Villanueva del Rey - Cordoba

El Debate político celebrado ayer entre los candidatos del PSOE y PP, a la Presidencia del Gobierno, fue una demostración más, y ya son muchas, de la sumisión de los aparatos de los partidos a este sistema de paupérrima degeneración social, de despropósitos, de destrucción económica y de ruindad, en la que nos hallamos inmersos, por la avaricia y la codicia de algunos, los más poderosos, que son los que verdaderamente “gobiernan en la sombra”, mal que nos pese.

Rubalcaba y Rajoy, se limitaron a hacer una mera declaración de intenciones, sin entrar a fondo en la gran crisis/crack en la que ha caído el sistema económico por el que nos regimos, sin concretar cómo combatirán los grandes problemas que acechan a los más humildes de esta sociedad, ni como erradicarán la actual sumisión de la soberanía nacional (art. 1.2 de la CE, “el pueblo español”) a los muy lucrativos “mercados internacionales”, o como generarán la riqueza imprescindible para el mantenimiento del hoy maltrecho estado del bienestar…

Tal vez haya quien piense que estos son cuestiones demasiado importantes, que escapan de las obligaciones inmediatas de los políticos que nos gobiernan, yo en cambio, opino que aquéllos que les votan lo hacen precisamente para que los elegidos se enfrenten a todos esos inconvenientes, y remuevan los obstáculos, por difíciles que éstos sean, que impidan un gobierno efectivo. De no ser así, la dimisión pienso, es el camino más correcto y la respuesta más honrosa que el gobernante debe dar al electorado que le ha elegido, valga la redundancia. Lo contrario, a mi modesto entender es alta traición al interés general de todos aquéllos que le dieron la confianza con su humilde voto.

Marcarse retos y conseguirlos, es facultad de todo buen gobernante. No afrontar los retos necesarios a los que, entre otros anteriormente hemos aludido, o no dar la respuesta óptima a los mismos, no sería ya aceptada por la ciudadanía, y conllevaría al descrédito y a la necesaria dimisión del gobernante, palabro “rara avis” puesto en práctica, por quienes debieran hacerlo en demasiadas ocasiones.



Utopia.2
BCN