Encinasola - Huelva

Después de mucho tiempo he vuelto a leer tu escrito: "De los trenes perdidos" y los ojos se me han nublado de lágrimas.
Es verdad, que la nuestra fué una generación difícil. Éramos gente con un montón de ideas y de proyectos y todo nos lo iban abortando, cuando no por unas cosas por otras.
Todo lo que intentábamos hacer era malo, hasta la música parecía molestar a los demás; recuerdo: Mujer de magia negra...Santana... Los Beatles. Tambien conocí entonces Carmina Burana, que me marcó para siempre.Aquellas músicas que a los mayores les parecían estridentes.. si entraran ahora en una disco.
Tenias razón, hasta Mayo del 68... La imaginación al poder... que tambaleó europa, a nosotros apenas nos rozó. Comprendimos todo eso mucho tiempo después.

Afortunadamente un grupo nos refugiamos en el teatro de Lorca y en su poesía y conseguimos evadirnos de tantas prohibiciones...aunque una noche que recitábamos a Lorca y a Hernández (guitarra incluída) nos disolvieron porque éramos una reunión clandestina con fines políticos, ¡nosotros!que no sabíamos exactamente que contenido tenía esa palabra..me refiero a política. En nuestro interior sí sabíamos lo que queríamos...realizar nuestros sueños.

Analizo todo esto y lo comparo con los jóvenes de ahora y pienso:¡Si lo tienen todo!... ¿porqué no lo aprovechan? Todos los dias escuchando lo mismo: violencia en las aulas...¿qué está pasando?.
Discúlpame Oriundo, puede que esta tarde también yo haya perdido la olla. Un abrazo.

Cuánta nostalgia en tus palabras.Esto es el "progreso" lo que los papás y las mámás y la enseñanza y la sociedad les/nos han dado. No pretendas cambiar el país ni arreglar el mundo. Esto es lo que hay. Una verdadera pena pero...Carpe Diem compañera..de la mejor forma que puedas con los tuyos y con el mundo.