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Omar Charah: "Los musulmanes de Cataluña se ríen del señor Anglada"

El presidente de la asociación Atlas-Mogreb, Omar Charah, analiza en la entrevista a AD el estado actual de la comunidad musulmana en Cataluña, denuncia el desinterés de los políticos de aquella comunidad por atajar lo que considera "el problema creciente del salafismo" y pasa revista a algunas de las formaciones que comparecen a las elecciones autonómicas del próximo noviembre.

-¿Es tan fiero el salafismo como lo pintan?

Es peor aún. El salafismo representa la visión más transgresora y manipulada del islam. En su nombre se perpetra la mayoría de los atentados terroristas que llevan la firma islámica. Su presencia en Cataluña es contraria a nuestro ordenamiento legal y al sentido común. El salafismo es un problema creciente que, si se incrusta en todos los ángulos de la sociedad catalana, pondrá en serio peligro la estabilidad social, política y económica de la región. Si no se le vence ahora, será casi imposible hacerlo cuando estén organizados y cuenten con decenas de miles adeptos.

-¿Están concienciados los políticos catalanes acerca de esa lacra?

Por desgracia, no. Los políticos catalanes sufren eso que se viene en llamar la sujeción a lo políticamente correcto. En su obsesión por parecer más tolerantes y menos excluyentes cada día, confunden salafismo con islam. Yo soy musulmán y no tengo ningún problema en alertar del peligro salafista. ¿Eso me convierte en antiislámico? Los políticos catalanes no sólo no hacen nada para arrinconar a los salafistas sino que los prefieren a ellos antes que a los representantes del sector moderado de la comunidad musulmana.

-¿Sigue pensando que el problema salafista en Lérida se solucionaría con la construcción de más mezquitas?

Evidentemente. Al existir una mezquita y ser ellos los que predican en ella, les estamos dando en bandeja el control de los musulmanes. Hacen falta centros oratorios que representen a todas las sensibilidades que existen dentro del islam. Sólo así estaremos quitando influencia a los salafistas y alejando a los jóvenes de sus mezquitas.

-¿Se siente amenazado personalmente?

Cada día más. Desde que empecé a denunciar a los radicales en AD, la vida para mi familia y para mí se ha convertido en un infierno. Las amenazas han sido tantas estos meses que hasta me he planteado la posibilidad de abandonar Cataluña. Claro que si personas como yo tiramos la toalla, se romperían los muros de contención que mantienen bajo control al islamismo radical...por el momento.

-¿Cómo está viendo la pre-campaña catalana?

Muy pobre en contenido y con muy pocas propuestas que interesen a los ciudadanos. Por desgracia, los políticos catalanes no son una excepción a la hora de primar el insulto y la descalificación personal sobre los programas y las posibles soluciones a los graves problemas sociales, económicos e infraestructurales que tenemos en Cataluña.

-¿Teme la comunidad musulmana el 'efecto Anglada'?

Del 'efecto Anglada' ya no queda nada, si acaso el 'efecto azucarillo'. Mire, quiero hacer dos aclaraciones sobre el tema. En contra de lo que se piensa en algunos sectores, el conocimiento que tiene la comunidad musulmana sobre este señor no supera el 13 por ciento. La inmensa mayoría de los musulmanes catalanes no escuchó hablar nunca del señor Anglada ni de su partido. Y le aseguro que, entre los que sí le conocen, el 'efecto Anglada' del que hablaba usted causa más risa que inquietud. Los musulmanes que lo conocen se ríen del señor Anglada y no lo consideran un problema ni un peligro. Pocos se lo toman en serio. Lo consideramos un chisgarabís sin criterio propio, que un día defiende un discurso y al día siguiente, otro. A los musulmanes de Cataluña, en cambio, les preocupa el PP, que es el partido bien organizado, con una extraordinaria estructura política y técnica, que puede provocar un cambio normativo drástico, aquí y en Madrid, que ponga fin a los logros sociales y legales obtenidos. Nos preocupa el PP, no el señor Anglada ni aún menos su pintoresco partido.

-¿Y temen al PxCat de Mateu Figuerola?

Tampoco, pero por otra razón. El PxCat, a cuyos líderes leridanos conozco perfectamente, es un partido de reciente creación que aún no cuenta con una infraestructura humana que lo convierta en alternativa. ¡Pero ojo con este partido, que es con diferencia y pese a su juventud, el que está lanzando las propuestas antimusulmanas de mayor calado político! Me consta que tiene muy buenos cuadros, excelentes contactos internacionales y que se mueven muy bien en determinados ámbitos, incluso relacionados con los Mossos. Habrá que estar muy atento a lo que crezca en el futuro, ya que por el momento su presencia en Cataluña no es lo suficientemente fuerte como para que debamos preocuparnos.

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