¿Y tú de quién eres? Publicado en prensa por M. C. el 06/04/2011. La posibilidad de un cisma en el PSOE entre partidarios de Chaves y Griñán amenaza la estabilidad del partido En todo partido político, la primera cuestión tras una crisis reside en qué parte del partido controla cada sector enfrentado. En el caso del PSOE andaluz, la definición del sector de la militancia controlado por Manuel Chaves y Luis Pizarro, autoridades orgánicas indiscutibles durante dos décadas, encierra las claves del futuro inmediato del partido. En principio, en un conflicto abierto la «vieja guardia» dominaría gran parte de Cádiz, Jaén y Almería. La provincia gaditana, detonante de la destitución de Pizarro tras «operación clandestina» de Jerez, es el territorio más conflictivo, ya que su secretario provincial, Francisco González Cabaña, está abiertamente enfrentado con Griñán. Cabaña controla el 80 por ciento de la militancia de la provincia, aunque el veinte por ciento restante no está articulado como corriente. Así, la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez —en una delicada situación política—, es la única dirigente local vinculada con Griñán. La segunda provincia en la que Pizarro mantiene una amplia ascendencia es Almería. La alabanza almeriense que la ejecutiva provincial dedicó el lunes al político gaditano se dirige contra José Antonio Griñán, en lo que parece una crítica táctica contra la actual dirección regional. El hombre de Pizarro en Almería es el ex entonces consejero de Ciencia e Innovación Martín Soler, apartado de la Consejería por Griñán, pero quien mantiene su condición de referente de un sector del socialismo almeriense. En Jaén, Zarrías es quien, según los analistas, marca aún la estrategia en la provincia del partido del que es presidente, cargo alcanzado en el congreso en el que presentó su dimisión como secretario general. La elección sorprendió al propio Griñán, si bien el encastillamiento no tenía como objetivo echar un pulso al presidente, sino, fundamentalmente, marcar el terreno para evitar que la consejera de Presidencia, María del Mar Moreno, y la alcaldesa, Carmen Peñalver, se hicieran con el control del partido. Zarrías, no alineado Gaspar Zarrías es el número dos de Chaves, pero no ha descubierto todavía sus cartas. En la pugna entre Griñán y Chaves el PSOE de Jaén juega a la confusión. Aunque añora los buenos tiempos no se ha decantado abiertamente por el actual ministro de Política territorial. Consciente de que quien pasa desapercibido en una bronca suele llegar a casa sin magulladuras, la dirección mantiene una actitud prudente, acorde no sólo con la astucia del secretario de Estado sino también con el carácter de su secretario general, Francisco Reyes, un hombre de Zarrias que prefiere dejar los titulares a su maestro, amigo y mentor. Más allá de estas tres provincias, Griñán no debe tener problemas para mantener la militancia. En Sevilla, José Antonio Viera permanece fiel al secretario general, aunque su estatus está amenazado por el sumario de los ERE, ya que fue consejero de Empleo en la época investigada. No obstante, el control de Sevilla está garantizado por mediación de Susana Díaz, actual secretaria de Organización. En Granada, la actual secretaria provincial del PSOE en Granada, Teresa Jiménez, forma parte del grupo de consejeros a las que Pizarro hizo la vida imposible. En su año escaso al frente de Educación, más de una vez tuvo que enfrentarse a las zancadillas del que era entonces todopoderoso hombre de Chaves al frente del partido. El PSOE de Granada está hoy con Griñán si bien el referente y aval máximo de Jiménez en el PSOE ha sido siempre Gaspar Zarrías. Así, las direcciones local y provincial del partido están distanciadas por la forma en que Cuenca está llevando su precampaña, de un bajísimo perfil. Tras las municipales, puede haber dirigentes interesados en pasar factura por los resultados que se avecinan en la capital. El secretario provincial del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, se apresuró ayer a mostrar desde Marbella su respaldo a Griñán. No es para menos. El debilitamiento del líder de los socialistas andaluces deja en el alambre a una dirección malagueña que ha fiado toda su suerte a la de Griñán. Con escasa o nula sintonía con Chaves, Heredia fue uno de los más activos en demandar el congreso que auparía a Griñán a la secretaría general socialista. A cambio, logró colocar a su hombre fuerte, Francisco Conejo, en la Ejecutiva regional como secretario de Comunicación. Ahora, las malas expectativas electorales para el 22-M y la crítica situación de José Antonio Griñán pueden significar la puntilla para un equipo, el de Heredia, al que muchos esperan ya con los cuchillos afilados. Sobre todo si se pierde, como puede ocurrir, la Diputación provincial y la apuesta por María Gámez en la capital resulta un fracaso. En Huelva y Córdoba el presidente Griñán no tiene problema alguno. En Huelva, el partido está controlado por Mario Jiménez, uno de los principales apoyos de Griñán. En Córdoba, provincia por la que es diputado, Juan Pablo Durán le guarda fidelidad. El último párrafo confirma uno de los motivos que expuse del por qué de la visita del Sr. Griñán al colegio de nuestro pueblo. Por cierto, ¿alguien sabe si han llegado los libros que públicamente prometió para la biblioteca de nuestro colegio? |