para el próximo año también en el 1,5% del PIB y hará que las medidas fiscales adoptadas el viernes sirvan sólo para compensar este deterioro cíclico. “Dicho esto, las medidas relativas al gasto son permanentes más que cíclicas y esto ayudará a reorientar el patrón de demanda a medio plazo”, añade.
En esta línea, Benito incide en que estas medidas parecen positivas en términos de ajustes estructurales, pero advierte de que vienen en un momento “malo en términos de ciclo”. En su opinión, son una señal de que las políticas estructurales están dirigiendo la agenda política tanto a nivel nacional como en la eurozona, incluso aunque esto sea costoso para algunas economías en el momento más débil del ciclo.
Traducido al roman paladino, el analista reconoce que se le está administrando una dosis mortal al enfermo (la economía española), pero se declara contento porque la fiebre está bajando (se reduce el déficit del Estado).
La entidad explica que preveía que el déficit alcanzara en 2011 el 6,7% del PIB y asumía que el nuevo Gobierno pondría en marcha con rapidez medidas para compensar esa desviación de siete décimas respecto al objetivo previsto, para después enfocarse en ajustar el déficit estructural en línea con el programa de estabilidad del anterior Ejecutivo.
En su opinión, los ajustes acordados la pasada semana sugieren que el ajuste fiscal podría ir más allá de lo que la entidad asumía y, “lo que es más importante”, la agencia sigue creyendo que la nueva Administración se centrará en la práctica en ajustes estructurales.
Por último, reconoce que España sigue beneficiándose de que su ratio de deuda respecto al PIB está 20 puntos por debajo de la media de la eurozona para mantener la confianza de los mercados, aunque agrega que es necesario aclarar las implicaciones fiscales de los nuevos ajustes que se hagan en el sector financiero español.
