Villa de Otura - Granada

EPISODIOS “POPULARES” (EL PODER)

El Poder en sí, es algo intangible que muchos quieren, pocos tienen y menos aún saben gestionar con honradez. El Poder por sí solo no es nada. Es un monstruo que los vecinos nos encargamos en alimentar, aunque sea de la forma más rastrera posible. Consigue que muchos tengan que apretar el culo para conservar su trabajo, otros se tengan que pasear por bragueta ajena para conseguir el suyo y, en general los vecinos estén enfrentados unos con otros. Siempre necesita de un capitán que dirija o gestione el asunto, un capitán de barco afectado por el iceberg del despilfarro y la pretensión de una “buena gestión” que sólo ha beneficiado a la muchedumbre “popular” hasta secar por completo la teta de la vaca o la teta de Otura entera para vergüenza eterna de aquellos incautos que confiaron algún día en promesas vanas. Dueño de la caja rota, rota y destartalada, con más facturas impagadas que telarañas. ¿Dónde irás después? ¿Qué caja ayudarás a aliviar de la araña peligrosa que teje el caudal público?
Hasta el segundo de a bordo se permite la indecencia del pavoneo público después de haber sido condenado por su intransigencia política por apalear al que no piensa igual.
Hombres y mujeres presuntuosos en su pequeño Reino de Taifas, pues la vanidad del gobernante le hace rodearse de secretaria para que haga “su” trabajo, de periodista para mayor gloria personal, de guardaespaldas para guardar su vergüenza, de animadores varios para engrandecer su ego, de colaboradoras varias que levanten la mano cuando el que manda así lo exige o que callen cuando se les ordena. El Poder se rodea, de hecho respira, gracias a ellas, claro que por el módico precio de un sueldo inmerecido..
Cuando al poder público, borracho de gloria y de descaro, le lame la cara y le mea encima el perro de su desvergüenza, nos preguntamos todos cómo ha llegado a ese punto. En cierto modo todos somos responsables por permitir y, en algunos casos, jalear y aplaudir su vanidad, su nepotismo y su falta de principios morales. Hasta los rincones del Ayuntamiento huelen peor que los contenedores de basura que salpican las calles.
La Justicia tendrá que ser justa porque el Poder tendrá que responder ante ella, pero esa misma justicia tendrá que responder ante todo un pueblo que le exigirá la reparación del daño causado y el castigo justo.
Cuando se convierte el Ayuntamiento en un palacio particular, hay que tener cuidado que no sea de paja, pues a la mínima tempestad todo se lo lleva el viento y nada queda, salvo un montón de facturas impagadas.
En definitiva, el Poder no es ni bueno ni malo pero siempre tienta al mal político y lo lleva hacia la CORRUPCIÓN.

El señor alcalde de otura y todos esos que le rodean y viven a costa de Otura deben seguir en la misma politica e incluso mas hasta el hundimiento y destrucción total de Otura si es necesario. Los habitantes de Otura lo pusieron de Alcalde a sabiendas de lo que era y lo que iba a hacer sin ninguna excepcion. Por lo tanto Otura y los otureños deben pagar las consecuencias por dolorosas que sean. Si esta legislatura no es suficiente debe volver a ser elegido para terminar su trabajo y si él no se presenta debe ser alcalde por mayoria absoluta el otro. El trabajo no está terminado y hay que hacerlo.
Si los trabajadores del ayuntamiento deben tragar y pasar algunos por conductas de dudosa legalidad y moralidad tambien es de justicia ya que en en sus manos está lel fin del infierno y no las abren así que tambien deben tener otra legislatura mas como poco esta penitencia.
Otura debe tener lo que ha elegido y merece que llegue el llanto y el crujir de dientes. Pero despacio, poco a poco, lentamente para mayor y mejor escarmiento.