Landete - Cuenca

Artículos y Documentos
¿A dónde vamos con estos...?
Manuel Fraga considera como un grave error la Ley de la Memoria Histórica y como un gran disparate Educación para la Ciudadanía. La primera porque quizás no le convenga que salgan a la luz hechos en la post-guerra donde fue una pieza importante dentro de la represión franquista.
Rogelio Diz (Xornal, 23-08-2007)



Nunca he podido entender a las personas que viajan, se agazapan o pasan días y noches persiguiendo a un famoso, ya sea cantante, deportista o aun peor, jerarca religioso o político con el afán de tan solo poder verlo, tocarlo o arrancarle un autógrafo. Esperando en largas colas, aguantando aglomeraciones y muchas veces golpes para alcanzar un sitio donde poder verlo mejor.



Tampoco logro entender a quienes se machacan a golpes en la defensa de su equipo favorito, convirtiendo estadios y ciudades en verdaderos campos de batalla, perjudicando muchas veces a pacíficos aficionados que lo único que les interesa es poder ver su deporte favorito, pero sin poner en peligro su integridad física y la de los suyos.



Es difícil entender a quienes se persinan o se santiguan cuando salen a competir, y más cuando lo hacen en una pelea de boxeo, judo o Karate. ¿Le pedirán a su Dios que les ayuda a ganar o masacrar al rival?, para que su victoria sea más contundente. ¿Qué pasa si el contrario también lo hace? ¡Su Dios en la justa medida decidirá que gane el mejor!



Es también difícil para muchos de nosotros poder comprender a la jerarquía eclesiástica cuando en boca de alguno de sus insignes personajes, proclama que en la España de hoy, no se vive una verdadera democracia. Curioso pensamiento venido de una Institución como la católica en donde pocas lecciones de democracia puede dar cuando la mujer no tiene derecho mas que a pertenecer a los estamentos más bajos de su organigrama, y donde están en contra de los matrimonios homosexuales, pero encubren y justifican la pederastia emanada de sus propios miembros.



Y que decir, de personajes como Gotzone Mora o Rosa Díez que perteneciendo al Partido socialista son sus principales opositoras, con criticas deplorables al servicio de la ultra-derecha más cerril y José-Antoniana, poniéndose al mismo nivel que Maria San Gil, Zaplana, Acebes y Mayor Oreja. Eso si, sin renunciar a los emolumentos que gracias al Partido han conseguido, y aun tratando de incrementarlos dando conferencias en la Fundación Yagûe para beneplácito de algunos nostálgicos del franquismo. Solo espero que por esta regla de tres no veamos algún día a Carod Rovira en el estrado de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).



No me extraña en cambio que Don Manuel Fraga considere como un grave error la Ley de la Memoria Histórica y como un gran disparate Educación para la Ciudadanía. La primera porque quizás no le convenga que salgan a la luz hechos en la post-guerra donde fue una pieza importante dentro de la represión franquista, donde en cualquier país civilizado con un verdadero Estado de Derecho, mínimamente estaría inhabilitado de por vida en la función política, sino entre rejas. Pero España es así, todo quedo atado y bien atado después de la muerte del dictador, por eso es preferible para una buena parte de esa España tradicional, privilegiada y de pandereta que la historia la reescriban personajes como el converso y ex-terrorista Pió Moa, Cesar Vidal, Martín Rubio o Ricardo de la Cierva, rememorando la historia de los vencedores que durante más de cuarenta años nos impusieron en los colegios con la Formación del Espíritu Nacional, donde en franca connivencia con la Jerarquía Católica felices aceptaron esa forma que es el verdadero adoctrinamiento así como el liderar y dejar en sus manos la mayor parte de la educación en España. ¡Que es lo que pasa!, que la gente adulta que paso por esos trances ya se olvido que las materias de Religión y Formación del Espíritu Nacional eran tan importantes y puntuables como Lengua o Matemáticas y que ahora son los primeros unos y otros en atacar y llamar a la objeción de conciencia en contra de una materia como Educación para la Ciudadanía que lo único que trata de enseñar a nuestros hijos valores como el respeto hacia los demás, tolerancia, democracia, ética e igualdad así como el respeto a la Constitución. Por cierto, la objeción de conciencia que ahora reclaman, no estaba muy bien vista cuando eran ellos los que partían el bacalao, puesto que muchos de aquellos objetores de conciencia pasaron por la cárcel solamente por hacerla efectiva.



¿A dónde vamos con estos…? Que a través de su emporio mediático como la Razón, ABC o el Mundo y sus adláteres radiofónicos de la COPE y o­nda 0, además de televisiones como Antena 3, Libertad Digital y Tele-Madrid, mejor conocida como Tele-Espe y todo su caudal de manipuladores y terroristas de la información como Losantos, Drago, J. Ramírez, Valenzuela, San Sebastián, Dávila, Schlichting, Ussìa y tantos más que quieren hacernos ver el catastrofismo de una España rota y sin alma cuando no es su opción política la que se encuentra en el poder, llegando incluso a las peores descalificaciones, insultos y difamaciones con tal de mantener una continua crispación latente azuzando a sus huestes en contra de todo aquel que piense de una forma diferente.



¿A dónde vamos con estos…? Que como Mauricio Carlotti, quien funge como Consejero Delegado de Antena 3, clame a quienes quieran oírlo, que despedirá de la empresa a todos los trabajadores que tengan ideología de izquierda para reforzar la línea editorial de la cadena y adaptarla a las tesis de la derecha. O como los dueños de una línea de autobuses en Murcia, obligando a los chóferes a su servicio y por ende a todos los que hacen uso de sus línea de trasporte, de solamente escuchar en la radio la Cadena COPE.



¿A dónde vamos con estos…? Que se rasgan las vestiduras y piden al gobierno que impida ha como de lugar, incluso por medios policiales las celebraciones póstumas de activistas de ETA como ocurrió recientemente en el caso de Sabin Euba “Pelopintxo”, histórico etarra fallecido de cáncer por supuesta exaltación al terrorismo y ven bien todo tipo de homenajes a personajes de la anterior dictadura, por parte de caciques locales, la permisividad de crear fundaciones de exaltación a verdaderos genocidas como la Fundación Francisco Franco y la Fundación Yagûe, las cuales además son apoyadas con recursos financieros extraídos de nuestro erario publico.


Rogelio Diz es analista político.



https://ww.xornal.es:80/article.php3?sid=20070821072958