Cala - Huelva

Sólamente un nazi o un perturbado, o las dos cosas a la vez, puede pedir públicamente que habría que “desposeer a los padres comunistas de la tutela de sus hijos”. Pues el personaje existe, se trata, nada menos, que del Portavoz del PP en Ayuntamiento de Leganés, Jesús Gómez Ruiz. Por lo visto apuntó esa idea, mas propia del Dr. Goebbels o del “bonachón” Hermann Göring, en un artículo publicado en la revista “La Ilustración liberal” – título que encierra una contradicción en los términos- dirigida por el excomunista Federico Jiménez Losantos. Ya no se trata de acudir a nuestra Constitución para considerar tal ¿idea? propia de un desconocedor neto del texto fundamental. Se trata de que lo tengamos entre nosotros, que representa a un Ayuntamiento tan respetable, digno y democrático como Leganés y a sus ciudadanos.

Querida Esperanza. La responsabilidad es tuya. ¿Qué vas a hacer? Creo que un elemental compromiso con la democracia te obliga a adoptar decisiones inmediatas. La dignidad de un partido político, de sus miembros, lo exige. Se puede ser anticomunista militante y activa. Pero no se puede poner en cuestión las bases de la convivencia democrática y el respeto que todos nos debemos. He militado veinte años de mi vida en el PCE. Estoy orgulloso de todo lo que hicimos. En cierto sentido sigue siendo “mi” partido, hoy destrozado. ¿Crees que podemos soportar a un concejal botarate que defienda una especie de limpieza étnica e ideológica de los “rojos”.

Te pido por el bien de nuestro país que ceses de inmediato al concejal Gómez Ruiz, que lo expulses de ese extraño Partido. Ahora comprendo en toda su amplitud, implicaciones, matices e ironías, las declaraciones del Señor Cobo en relación con una “Gestapito” que existiría en el seno del PP. Con personajes como éste, solamente faltarían las antorchas para desfilar por las noches, quemar las obras de Marx, Lenin o Rosa Luxemburgo en la Puerta del Sol y construir en los alrededores de Madrid, previa sabrosa recalificación, una especie de Nüremberg para oír sus discursos.