El viaje de regreso Bueno pues se acabó, llega el invierno y los abuelos y el nieto regresan al lugar donde viven. Ha sido un placer contar esta historia. EL VIAJE DE REGRESO El avión comenzó a elevarse hacia el cielo de Sevilla, abajo empequeñeciéndose a la vista quedaba el aeropuerto y junto, la ciudad, con su Giralda sobresaliendo y el gran rio rodeándola. Aroche y su sierra habían quedado ya lejos, pronto abandonarían Andalucia rumbo a la ciudad en que vivían. Junto a la ventanilla, iba el niño, al lado sus abuelos, en sus maletas de recuerdos todas las vivencias vividas en Aroche y los lugares que habían visitado. La sierra, la Gruta de las Maravillas, Alájar, la Peña de Arias Montano, la Reina de los Ángeles, Galaroza, Almonaster, etc, los castillos, las riberas, Sevilla, Córdoba, las minas, El Roció, Doñana, Huelva y todas las playas, parte del Algarve y del Alentejo portugués, en todo y cada uno de los sitios visitados, el niño no solo llevaba a la mente el paisaje y monumentos si no que de todos el abuelo contaba una historia o una leyenda al igual que de cada rincón del pueblo arucitano. Le había contado historias de contrabandistas, de fantasmas, de seres mitológicos, de bandoleros, en cada lugar el abuelo sobre la marcha le contaba alguna narración, así el niño siempre lo recordaría mejor. Ahora volvían a casa, a la rutina, tal vez el año próximo volverían a esa sierra tan maravillosa llena de castaños, olivos, encinas, alcornoques, jaras, romero, tomillo, etc, etc, donde vuelan cigüeñas junto a buitres, águilas y un sin fín de pájaros, donde corren por los montes el jabalí, el ciervo, el gato montés e incluso el lince, donde se crían los cerdos que dan el mejor jamón del mundo, donde iglesias y castillos guardan su historia. Pueblos blancos, cielo azul, sierra verde en primavera, con colores ocres en otoño, preñada de olores a plantas aromáticas, sabor a dulces caseros, a miel de abeja, aceite virgen, aguardiente, a chacina, a setas, a guisos, potajes, pucheros, a quesá fresca. Todo eso lo llevaban en su imaginaria alforja y todos los días allá lejos irían a esa alforja y la abrirían un ratito para llenarse de esta tierra. Saludos para todos y como siempre ¡¡¡¡VIVA LA SIERRA DE AROCHE Y EL ANDEVALO MINERO!!!! JASPER |