El nazi perfecto Su labor principal consistió en mantener el orden entre la población de los países ocupados, tarea que llevó a cabo con tal implacabilidad que en 1941 fue nombrado “protector del Reich” en Bohemia y Moravia. Ejecutó a trescientos ciudadanos checos en cinco semanas, y cometió acciones similares en Noruega, Holanda y Francia, por lo que se ganó el apodo de “el carnicero”. Ciertamente, era todo lo contrario del proverbial hombre con “corazón de oro” que se distingue por ser compasivo, paciente, humanitario y comprensivo. El mismo Hitler lo llamó “el hombre del corazón de hierro”, pero más como un elogio a su demencial frialdad y desprecio a la vida humana que como una alusión a la indiferencia de este sanguinario carnicero hacia la dignidad de los vencidos. Aunque Reinhard Heydrich era muy calculador y desconfiado, además de eficiente y carente de escrúpulos al cual nada parecía escapársele de las manos (para muchos era el Nazi perfecto), la emboscada en la que murió llevada a cabo bajo el nombre código Operación Antropoide fue posible porque Heydrich se trasladaba de un lugar a otro sin una escolta mínima de protección creyendo que nadie tendría las agallas para intentar algo en su contra. |