DEL AUTOR DE PINAREJO EL MEJOR PUEBLO (RADIOGRAFIA INVERNAL DE PINAREJO) DEL AUTOR DE PINAREJO EL MEJOR PUEBLO Como autor de poesías y artículos de este foro, escritos bajo el epígrafe: “el autor de Pinarejo el mejor pueblo”, tengo que decir que estoy muy contento con las respuestas que me están llegando por parte de diversos participantes en el foro. Es de esta forma que el incremento de visitas al portal del foro en el mes de diciembre, me ayuda necesariamente a continuar. Estar tranquilos, amigos y amigas, que la programación para este año entrante está asegurada, ya sea a nivel de poesía o de cualquier otro tema que pudiera interesar. Hay un aspecto que me ha llamado la atención y es que uno de los apartados más visitados es el que tiene que ver con la poesía. Esto me da a entender que los pinarejeros y pinarejeras tienen “alma de poeta/isa. Bueno, si os gusta la poesía la tendréis en su momento. También tengo que decir que esto no me viene de nuevo. Yo recuerdo a mi padre recitando poesías que se sabía de memoria y me llamaba la atención. También recuerdo a mucha gente del pueblo diciendo chascarrillos, dichos y refranes. La verdad sea dicha, no me cansaré de repetirlo, es que nuestros padres y madres eran un pozo de sabiduría y nuestros abuelos y abuelas más todavía. Pocos estudios de alta escuela pero muchos estudios en lo que se refiere vivir la vida en su plenitud y siempre con la oreja puesta con tal de defender lo más sagrado para ellos: su familia y los valores que siempre deben reinar en las casas de las personas honradas, y a eso: a honradez y trabajo, a los de Pinarejo no nos gana nadie. La lastima es no tener un fondo documental donde estén recogidas éstas y otras cuestiones que tienen que ver con la etnología y la cultura de nuestro pueblo. Tengo que decir que el otro día recibí de la Academia de la Lengua la contestación a dos palabras nuestras que no aparecían en ningún diccionario. Una era “Tesillo” y la otra “cachucho”. La contestación ha sido clara. “Tesillo” tiene que ver con “Teso” que es una planicie sobre una pequeña altura, recuerden a este respecto que tenemos una calle que se llama “Tesillo”. Por otra parte “cachucho” en el diccionario aparecía como medida de líquidos y en el pueblo todos sabemos lo que es un “cachucho” y que éste se usa en la recolección de aceitunas. La contestación de la Academia ha sido que la palabra está bien utilizada en tanto en cuánto que es una variable dialéctica. Para acabar buenos Reyes Magos y lean la 2ª poesía que le dedico al pueblo en este comienzo de año. Rompe la mañana el silencio convertido en un eterno letargo y se esconde en Pinarejo como si fuera un chiquillo que juega al escondite en medio de una calle ausente de vida. Y el frío llega poco a poco y como buen compañero nos acompaña en nuestro pasear por el casco urbano del pueblo, poniendo su nota de color e instalándose en nuestros cuerpos, invitándonos con creciente desafío a finalizar nuestra visita ante la proximidad de la noche. Y es en la hora nona en la que se escuchaban las campanas en medio de cánticos cuando llegamos ante la iglesia, con su alto campanario y con su coro de serafines que inundan el orbe, y nos detenemos apaciblemente para contemplar su grandeza. Proseguimos nuestra visita por Pinarejo y nos alejamos hacia los últimos confines de ese cultivado cuerpo que son sus casas y sus calles. Comprobamos como el paso del tiempo ha hecho mella en algunas casas del pueblo y que allí donde hubo techos con tejas se ven ahora las viejas vigas de madera descarnadas y podridas desafiando al sol y a la lluvia, y en esos espacios en declive corretea algún que otro gato tras trepar velozmente por las paredes a la búsqueda de los retirados lugares donde sus antepasados pusieron las crías. y se nos vienen a la vista algunos patios y corrales como si sobre ellos hubiera caído una muerte anunciada en forma de afilada guadaña que siega con su filo el adobe y los tapiales dejando al descubierto el esqueleto de sus antepasados moradores convertido en frágil mortero de arena, piedra y cal viva. Y subimos en pos de las eras y de ese Calvario que siguió Jesucristo y llegamos allí donde el frío se hace más patente y donde la tierna hierba se bate a diario contra todos aquellos elementos de la naturaleza que quieren acabar con su vida. Y volvemos finalmente a nuestras casas después de dejar un pueblo cada vez más querido que nunca aunque nuestra desidia en forma de abandono de nuestras propiedades privadas materializado en lo que está a la vista sea cada vez más latente y cotidiano. |