Villaescusa de Haro - Cuenca

LOS FANTASMAS DEL CONVENTO

El sol abrasador del mediodía ha caído, alejándose, cual fuego incandescente, tras las loberas del pueblo. El atardecer saluda con el fresquito de la inminente oscuridad. Se acerca el momento. Ya están todos preparados, empujándose impacientes por ser los primeros en asomarse. No es la hora. No ha sonado el aviso...

Bajo por el camino que acaba en el paseo de los chopos. El frescor de la tarde-noche acaricia mis brazos desnudos invitándome a colocar una rebequilla por los hombros. No me quiero perder la función. Mis pasos son lentos. Es pronto para la visita de los turistas y el camino está vacío. Es el momento ideal, si perciben algún ruido, no se atreverán a salir.

Los chopos, mecidos por el viento, comienzan a emitir un sonido similar a las olas marinas. Es la llamada. Como por arte de magia, un ejército de luces chispeantes se dirigen en bandada a las ramas de los chopos convirtiéndolos en árboles de navidad. El concierto está servido. El susurro de los árboles, unido al sonido metálico , apenas perceptible de los minúsculos puntos de luz, forman un momento único y mágico, que sólo pueden captar aquellos que abren sus ojos a la magia de vida que guardan en sus entrañas los muros desvencijados del convento de los dominicos.

Me siento despacio, para que no me oigan. No quiero estropear el momento. Abro enormemente mis ojos y demás sentidos para percibir con mayor claridad el plan de hoy de aquellas inquietas partículas de luz que , como niñas traviesas, planifican su plan de actuación, entre risas y bromas, siempre mecidas por el contoneo rítmico de los chopos del paseo.

- Yo voy a ver a la Luisa. Se ha ido su hijo a la mili y está un poco triste.
- Yo me pasearé por la zona de la fuente. Allá, donde el resuello me indique un mal dormir, me acerco.
- Hoy se ha caído el hermano Manuel y se ha hecho daño en el tobillo. Me encargaré de ponerle una salmuera para que mañana pueda valerse.
- Pues yo acompañaré a la María, desde que murió su marido se ha quedado muy sola y no se duerme hasta altas horas de la madrugada...
- Yo seguiré acompañando en su desvelo al hermano Lorenzo. Su cosecha ardió en la era... Ha pasado un invierno muy duro... intentaré infundirle sosiego y esperanzas para la próxima ...

Las pequeñas lucecillas continúan su conversación entre risas y movimientos continuados entre las hojas ondulantes de los árboles a pesar de la trascendencia de sus palabras. Escucho atentamente su conversación, pero no llego a entender el objetivo de sus atenciones . Me halaga que velen en la noche , pero ...¿por qué lo hacen? ¿quiénes son? ¿por qué provienen del convento de los frailes?

Como una gran bandada vinieron, y de igual forma se alejan en todas las direcciones del pueblo a cumplir con su misión ...

El silencio misterioso de la noche, el susurro de los chopos y la oscuridad se convierten en mis compañeros... Elevo mi cabeza a la bóveda estrellada del cielo, y percibo mi minúscula importancia en medio del universo. Me siento pequeña e insignificante, y así, con la mirada abierta hacia mis entrañas, siento que en ellas se cobija una pequeña luz que va aumentando en intensidad su brillo cuando la percibo...Tras un tiempo quizás breve, quizás largo, haciendo gala de su relatividad en cuantía, sin abrir los labios, comienzo un pausado diálogo con aquel destello de luz que no ha viajado al pueblo con las demás, porque me ha elegido a mí de compañera...

- ¿Quién eres?
- Soy esa parte de ti que te falta.
- ¿Y qué me falta, si se puede saber?-respondo con enojo.
- La seguridad ante decisiones importantes, la generosidad, cuando obras con egoísmo, la paz en tu interior, cuando tienes remordimientos...
- ¿Qué quieres de mí?-contesto tajante para que no siga.
- Nada.
- ¿Nada?, entonces vete. Estás haciendo que me sienta como una loca... Yo, aquí, hablando con una luz...
- No hablas, sientes... Pero has de sentir más y mejor...Acepta tus limitaciones, las personas son limitadas, reconocerlo, conocer tus límites, es lo que te falta. Sé consecuente con tus actos, actúa para mejorar tu entorno, pero reconoce que el mundo no lo vas a mover tú sola...Déjate llevar por tus sentimientos, equivócate tú, no cometas los errores de otros, y seguramente tu conciencia sonará en consonancia contigo...
- Pero..¿qué monsergas son éstas?, ¿qué pretendes de mí? ¿qué le sucede a mi conciencia? ¿no serás tú quien se ha de aplicar el cuento?...No me crees remordimientos , ni me expliques moralinas de éstas , que bastante tengo conmigo misma...o ¿acaso eres tú mi conciencia?...

Se hace el silencio. El destello de luz se va apagando, cada vez es menos intenso. Siento un gemido... Al mismo tiempo , la sensación de bienestar se aleja. Me siento culpable . Hago un esfuerzo para visualizar el apenas perceptible destello de luz.

- ¿Por qué te vas?, ¿por qué te apagas?
- Porque no te sirvo...-contesta en un susurro.
- No te vayas, cuéntame por qué has venido, y por qué vienen las demás luces a estas horas...
- Si tú me recibes, recobro mi fuerza, si no, me extinguiré como luz, y quedaré atrapada para siempre entre los muros del convento, por no haber logrado cumplir con mi misión... Hoy tenía mi última oportunidad...
- ¡Ah!...¡Es eso!... Venís a cumplir una misión de ayuda, y os vais purificando...Pero... si era tu última oportunidad,¿es de mucha o poca importancia la ayuda que me prestas a mí...?
- Poca... sólo necesitas un empujoncito... pero complicada porque eres muy terca para dejarte ayudar...
- Venga, dime... ¿qué debo modificar?, seré una chica buena y te haré caso...
- Capto la sorna, pero vaya, sólo por el hecho de haberme percibido, haberme creído, y ser testigo de nuestra labor en el pueblo, en las noches en que nos llama el viento, me ha dado la oportunidad de seguir brillando y salir de los muros a la llamada del viento...
- Oye, ... ya que me conoces muy bien y sabes de mi curiosidad innata y mi carácter de cotilla, dime: ¿hay muchos como tú y los demás, atrapados en el convento?
- ¡Buf! No te puedes imaginar la cantidad de fantasmas que moran en esas piedras desde hace mucho tiempo para siempre jamás... Muchos años de historia de vivos y de muertos moran en su interior...
- ...
- ¡Estás mucho más brillante!...-corto el silencio que se ha creado entre las dos...
- Tú me has alimentado... seguro que en tu forma de actuar experimentarás algún cambio...
- Sí, que seré un poquito más loca, por ejemplo, ya que hablo con fantasmas de los frailes...
- Ya...¿a quién conoces en este mundo que no padezca de alguna especie de locura?...¡plaf!

¡Se ha ido, no me ha dado tiempo ni a despedirme!... Al fondo veo regresar al resto...Se hace el silencio...

Dirijo mi mirada al convento en ruinas de los frailes, admirando su hermosura. Está bien iluminado, y las luces, entre las sombras de la noche, acentúan su misterio de vidas y muertes pasadas que albergan sus piedras, sus muros, sus arcos...que sólo las malas hierbas y algún gato se atreven a visitar.

Emprendo el camino de regreso, y sin poderlo evitar, antes de verlo desaparecer, sin mover los labios les digo a mis recién conocidos:

- ¡Buenas noches y buen descanso!...

Como siempre es un gustazo leerte. La historia es todavía mejor de lo que esperaba, que siempre es mucho. En todas tus historias queda patente como quieres a Villaescusa y sus gentes.

Aprovecho para recordar que este viernes tenemos el premio al Certamen Literario en La Casa Grande. Contamos con la asistencia de Luz Y Fátima. No contabamos con la actuación que va a tener lugar en el salón, a si que haremos el encuentro en una u otra sala, en función de la asistencia. Se leeran las historias presentadas y se daran los premios.
Posteriormente se hará la degustación de los platos que aporten las socias.