Murtas - Granada

En la sociedad hay gran cantidad de hombres y mujeres honrados, pero no sinceros, y estas personas "honradas" son las que generalmente copan los puestos relevantes de la misma.

El escritor francés Jacques Rivière dice que "el hombre honrado modela su personalidad con las exigencias de la vida social, sobre las costumbres reinantes, mientras que el hombre sincero es el que, descuidando dichas exigencias, se esfuerza por vivir según sus tendencias personales, más auténticas. El hombre honrado es el que sólo quiere tener pensamientos permitidos; el hombre sincero es el que tiene el valor de tener todos los pensamientos. El hombre honrado no es un hombre libre: está determinado por los usos del lugar donde vive, del que está impregnado por su infancia, poniéndole inconscientemente desde sus primeros años una máscara de buena conducta y más de respetabilidad. Le es necesario dar de sí mismo una imagen constante, sencilla, en términos cualitativos defectuosos, haciendo resultar sus cualidades y reprovando sus defectos, que se esfuerza por borrar."

Conocer a las personas es inteligente, pero el que se conoce a sí mismo es un sabio (Lao Tse)

de lo bueno se aprende

Nuestro mejor profesor es aquel que nos hace daño, el q nos muestra la cruda realidad y nos abre los ojos con sus sucias garras; todo aquel que nos hace daño, nos ayuda inexorablemente a que el siguiente no haga tanta mella en nosotros, por lo cual hemos de quedarnos con lo "bueno" de lo "malo", y agradecer a aquellos que tratan de perjudicarnos, eso que nos aportan...