Cartaya - Huelva

EL FARISEISMO NACIONAL



PEDRO G. CUARTANGO
El otro día leí que un importante bufete de asesoría fiscal había sido imputado por no pagar sus impuestos. La noticia me pareció muy aleccionadora sobre lo que está sucediendo en este país en el que las instituciones y los individuos hacen lo contrario de lo que dicen.
El cura que predica la castidad tiene amantes, el gestor que aboga por la austeridad salarial gana tres millones de euros al año, el político que se presenta como azote de la corrupción acepta sobornos, las entidades de crédito no prestan ni un solo duro, los artistas que critican al poder viven de las subvenciones, los sindicalistas que defienden el valor del trabajo son profesionales del absentismo y la derecha empieza a gobernar como si fuera de izquierdas después de que la izquierda haya gobernado como si fuera de derechas.
Esta confusión de papeles no se produce por casualidad. Es la consecuencia de la profunda desvertebración moral de la sociedad española, en la que llevamos décadas de telebasura, exaltación de la especulación y desprecio al esfuerzo. Los medios de comunicación nos presentan como modelo los idola tribu de los que hablaba Francis Bacon, que entontecen todavía más a los aturdidos espectadores.
En realidad, todos somos espectadores en una cultura del simulacro donde incluso la verdad es un momento dialéctico de la mentira, como escribía mi admirado Débord. Fingimos que tenemos derechos, que existe la libertad de expresión, que podemos elegir a nuestros gobernantes, que la Justicia es igual para todos, pero todos sabemos que esos enunciados son principios platónicos que se parecen muy poco a lo que podemos observar empíricamente cada día.
No basta enfatizar que todos los ciudadanos tienen derecho al trabajo cuando hay 5,4 millones de parados, que los tribunales son justos cuando se indulta a los banqueros o que los impuestos se pagan equitativamente cuando los grandes patrimonios se refugian en paraísos fiscales. Para cambiar las cosas, habría que empezar por desmontar estas mentiras colectivas que se han asentado en el lenguaje y que se han trasladado a las representaciones colectivas.
No es la crisis la que ha provocado el fariseísmo de la sociedad española sino al revés: el fariseísmo ha provocado la crisis. Nos hemos estado engañando durante tantos años, tantas décadas, que ahora la realidad nos parece inasumible y preferimos seguir instalados en el sueño de que todos volveremos a poder consumir como antes.
Estamos en el momento de una gran encrucijada. Habrá que hacer importantes sacrificios y repartirlos equitativamente si el Gobierno de Rajoy es capaz de asumir este reto. Pero ello servirá de muy poco si la sociedad española no cambia su escala de valores, si no se termina con la impunidad de los poderosos y no paga quien se ha lucrado por arruinarnos a todos. Lo que España necesita es ejemplaridad, empezando por los que nos gobiernan y acabando por el último mono.

Bueno, mas que responder al mensage, quiero felicitar al que es capaz de escribir de una manera tan clara,al menos para mí y decir que estoy total y absolutamente de acuerdo en lo que expresas pues nadie puede decir que escribes con ideologia de derechas ni de izquierdas si no con la gran realidad de lo que esta pasando chapó por escribir lo que yo pienso pero que no tengo pluma para expresarlo,gracias

Pues mal vamos (de cu..o, cuesta abajo, y sin frenos) si quienes deben dar ejemplo no lo dan, "empezando por los que nos gobiernan y acabando por el último mono".
Mal puede funcionar un modelo de sociedad en la que sus ciudadanos no se rijan por una escala de valores que deben inculcarse en ellos por la familia primero, siguiendo después por el colegio, la calle, el trabajo, etc.

El árbol que no se endereza cuando está pequeño, crecerá torcido.

Algo ha llovido desde que yo iba al colegio (algunos años atrás) en los que se enseñaba a hablarle a las personas mayores y desconocidos de usted, a bajarte de la acera cuando te encontraras de frente con un señora con carrito de niño pequeño, a saltar de un asiento para cederlo a una señora o persona mayor, o discapacitado/a, o a saludar cuando te cruzabas con alguien.
En un debate en cierta ocasión con mi hijo, en edad de instituto, trataba de hacerle ver que es una forma de respeto que los alumnos le hablaran al profesor de usted, pues en una relación alumno -profesor , este último es la autoridad responsable de su enseñanza y educación del otro, o sea está más alto en la escala de valores,y por tanto se merece un respeto en el tratamiento, pero nada, que no había manera, me hizo coger un sofocón de mil demonios y no había quien le hiciera entrar en razón, ¿o era yo el que no entraba en razon?,su argumento era que nadie le daba ese tratamiento al profesor, y que quien lo hiciera seria el hazmerreir de la clase, el profesor era uno más entre todos ellos.
De eso se ha encargado los gobernantes, de quitarle la autoridad a los maestros y a los padres (los emisores/educadores) poniéndolos al nivel de los niños (los receptores de educación).
Así si alguien ha tenido la mala suerte de que le salga un golfillo, caso de que se merezca una bofetada bien merecida, debe tener cuidado, pues seguramente no se librará de que el niño le suelte eso de: ¡a que te denuncio!
Por suerte, por si alguien lo interpreta mal, ese no es mi caso, pero no me dirán que les pilla de sorpresa.
En fin que :
Si a quienes elegimos para gobernarnos nos roban y nos mienten, si quienes tienen que impartir justicia no la imparten o la que imparten resulta ser un disparate o son juzgados ellos mismos por delitos cometidos, si quienes roban o expolian el dinero de los contribuyentes no van a la cárcel, el que acaba en la cárcel sale a los cuatro días, y en cualquier caso nunca se devuelve el dinero robado y encima se forra yendo por las televisiones contando sus batallitas, si quienes matan a una chiquilla o encubre el delito tiene menos condena que un pastor que corta una mata de manzanilla en el campo, o que una joven estudiante de piano por tocarlo "armando ruido", si los programas de máxima audiencia de este país son los que salen personajes contando sus trapos sucios, tipo belenes esteban, kikos riveras y matamoros y demás fauna ibérica, ¿qué quieren ustedes que les diga? ¿qué se puede pensae?

¡MAL VAMOS! ¡PERO QUE MUY MAAAAL!

Para no ir más lejos, fíjense en nuestro nuevo y flamante Presidente del Gobierno, el que no iba a subir los impuestos, porque hacerlo sería crear más paro y recesión, ¡venga a criticar a los anteriores por subir impuestos! ¡Venga a decir que los bajaría si entra a gobernar!, que si patatín que si patatán, la bolita por aquí, la bolita por allá.
¡EA! Pues como ya soy presidente, a tomar por saco todo lo que dije antes
¡¡A SUBIR LOS IMPUESTOS!! ¡¡A SACARLE DINERO AL PUEBLO!!

¡Las manos arribaaaa! ¡Cintura solaaaa! ¡Da media vueltaaa! ¡Saca tus durooosss!
¡No te canses ahoraaaa! ¡Esto sólo empiezaaa! ¡Mueve la cabezaaa! ¡Saca tus duroooooosss!

¡Spain is different!

Me alegro que opinéis lo mismo que yo.
El autor del artículo, Pedro G. Cuartango, es bastante claro y creo que expresa lo que una "mayoría" de ciudadanos pensamos al respecto.
Cuando leí el articulo lo primero que pensé es que tenia que subirlo al foro, pues lo veía muy interesante, al igual que ya hice con otros.
En nuestro país poco a poco se ha ido cercenando la escala de valores que hacen que en una sociedad se pueda vivir en paz y libertad. ¿ Donde encontramos hoy la Honradez, la Honestidad, el Respeto, la Educación,...?
Tenemos que reencontrarnos de nuevo con estos valores, la educación en el seno de la familia es muy importante, también lo es la escuela, pero tan importante como lo anterior es la ejemplaridad de los que nos gobiernan a cualquier nivel y la de los personajes públicos y mediáticos.
Recuerdo ahora la época de la cultura del pelotazo, donde se decía: ESPAÑA ES EL ÚNICO PAÍS DONDE UNO SE HACE RICO EN DOS MESES. Evidentemente ese no era el camino. El camino es el esfuerzo y valorar lo que cuesta llegar a conseguir las metas que nos proponemos.

Saludos y que los reyes sean generosos.