Despues de Otura siglo XIX otra entrega de Arlequin Colorao EPISODIOS “POPULARES” (LAS FIESTAS) Pues si; llegan las fiestas patronales del municipio y, otro año más, serán motivo de júbilo para unos y total indiferencia para muchos. Digo indiferencia porque, como hace algunos años, solo las disfrutan quienes más pueden y más tienen, especialmente “nuestro” equipo de gobierno y sus palmeros. Yo hace tiempo que deje de disfrutarlas debido a la falta de empleo y, por consiguiente, a la falta de recursos para la diversión personal. Otros no tienen ese problema. Los afines al poder político del pueblo aprovecharán para su lucimiento particular, como siempre. Los hay de todos los colores: El alcalde y su cohorte se “jartarán” de beber y comer a costa de los impuestos ciudadanos, por supuesto, en la verbena que puntualmente monta su “amigo” y con las invitaciones que “generosamente” les proporciona; todos los años nos cuesta a los ciudadanos un ojo de la cara. Aparecerán “voluntarios” que organicen las distintas actividades (curiosamente siempre son los mismos) con el enterrador del pueblo a la cabeza, oh, perdón!, quería decir escritor, o poeta, por aquello de su relación con la pluma facilona e infantil con que nos “alegra” el libro de las fiestas cada año. A ver si encuentra los 20.000 euros “perdidos” por la Hermandad hace unos meses….¿? Lucirán trajes impecables los de protección civil, encabezados por un personaje que, al fin, ha encontrado su sitio después de su paso anodino por distintos grupos políticos del pueblo. El constructor oficial del ayuntamiento se pavoneará por la plaza y se hará las fotos de rigor con alcalde, concejalas y todo aquél que sea susceptible de arrimarle un buen contrato. La oronda “paracaidista popular” que, cansada de la escoba callejera y del mando que se le ha confiado, también se “jartará” a más no poder de su cachito de pastel en lo que a fiesta y buen yantar se refiere. El chico para todo o “vendeburras” oficial, se encargará de tener conexión directa entre el equipo de gobierno y todos sus leales, bueno, entre “cubata” y “cubata” claro, que para eso le dan invitaciones “gratis”. Se gastarán un pastizal en la clásica cena de mayores, ese mismo pastizal que no tenemos y para esa cena de mayores en la que tienen cabida muchos caraduras que no han cumplido aún los 65 años. Lo dicho, fiestas para unos cuantos y paro y miseria para unos muchos. Hasta algún que otro empleado del ayuntamiento no podrá disfrutar del despiporre ya que no le habrán abonado su legítimo salario. Ya se sabe “la fiesta es lo primero”. Señor alcalde: “Un chavico, por caridad” y si no me lo da, por lo menos no lo malgaste que somos pobres. ¡FELICES FIESTAS A TODOS! |