Pinarejo - Cuenca

BENDITO SEA EL CASO PORQUE ES SÍNTOMA DE LIBERTAD

La frase que aparece en el título: "Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad" es una de las muchas que dijo y dejo escritas aquel insigne alcalde de Madrid, llamado Don Enrique Tierno Galcan. Sorprendía este buen hombre, excelente profesor y buen político a su mucha edad con unos bandos, proclamas y filipicas llenos de buena voluntad. A buen seguro que D. Enrique hubiera sido uno de los acampados de estas plazas en las que jóvenes y menos jóvenes se han lanzado a la aventura de decir: ¡vasta ya!, ¡por favor dejennos pensar! y hagan ustedes, que han convertido la política en un pesebre, los parlamentos en unos lugares donde puedan aflorar de nuevo propuestas innovadoras que tengan como único cometido la mejora de la condición humana y no las mejoras de ciertos bolsillos y estómagos agradecidos.

Viene a cuento este escrito a que ayer tuve la oportunidad de hablar con uno de estos jóvenes, mi sobrino, que se encuentra acampado en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, yo se que a él le gusta llamarla de otra forma, a mí también, yo la llamaría Plaza de la República. De la conversación a la que yo le eche ganas y el más salieron defensas a ultranza de postulados y teorías que solo variaban en algo que tenía que ver con la edad de los dos contertulios. Dicho esto me atrevo a manifestar que bienvenidas sean las ideas y que bienvenidos sean los partidos políticos que sean capaces de canalizar estas ideas y trasladarlas a sus idearios políticos. La cuestión no está en que la vida política de los españoles pasa necesariamente por la Carrera de San Jeronimo, calle del centro de Madrid que discurre entre la Puerta del Soll y la Plaza de las Cortes del (Palacio de las Cortes de España). ni en que necesarimente sean los partidos políticos y sus representantes electos los únicos que tienen potestad para decidir sobre todos: votantes, no votantes, desencatados de la vida y de la política, deseherados, marginados y tullidos de la vida con heridas en el alma. La cuestión es que cuando un país tiene cinco millones de parados y las listas de muchos partidos políticos acogen a muchos defraudadores e imputados algo hay que hacer para cambiar las reglas del juego con el fin de que las ideas y la sabia nueva, de esos árboles a punto de dar fruta, lleguen más allá de esas sagradas puertas que dan acceso a unos parlamentos que dejan mucho que desear. Más que parlamentos parecen sedes de grandes hermanos y de un mundo globalizado dominado en Europa por Alemania y Francia y a nivel mundial por los Estados Unidos.

Se podrá estar más o menos de acuerdo, también, con el sistema usado para exteriorizar ese malestar por parte de los aprendices a filósofos y a políticos o apolíticos, pero hay que tener en cuenta que es la única posibilidad. No estamos en la Grecia Antigua ni Clásica, en que las ágoras se convertían en un lugar de encuentro de la ciudadanía. Hoy en día las plazas sirven para otras cosas. Las hemos convertido en la mayoría de las ocasiones en escaparates donde poder retratar con esas cámaras Made in Germania y Made in........ edificios y fachadas de ayuntamiento desde donde por las noches se ven luces entrañas que parecen querer decir tú estás allí y yo aquí, no te desmarres ni un metro, descarriado de la vida, que te estoy vigilando.

Animo a todos los perros flautistas sean o no funcionarios a que comparten su plato de comida ligera con aquellos otros animales de corral, monte, ríos y playas que aun teniendo la posibilidad de tocar la flauta no lo hacen porque su destino está sujeto a unas reglas de juego tan rígidas que lo que para algunos parece algo fácil para otros es una montaña.

Y como no acabo con esa frase de " bendito sea el casos porque es síntoma de libertad" y con un pregunta de André Gorz en su libro: Capitalismo, Socialismo, Ecología": ¿Se puede mantener una sociedad sin orientaciones de sentido y propuestas de esperanza?


Atentamente para todos los perros flautistas, su amigo, José Vte. Navarro Rubio

nombre: Enrique Tierno galván