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19-03-12 10:35 #9795157
Por:Rafa1970

La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Aqui os dejo una visión alejada del peloteo baboso de la Constitución del 12. Muy útil para sosegarse de la resaca tamboril....

Carlos Sánchez.- 19/03/2012


Hay un hecho que suele pasar inadvertido pero que marca el destino de España. El historiador y periodista Fernández Almagro comprobó que la Constitución de 1812 -hoy se cumplen 200 años- fue redactada por 97 eclesiásticos, ocho títulos vinculados a la Corona, 37 militares, 16 catedráticos, 60 abogados, 55 funcionarios públicos, 15 grandes propietarios, nueve marinos, cinco comerciantes, cuatro escritores y dos médicos. Hay quien sostiene que, incluso, había también un arquitecto.

La composición no reflejaba en absoluto la España real de entonces, y ello explica en parte el devenir histórico de este país durante los últimos doscientos años, marcados, salvo algunos cortos periodos, por el desprecio de la economía en favor de la política. De la mala política, habría que añadir.

En las Cortes gaditanas, no estaban representados ni los pequeños propietarios ni los jornaleros ni los arrendatarios ni los artesanos. No podía ser de otra manera en una España que salía del absolutismo y cuyo territorio había sido invadido por las tropas de Napoleón.

Había una excepción, la Isla de León, donde una muchedumbre acompañó a los ‘doceañistas’ al grito de “¡A las cortes!”, “¡A las Cortes!” mientas que los cañones franceses, fondeados en la bahía, hacían oír su estruendo. Como dijo Galdós en sus Episodios Nacionales, aquél día parecía ‘tarde de toros’. Cádiz, siguiendo el tópico, era una fiesta. Majos, contrabandistas, chalanes y menestrales querían participar en el nacimiento de la nación española.

El hecho de que sólo cinco redactores de la Constitución de 1812 fueran comerciantes frente a 97 canónigos, 60 abogados o 55 funcionarios -o, incluso, tres inquisidores- sólo refleja cómo la cosa pública quedó en manos de una clase dirigente ajena al país real. Un país de eclesiásticos y funcionarios que ninguneó el comercio y la creación de riqueza. Y que se acostumbró a perseguir hasta el exterminio a masones, liberales y afrancesados.

El primer orador del sistema parlamentario español -el hito que marca la transcendencia de las Cortes de Cádiz- es, de hecho, Diego Muñoz-Torrero, un fraile que representaba, sin embargo, las ideas liberales de Extremadura. Tenía 54 años, había sido rector de la Universidad de Salamanca y cuentan las crónicas que era muy versado en leyes y cánones. Como tantos otros, murió en el exilio portugués.

Su vida es fiel reflejo del fracaso del reformismo ilustrado en España, y que de forma tan precisa definió Carlos Marx cuando reflexionó sobre el significado de la Constitución de 1812: ‘Mientras en el resto de España se imponía la acción sin ideas, en el Cádiz de las Cortes triunfaban las ideas sin acción’. Y el liberalismo, que al menos como vocablo fue un invento español, murió a temprana edad.

El hecho de que sólo cinco redactores de la Constitución de 1812 fueran comerciantes frente a 97 canónigos, 60 abogados o 55 funcionarios -o, incluso, tres inquisidores- sólo refleja cómo la cosa pública quedó en manos de una clase dirigente ajena al país real. Un país de eclesiásticos y funcionarios que ninguneó el comercio y la creación de riqueza
Las Cortes que proclamaron la soberanía de la nación española, la separación de poderes o la inviolabilidad de los diputados son las mismas que proclamaron el regreso de Fernando VII, la semilla del diablo. Y son las mismas que ven con desdén el hundimiento del imperio colonial y su significado histórico. Como ha explicado el profesor Tortella, la España del XIX es escenario de repetidos fracasos del sistema liberal, que sólo acabaría imponiéndose en la Restauración, pero con su corolario de caciquismo, clientelismo político y pucherazo, esa extraña aportación de España a la teoría política.

El fracaso del liberalismo español explica muchos problemas actuales. Los orígenes, como ha explicado la ensayista Marjorie Grice-Hutchinson, tienen que ver con los principios morales de la Iglesia que consideraba al dinero “estéril por naturaleza” y, por lo tanto, “no podía dar frutos”.

La Iglesia vio en el mercantilismo una amenaza real para la fe católica. Sobre todo tras la conquista del territorio americano, rico en minerales preciosos y materias primas, lo que justificó el nacimiento de una nueva teoría del dinero que dejaba extramuros de la fe católica a quien practicase la ‘usura’ o el mercantilismo con ánimo de lucro.

No era un asunto baladí. La usura llegó a considerarse un pecado mortal que podía desembocar en una acusación mucho más grave: la de cometer herejía. Y ya en 1580, como recordaba Gerard Brenan, “las pocas fábricas de paños que existían en el país desaparecieron, y los españoles se convirtieron en un pueblo rentista, una nación de caballeros, que vivía en parasitaria dependencia del oro y la plata que les llegaban de las Indias y de la industria de los Países Bajos”.

Los grupos de presión
Con estos antecedentes, es lógico pensar que el Cádiz liberal estaba condenado al fracaso. España fue incapaz de reformarse a sí misma, como sostiene Tortella. Y eso explica errores históricos en forma de arancel impulsados por los cerealistas castellanos, los algodoneros catalanes, los metalúrgicos vascos y hasta los ferreteros malagueños.

Como ha dicho Grice-Hutchinson, el arancel del 9 de julio de 1841 significó la victoria de los intereses proteccionistas. O lo que es lo mismo, el fin del sueño liberal (no democrático) nacido en Cádiz. Y eso que España pudo contar en el siglo XVIII con uno de los economistas mercantilistas más importantes de su época; Gerónimo de Uztáriz, prócer del libre comercio y cuya obra fue traducida al inglés, francés e italiano. Uztáriz fue quien suministró a Adam Smith datos sobre España, y algunos de sus argumentos fueron incluidos por el economista escocés en La Riqueza de las Naciones.

El Cádiz liberal estaba condenado al fracaso. España fue incapaz de reformarse a sí misma. Y eso explica errores históricos en forma de arancel impulsados por los cerealistas castellanos, los algodoneros catalanes, los metalúrgicos vascos y hasta los ferreteros malagueños
No fue suficiente. Las libertades políticas nacidas en 1812 -con largos periodos de regreso al absolutismo- no desembarcaron en las orillas de la economía, y, como han descrito certeramente Mercedes Cabrera y Fernando Del Rey, lo cierto es que la mayor parte de las grandes fortunas españolas hasta la Restauración estuvieron disociadas del mundo industrial, con la excepción parcial de Barcelona, Vizcaya y Asturias. El capital “prefirió” otros horizontes de inversión de carácter más rentista que empresarial: bienes rústicos, inmuebles urbanos, préstamo privado, títulos de deuda o valores bursátiles sin riego. A mediados del siglo XIX ningún empresario industrial podía incluirse entre la élite del dinero.

No es de extrañar, por lo tanto, que la corrupción y la picaresca; el chalaneo y la mentira, formaran parte de la idiosincrasia nacional. Está acreditado que el Conde Toreno, ministro de Hacienda, dimitió no sin antes haberse embolsado cinco millones de reales de la familia Rothschild a cuenta de unos contratos de mercurio en Minas de Almadén. O que un discípulo suyo, Alejandro Mon, en plena desesperación por la anorexia económica del Estado, llegara a dar dinero a un inversor suizo que aseguraba conocer el lugar en que había un tesoro escondido.

Por supuesto que no lo había. Y, como ha sucedido en los últimos años, no había siquiera interés por la industria nacional. El historiador Josep Fontana ha acreditado que el desinterés de los políticos españoles por la industrialización del país era tan hiriente que una exploración a fondo de los diarios de sesiones de las Cortes entre 1834 y 1854 (24 legislaturas) da como resultado que no se encuentra ninguna entrada que responda a las palabras ‘industria’ o ‘manufactura’.

El fracaso del estado liberal
No sorprende, por lo tanto, que tanta desidia acabara por empobrecer el país hasta límites sonrojantes. Conviene saber que cuando las Cortes constituyentes estaban reunidas en Cádiz, la renta per cápita de los españoles era sólo algo inferior a la francesa y un 25% menor que la inglesa, en plena revolución industrial. Pero que al acabar el siglo XIX no llegaba ya ni a la mitad de Gran Bretaña, Alemania o Francia.

Lo que había fracasado era el Estado liberal. Igual que ahora. Los recientes casos de corrupción son fruto de una España clientelar (Urdagarín, los EREs de Andalucía, el ‘caso Blanco’, Gürtel, la corrupción urbanística…) que sólo se explica por la existencia de un Estado ‘benefactor’ nacido no para proteger a los más débiles, en última instancia la esencia de la sociedad del bienestar; sino, por el contrario, como un instrumento de asignación de recursos basado en la capacidad de influencia de las élites políticas.

La crisis del Estado arrastra al sector privado. O viceversa, según se mire. La inexistencia de una cultura del emprendimiento ha acabado por ahogar las finanzas públicas. El sector privado no es más que una prolongación de lo público, y cuando éste entra en barrena, sólo cabe la penuria
La crisis del Estado es, en definitiva, la crisis de la sociedad. Y ese es, probablemente, la cuestión de fondo de la actual zozobra económica. España nunca ha sabido salvaguardar al sector privado del público. Y cuando el Estado ha entrado en crisis por la incapacidad de los gobernantes de asegurar la sostenibilidad de la Administración mediante un sistema fiscal eficaz, lo que ha ocurrido es que las empresas –acostumbradas a vivir de las migajas del Estado falsamente benefactor- han acabado por sucumbir ante tanto dislate. Ante tanto dispendio.

Este es, en realidad, el fondo del problema. La crisis del Estado arrastra al sector privado. O viceversa, según se mire. La inexistencia de una cultura del emprendimiento ha acabado por ahogar las finanzas públicas. El sector privado no es más que una prolongación de lo público, y cuando éste entra en barrena, sólo cabe la penuria. El retroceso en términos históricos.

No es baladí que España sea el país del mundo donde más veces el Estado ha presentad suspensión de pagos. Como han demostrado los economistas Reinhart y Rogoff, nada menos que en diez ocasiones la Hacienda pública ha entrado en bancarrota. Lo nunca visto.

Pese a ello, el modelo constitucional continúa impertérrito. Como si no pasara nada. Sólo en la apresurada reforma del último verano –y ya con el agua al cuello- los legisladores se dieron cuenta de que el modelo de Estado es insostenible. Que la bienintencionada Constitución de 1978 –inspirada en la alemana pero sin la disciplina prusiana- es, simplemente, inaplicable si no se crea riqueza.

La misma Constitución que dice que la nación española se constituye para promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida. Y la misma que sostiene que el gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos. Ni una palabra sobre cómo conseguirlo.

Y esta es, en realidad de la herencia de ‘la Pepa’. Un país de leguleyos volcado en lo político que tira de voluntarismo para salir de la crisis, incapaz de entender que la economía tiene sus reglas. Su coherencia interna. Sus leyes indefectibles que hay cumplir.

Sin embargo, se construyó un mito en torno a las Cortes de Cádiz. Aunque lo cierto es que a lo largo del siglo XIX, hasta la Restauración, el Estado español se vertebró a partir de unos principios muy distintos, cuando no enfrentados, a los que la Constitución de 1812 proclama. En particular el artículo 13. Ese que dice que “el objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”. La filantropía de la Ilustración como fuente del Derecho. Y en eso estamos. Un país al borde la bancarrota que sigue viviendo de sus mitos.
Puntos:
19-03-12 23:43 #9798692 -> 9795157
Por:jauría

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
El bicentenario de la Constitución Política de la Monarquía Española promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812 recupera y aumenta todas las falsedades históricas tradicionalmente escritas sobre ella. No es cierto que fuese la primera Constitución española, ni tampoco que sea liberal. Vamos a comprobarlo, aunque resulte un trabajo inútil, ante el acoso mediático promovido por la conmemoración.


Comencemos por ambientar el momento histórico. En la madrugada del 17 de marzo de 1808 se produjo el conocido como motín de Aranjuez, la localidad madrileña en la que descansaba la Corte de Carlos IV. El pueblo asaltó el palacio donde se alojaba Manuel Godoy, amante reconocido del rey y de la reina a la vez, por lo que había recibido todos los títulos posibles: príncipe de la Paz, generalísimo de los ejércitos de tierra y mar, y almirante general de España y las Indias con tratamiento de alteza serenísima. Sin embargo, el pueblo le apodaba El Choricero.
Ese pueblo asaltó su palacio, harto de tanta bajeza moral en la Corte borbónica. Fue lo mismo que iba a impulsar sesenta años después a los españoles a organizar la Gloriosa Revolución para derrocar a Isabel II con sus amantes y sus hijos adulterinos, y a devolverla a Francia, de donde vino su corrupta dinastía.
La muchedumbre rodeó después el palacio donde estaban los reyes, exigiendo la destitución del favorito. Los monarcas europeos se hallaban atemorizados por la Revolución Francesa, que en 1793 había ejecutado a sus reyes, así que Carlos IV accedió muy a su pesar a la violenta proposición de sus vasallos.

LA ABOMINACIÓN BORBÓNICA
El 19 de marzo de 1808 fue detenido El Choricero, y el rey abdicó en su hijo Fernando, que se convirtió en el séptimo monarca de ese nombre, llamado inicialmente El Deseado, pero después fue conocido por sus vasallos desencantados como Narizotas y Tigrekán; los historiadores le apodan El Rey Felón. El día 24 entró en Madrid aclamado por la plebe, pero sin el refrendo de las Cortes su designación carecía de legitimidad.
A Madrid había llegado dos días antes el mariscal Murat, lugarteniente de Napoleón Bonaparte, emperador de Francia y árbitro de los destinos de Europa. El mariscal no dio a Fernando tratamiento real, y además recibió una carta del exrey Carlos, en la que le aseguraba que su abdicación estuvo forzada y en consecuencia era ilegal, por lo que se consideraba el único rey legítimo de España.
Murat informó a su emperador de las disputas entre el padre putativo y el hijo de María Luisa, pero de padre ignoto, dado el furor uterino de la reina. A Napoleón le asqueó descubrir las bajezas de la dinastía borbónica española, y supuso que sus vasallos sentirían el mismo desprecio por sus representantes, así que se propuso librar a la nación de tales engendros, y aprovechar la oportunidad para poner en el trono a su hermano José. El mariscal Murat aconsejó a los padres y al hijo de la reina que acudieran a exponer sus reivindicaciones ante el emperador, para que él zanjase el pleito, y ellos lo hicieron muy gozosos. Además se envió detenido al depuesto Godoy, protagonista de aquella historia repugnante, y con invitación forzada al resto de la llamada familia real.
JOSÉ I, REY LEGÍTIMO DE ESPAÑA
En Bayona los esperaba el emperador, y allí se produjo un espectáculo grotesco, de ópera bufa borbónica. El 2 de mayo, mientras el populacho madrileño alentado por curas y frailes se alzaba contra el Ejército francés, Carlos IV se desdijo de su abdicación obligada y recuperó la corona, que al día siguiente cedió a Napoleón. El día 6 Fernando renunció a sus derechos al trono a favor de su padre putativo. En consecuencia, Napoleón se convirtió en legítimo rey de España. El día 10 renunció al título a favor de su hermano José. Todo fue absolutamente legal, puesto que los dos reyes borbones en litigio habían conferido al emperador de los franceses sus derechos hereditarios al trono de España.
A José I se le apodó El Rey Intruso por ser francés, como si el primer Borbón que reinó en España, Felipe V, duque de Anjou, no lo hubiera sido también. Con la diferencia a su favor de que José era un hombre culto, y sin las taras psíquicas y morales demostradas por todos los reyes borbones. También se le apodó falsamente Pepe Botella, puesto que era abstemio. Otro apodo que le aplicaron fue el de Pepe Plazuelas, debido a que ordenó derribar algunos conventos de los muchísimos que colmaban las calles madrileñas, para abrir plazas.
Esto es lo que impulsó a curas y frailes a declararle la guerra, y a incitar al pueblo inculto a imitar su ejemplo. Además, la Iglesia catolicorromana detestaba a Napoleón, porque promulgó leyes laicistas para limitar los poderes hasta entonces omnímodos del clero, y por si fuera poco privó al papa Pío VII de sus poderes como rey de Roma y se lo llevó a París a su servicio. Al llegar a Madrid lo primero que hizo Napoleón fue abolir el sanguinario Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, del que se servían el altar y el trono para aniquilar a los enemigos. Todo ello motivó la oposición de la clerigalla española al rey José I, traducida en la incitación al pueblo inculto y aborregado para que se enfrentara al monarca civilizado que profesaba muchas de las ideas inspiradoras de la Revolución Francesa.
En cambio propugnaban desde el púlpito la monarquía absolutista del inmundo Fernando, ignorante, tiránico y vengativo, porque sabían que serviría sus intereses. Por ese motivo perdió España la oportunidad de colocarse a la hora europea, y continuó abotargada en su abyecta sumisión al altar y el trono, hasta la Gloriosa Revolución de 1868, que no lo fue tanto, porque se quedó a medias.
LA CONSTITUCIÓN DE BAYONA
Napoleón llevó las leyes francesas, las más avanzadas de todo el mundo en su tiempo, a los lugares de su influencia. Una de sus primeras preocupaciones fue la de dotar a España de una Constitución, palabra ignorada hasta entonces por los vasallos de los borbones absolutistas. Así que convocó en Bayona a una Junta Nacional para que elaborase el primer texto constitucional del reino. Las sesiones constituyentes se celebraron entre el 15 de junio y el 7 de julio de 1808. El número de los notables españoles asistentes varió en las sesiones, pero en total fueron 93, representantes de los diversos estamentos sociales, políticos y culturales de España.
El 6 de julio quedó finalizada la redacción de la primera Constitución española. El día 8 las Cortes Constituyentes celebraron una solemne sesión en Bayona, en la que José juró fidelidad a su texto, y los diputados le juraron fidelidad a él como primer monarca constitucional de España, que reinaría con el nombre de José I. El nuevo rey dio a conocer los nombres de los integrantes de su primer Gobierno, compuesto por ocho secretarios, según la denominación de la época. El inmundo Fernando de Borbón, alojado con su familia en el castillo de Valençay, envió una carta de felicitación al nuevo rey de España.
Tal es la verdad histórica indiscutible, y en consecuencia nadie puede negar con rigor que la Constitución promulgada en Cádiz cuatro años después fue la segunda. Es absolutamente erróneo pretender modificar los hechos históricos para ignorar la existencia de la aprobada en Bayona con todos los requisitos legales, por mucho que moleste a los borbones. Los dos reyes en disputa habían renunciado a sus derechos a la corona española, de modo que el procedimiento constitucional fue legítimo.
UNA CONSTITUCIÓN PROGRESISTA
La Constitución de Bayona fue todo lo avanzada que era posible imaginar en aquel momento. La Revolución Francesa había proclamado los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aceptó como divisa Libertad, Igualdad y Fraternidad, e introdujo el culto a la diosa Razón en lugar de los fanatismos predicados por curas y frailes incultos, ávidos de dinero y ansiosos de satisfacer sus instintos sexuales más bajos.
Aquellos 93 notables españoles que redactaron la Constitución de 1808 se hallaban imbuidos del espíritu revolucionario. Se les apodó afrancesados, por declararse partidarios del rey José I, olvidando que cuando en 1700 llegó a España Felipe V ignoraba el idioma, la cultura, la historia, la geografía, las costumbres, todo, en resumen, lo que era España; como deriva obligada sus vasallos se esforzaron por aprender el francés para comunicarse con su soberano incapaz de chapurrear algunas palabras castellanas, e imitaron sus modales y gustos para congraciarse con él: así se afrancesó el reino de España con el primer Borbón que padeció.
Los 146 artículos del primer texto constitucional español eran todo lo progresistas admisible en su momento, por herencia de la Revolución Francesa. Garantizaban la libertad individual y la de imprenta (artículos 39 a 4Chulillo, regulaban las reuniones de Cortes al menos una vez cada tres años (título IX), porque hasta ese momento dependían de la arbitrariedad real, que solamente las convocaba cuando quería aumentar los impuestos, y además especificaban que debían estar integradas por representantes de la nobleza, el clero y el pueblo; aseguraban la independencia judicial (artículo 97), hasta entonces doblegada al capricho real; creaban la llamada Corte Real para conocer de los delitos personales cometidos por los individuos de la familia real y los gobernantes (10Chulillo, con lo que serían penados los chanchullos habituales entre los borbones; suprimían todos los privilegios existentes en materia fiscal concedidos a instituciones o a particulares (11Chulillo; establecían la inviolabilidad del domicilio particular (126), algo insólito para los absolutistas borbones; regulaban cuidadosamente la detención de personas (127 a 132), hasta entonces motivo de arbitrariedades; abolían los tormentos (133), utilizados por los inquisidores para conseguir las confesiones deseadas de los detenidos; prohibían que se exigiera la calidad de nobleza para los empleos civiles, eclesiásticos o militares (140), y en resumen, democratizaban a España todo lo que era posible a comienzos del siglo XIX, muchísimo en comparación con la situación sometida hasta entonces.
Las personas más cultas de España aceptaron al rey José I y a la Constitución que aportaba, tanto políticos como intelectuales, muchos nobles e incluso algunos clérigos civilizados. La mayor parte del clero era cerril y se opuso al rey innovador.
LA PEPA PRESUNTUOSA
Pero los historiadores borbonizados se niegan a reconocer ni siquiera la existencia de la Constitución de Bayona, y siguen todavía asegurando con absoluta tranquilidad que la primera Constitución española fue la elaborada en 1812 por las llamadas Cortes Generales y Extraordinarias convocadas por el Consejo de Regencia ilegalmente constituido ante la ausencia de los reyes borbónicos. Reunidas en la isla de León y en Cádiz, estuvieron integradas por 233 diputados en total, pertenecientes a la clerecía, la nobleza y las profesiones liberales. Al pueblo llano se le relegó al papel secundario de acatarla. Los que mangonearon las discusiones fueron los clérigos, porque estaban acostumbrados a ser obedecidos sin rechistar ante la amenaza de utilizar los servicios inquisitoriales, siempre convincentes, a su alcance.
Esta segunda Constitución fue promulgada el 19 de marzo de 1812, día que la Iglesia catolicorromana dedicada a celebrar la fiesta de san José, por lo que el humor popular la denominó La Pepa. Se eligió ese día por ser el cuarto aniversario de la discutida abdicación en Aranjuez de Carlos IV en favor de su presunto hijo putativo Fernando el Narizotas.
Se afirma que es una Constitución liberal, pero quien lea su articulado comprueba que no tiene nada de tal. Luce en su encabezamiento esta oración: "En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y supremo legislador de la sociedad." De modo que era el mismísimo Dios el autor de la Constitución, se supone que al inspirar el Espíritu Santo a los diputados lo que debían escribir.
Por ello el artículo 12 se atreve osadamente a legislar para toda la eternidad, dado que afirma: "La religión de la nación es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única verdadera. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra." Verdaderamente eso es lo que confiesan los llamados liberales todavía en la actualidad, los tipos más retrógrados de la sociedad europea.
El artículo 168 consagra el derecho divino en la sucesión real, puesto que proclama: "La persona del rey es sagrada e inviolable, y no está sujeta a responsabilidad", como era lógico, porque nada que sea sagrado puede cometer delitos, y ni siquiera pecados. No llega a tanto la Constitución de 1978, porque su artículo 56:1 dice que "La persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad", como un calco de lo definido en Cádiz, pero sin sacralidad. Eso es todo lo que hemos ganado en dos siglos.
De modo que la Pepa es tan falsa como "aquellos duros antiguos que tanto en Cádiz dieron que hablar", como canta la copla carnavalera. Ni es la primera Constitución ni tiene nada de liberal, si aceptamos la definición del Diccionario de la lengua española elaborado por los académicos para esta palabra: "Que profesa doctrinas favorables a la libertad política en los Estados." Es imposible la libertad política en un Estado que declara sagrada la persona del rey y obliga a los vasallos a profesar una determinada religión declarada la única verdadera por los que viven de ella.
Qué favorablemente distinta sería la historia de España, si el populacho inculto no hubiera atendido las prédicas de los clérigos integristas para rechazar a José I, un rey con todas las virtudes que les faltan a los borbones, que dio al Estado su primera Constitución. ¡Mueran la Pepa y todo lo que representa al servicio de la ignominiosa dinastía borbónica!
Arturo del Villar es Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio
Puntos:
20-03-12 00:14 #9798833 -> 9798692
Por:Cantifala

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Buenooo, esto qué es un concurso de tochos¿?. Pues si, está el llamado estatuto de Bayona, que precede a la de 1812. En cualquier caso, es muy importante "La Pepa". En el programilla de esta noche de canal sur (la repuesta está en la historia) aluden a que la llamaban la pepa porque como al regresar el rey no la quisó reconocer pues así se referían a ella sin nombrarla. Confundido Mare mia, 200 años.
Se imaginan este mundo dentro de otros 200 años. Correría el años 2212.
Pasmado
Puntos:
20-03-12 00:15 #9798839 -> 9798692
Por:jauria

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
No sé cómo leche se han colado esos iconos chulillos en el artículo.
Puntos:
20-03-12 00:17 #9798843 -> 9798839
Por:Cantifala

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
son ochos. Has hecho copia y pega y el programa los ha traducido.
Puntos:
20-03-12 00:20 #9798859 -> 9798843
Por:jauria

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Pues hay otros ochos en el artículo y no han sido cambiados por el dichosito icono.
Puntos:
20-03-12 00:28 #9798893 -> 9798859
Por:Cantifala

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
sí, no los cambia todos.No sé exactamente de qué depende los cambie.Solo que ha sustituido el ocho por un chulito. Muy Feliz Es que a mi me paso una vez. De dónde copiaste, de una página web, diario?
Remolon Remolon
Puntos:
20-03-12 00:33 #9798913 -> 9798893
Por:Cantifala

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
El iconito que no funciona es el enfadado. Mira , este es:

Mal o muy enfadado Tu dime a mí, si tiene eso pinta de estar enfadado. Preguntar

Pero a ti jauria te pega más el chulito. Chulillo

Muy Feliz Guiñar un ojo
Puntos:
20-03-12 00:35 #9798917 -> 9798913
Por:Cantifala

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Riendote Riendote No es este el enfadado Riendote esta riendose.

este es muy enfadado Mal o muy enfadado

Me gustaba más la reputación de antes. Contabilizaba los mensajes. Yo ya tenía una pila. Remolon

Por qué lo habrán cambiado¿? Preguntar
Puntos:
20-03-12 01:18 #9799051 -> 9798913
Por:jauría

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Pues yo veo tu reputación y tus mensajes,lo que no veo es la mía.
Puntos:
20-03-12 08:27 #9799256 -> 9798913
Por:Lenguado

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
La tendrás por los suelos Riendote Riendote Riendote Riendote Riendote

Es broma, cambia de navegador, lo mismo te la vuelves a ver...Diabolico Diabolico Diabolico Diabolico

Prometo que intentare no hacer mas chistes malos, pero es que lo pones a huevo Guiñar un ojo Guiñar un ojo Guiñar un ojo
Puntos:
20-03-12 08:33 #9799266 -> 9798913
Por:zorrokotroko

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
La Pepa fue una constitución liberal similar a las que pulularon por Europa al amparo de las ideas ilustradas. Luego la anomalía no es esa. La anomalía es una derecha española, profundamente reaccionaria que veía en todo esto las manos del demonio. Más de doscientos años ha necesitado la derecha española para decir algo positivo de la constitución de 1812.
Puntos:
20-03-12 10:50 #9799665 -> 9798913
Por:jauria

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Lenguado,a mí me la trae al pairo ver o no la reputación,mía o de cualquiera.Una reputación basada en la cantidad de comentarios entrantes,aunque estos sean de dos palabras y media,dando igual como estén expuestos gramaticalmente y digan lo que digan ... pues como que no es para tenerlo en cuenta.Y hablaba de ello,contestando a Cantifala,porque al parecer ha habido algunos cambios con los que esta forera no estaba muy satisfecha.¡¡Ah!! también podría decirte,por supuesto en broma y sin acritud alguna,aquello de que cuando te digan pichi,menees el rabo.Perdón,no me lo has puesto a huevo ... Me lo has puesto de "güevos".
Puntos:
20-03-12 11:38 #9799842 -> 9798913
Por:jauria

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Zorrokotroko,últimamente andas de un moderado que confunde. Léete el artículo que sobre la Pepa escribe Anguita,creo que en "La República".Hay por ahí otros tantos pero en todos,menos en los publicados por los medios de desinformación -peloteros "bobónicos" del reino-,queda claro que esa Constitución, en el "nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo", fue elaborada por el clero, militares y algunos burócratas ... El pueblo,para variar,convidado de piedra.
Puntos:
20-03-12 12:56 #9800233 -> 9798913
Por:zorrokotroko

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Yo la he denominado constitución liberal, no revolucionaria. Aún así estuvo en vigor lo justo, pues la derecha reaccionaria acabó con ella. Y exactamente 200 años han tardado en descubrir sus bondades.

Me imagino que es tiempo que también deberá pasar para que empiecen a descubir en Franco, no sus bondades, sino sus maldades.

Salud.
Puntos:
20-03-12 13:01 #9800268 -> 9798913
Por:zorrokotroko

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
El curioso fenómeno de la constitución de 1812 según Carlos Marx
JOSE LUIS Casas Sánchez 20/03/2012
Diario Córdoba

Dentro del conjunto de artículos que Carlos Marx dedicó a la historia de España, en 1854 publicó una serie de nueve con el título de España Revolucionaria . En ellos analizó los acontecimientos de nuestro país entre 1808 y 1814, e incluyó un comentario sobre el texto constitucional gaditano de 1812, que ayer fue objeto de conmemoración. En uno de esos artículos Marx escribió: "¿Cómo explicar el curioso fenómeno de que la Constitución de 1812, motejada después por la cabezas coronadas de Europa, reunidas en Verona, como la invención más incendiaria del jacobinismo, saliera de la cabeza de la vieja España monástica y absolutista, justamente en la época en que parecía totalmente absorbida en una guerra santa contra la Revolución?". Y si el hecho de su nacimiento le parecía un enigma al pensador alemán, mayor aún consideraba el de su muerte, así como las dificultades que encontró para su desarrollo entre 1820-23 y en 1836.

La resolución del problema puede estar en comprender las dificultades de la Ilustración española para acometer cualquier proceso de reformas, pues, como señaló Pierre Vilar, los ilustrados españoles se mantuvieron entre el deseo de renovación y el respeto a la tradición. Esto se puso de manifiesto cuando se sometió a debate la primera de las leyes, la de Libertad de Imprenta , que nosotros denominamos libertad de expresión, ya que se aprobó con limitaciones, pues se dejaba al control de la Iglesia lo relacionado con la cuestión religiosa. Ello dio paso a que muchos textos liberales se viesen sometidos al examen de las Juntas de censura, como le ocurrió a uno de los personajes más agudos e irónicos del Cádiz de aquellos años, el bibliotecario de las Cortes Bartolomé José Gallardo, quien se vio atacado desde el momento en que defendió los planteamientos reformistas en su Diccionario crítico-burlesco , una obra crítica contra otra de contenido reaccionario. Cuando tuvo que defenderse escribió palabras que aún hoy tienen actualidad: "Mientras haya quien a favor del carácter santo de inviolabilidad que reviste su persona, ose apellidar, en el seno de la sociedad que le aboga, que la ley sancionada por la Potestad Suprema del Estado es contraria a lo que a él se le antoja la ley de Dios, ni tendremos Patria ni libertad segura".

No podemos olvidar que el texto gaditano realizó una declaración tajante de confesionalidad, pues no se limitaba a considerar como oficial la religión católica, sino que era un principio que consagraba a perpetuidad. La dependencia de la legislación civil con respecto a la religiosa se manifestó en diversos folletos del momento, entre ellos el de Rafael de Vélez, titulado Preservativo contra la irreligión , de 1812. Este mismo autor publicaría en 1818 su Apología del Altar y del Trono , donde tras atacar la obra reformista de las Cortes y la obra de Gallardo defendió la presencia en la sociedad de un "Bien Absoluto" enfrentado a un "Mal Absoluto", un maniqueísmo que con diferentes fórmulas veremos presente en otras coyunturas de nuestra historia.

El conflicto ideológico planteado en las Cortes, en opinión de José Luis Abellán, supuso el punto de arranque del conflicto entre dos Españas. Una estuvo representada por quienes deseaban las reformas, eran tolerantes, defendían la igualdad y estaban dispuestos no solo al diálogo, sino también a transigir, como demostraron en muchas ocasiones. A ese grupo, generoso, fue al que los gaditanos le adjudicaron el término liberales, como nos recordó hace años Juan Marichal. Los otros fueron los denominados serviles. Ambas ideologías han vivido y evolucionado a lo largo de nuestra historia contemporánea y cualquier observador atento a cuanto acontece en nuestra sociedad podrá identificar a quienes representan a cada una de esas tendencias.

* Catedrático de Historia
Puntos:
20-03-12 14:20 #9800706 -> 9798913
Por:Lenguado

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Se perfectamente como va la reputación y de que vale, aunque medio en broma también decía que probaras otro navegador, no solo por este tema, también puede ser que fallen otras cosas mas importante, ademas de posibles problemas de seguridad, en todo caso no tengas en cuenta este mensaje, porque nadie me ha dicho pichi.
Puntos:
20-03-12 21:33 #9803213 -> 9798913
Por:Sette

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Ayer día de San José, me dio por repasar la Revolución francesa para comprender un poco más nuestra famosa Pepa, tan publicitada hoy consecuencia de sus doscientos años. Es curioso como una de las principales causas de la Revolución francesa fue la desesperada situación económica del estado francés, las nuevas ideas de los escritores de la Ilustración que reclamaban reformas en el gobierno y en la organización social y económica de la nación. Luís XVI heredó un estado con una Hacienda hundida por el derroche, la fastuosidad y múltiples guerras mantenidas por los monarcas que le precedieron Luís XIV y Luís XV. Intentó poner remedio a la crítica situación rodeándose de los mejores economistas de su época, Turgot, Necker y Colonne, todos fracasaron incluido el arzobispo de Toluose- Lómènie de Brienne- El rey se vio obligado, ante la desesperada situación financiera, convocar los Estados Generales donde estaban representados la nobleza, el clero y la clase media; también fracasaron. Los acontecimientos se precipitaron; en agosto de 1.789 el pueblo asaltó la Bastilla, fortaleza que servía de prisión del estado. Tal circunstancia hizo que la Asamblea aboliera todos los derechos feudales y privilegios señoriales, estableciéndose la igualdad civil de los ciudadanos ante la ley, aprobando la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. Esta declaración fue la base de la Constitución francesa y de todas las Constituciones modernas.
Puntos:
20-03-12 21:51 #9803320 -> 9798913
Por:El Yety

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
POR LA LIBERTAD


Por esta libertad de canción bajo la lluvia
habrá que darlo todo

Por esta libertad de estar estrechamente atados
a la firme y dulce entraña del pueblo
habrá que darlo todo
Por esta libertad de girasol abierto en el alba de
fabricas encendidas y escuelas iluminadas
y de esta tierra que cruje y niño que despierta
habrá que darlo todo
No hay alternativa sino la libertad
No hay más camino que la libertad
No hay otra patria que la libertad
No habrá más poema sin la violenta música de la libertad

Por esta libertad que es el terror
de los que siempre la violaron
en nombre de fastuosas miserias
Por esta libertad que es la noche de los opresores
y el alba definitiva de todo el pueblo ya invencible.
Por esta libertad que alumbra las pupilas hundidas
los pies descalzos
los techos agujereados
y los ojos de los niños que deambulan en el polvo
Por esta libertad que es el imperio de la juventud
Por esta libertad
bella como la vida
habrá que darlo todo
si fuere necesario
hasta la sombra
y nunca será suficiente.
Puntos:
20-03-12 22:42 #9803696 -> 9798913
Por:jauría

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
El yety,un bello poema va bien en cualquier momento y en cualquier lugar,además el tema versado,la libertad,no desentona con el origen de este post. Aunque no sé si quisiste ponerlo en ese post donde estamos pegando poemas y por equivocación lo has puesto aquí.Pero bueno, qué más da,un buen poema se agradece siempre,como también sería de agradecer poner el nombre del autor.En este caso se trata de un poema de Fayad Jamis de nacionalidad cubana.Un saludo y felicitar tu buen gusto.
Puntos:
20-03-12 23:33 #9804048 -> 9798913
Por:El Yety

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Gracias jauria, pero lo bueno de no poner autor es que así hago pensar, buscar o conocer. Veo que a ti no te hace falta, me alegra.
Quise ponerlo aquí adrede.
Agradecido por conocerte..
Puntos:
20-03-12 23:37 #9804071 -> 9798913
Por:Cantifala

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
yety tiene pocos mensajes pero ha empezado fuerte.
Jauría, lo de los chulitos, es el ocho con el paréntesis.
La reputación ya vuelve a ser como siempre. Muy Feliz que te dijeron que la tenias por los suelos. Muy Feliz que por eso que no la veías.
Puntos:
21-03-12 00:08 #9804235 -> 9798913
Por:jauria

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
En mi pueblo, sin pretensión,siempre tuve mala reputación.Y eso me da igual,allá cada cual con la suya. Todo es cuestión de ver si el que la otorga o la quita ejerce juicios de valor honestos y además cuenta con cierta reputación ganada en pos de esos valores.

Y en la faceta cachonda,respecto a que si "la tenía por los suelos y que no me la veía",decir en mi favor que aunque no sea enorme (reputación aparte) por no ser barrigudo siempre observé que estaba ahí ... Y por el suelo,pese a mis años,únicamente está en verano cuando me tumbo en el campo o la playa y en el fresquito enlosado de mi casa a echar una siestecita. Riendote Riendote Riendote Guiñar un ojo Guiñar un ojo Guiñar un ojo
Puntos:
21-03-12 00:33 #9804351 -> 9798913
Por:El Yety

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Jauria, estoy seguro de que en tu pueblo tendrías mala reputacion, pero viendo los post que escribes, si dirigieras un periodico o simplemente esribieras en alguna de sus columnas, yo lo compraría todos los dias, incluso los domingos con el suplemento.


Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad.
Puntos:
21-03-12 21:18 #9808466 -> 9798913
Por:Lenguado

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Cantifala de haber sabido de la absoluta falta de humor y lo mal que ha caído, jamas habría dudado de la altura de la reputación de nadie, mas que nada porque me importa un pimiento, eso tenlo por seguro, me alegro que ya este ese tema arreglado.
Puntos:
21-03-12 21:43 #9808641 -> 9798913
Por:jauría

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Lenguado,hombre,no te pongas así que no ha pasado nada.Tú has gastado una broma y ya está.No pasa nada ... Como verás, yo después la he continuado,sin más... Y cuando te decía que en mi reproche no había acritud,te lo decía de verdad.Si te has sentido molesto,perdóname ... Fíjate, yo ya ni me acuerdo.Un saludo.
Puntos:
22-03-12 01:53 #9809714 -> 9798913
Por:jauría

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Que también se recuerde la masacre del borbón de 1814
Escrito por Socialistas y Republicanos
Miércoles, 21 de Marzo de 2012 05:03
Cesar Alfonso Viñas, candidato al Parlamento de Andalucía por la coalición electoral Socialistas y Republicanos (SyR), manifestó ayer, al término de un encuentro ciudadano realizado en Algeciras, que no se puede recordar el año 1.812 y olvidarse del mar de sangre del año 1.814 por orden de Fernando VII. "Para mi este podría ser el titular que resume los actos de Cádiz, los crímenes fueron tan monstruosos, tan cruel la represión absolutista, tan despreciable la actitud y la conducta de Fernando VII y de la Iglesia de la época, que evocar hoy a los constitucionalistas de 1.812 callando sobre su suerte a manos de los verdugos de los Borbones y la Iglesia es una vergüenza y una infamia a la nación española", señala.

Viñas planteó a los asistentes, en un coloquio realizado en Algeciras y organizado por Socialistas y Republicanos con motivo de los actos que se están celebrando estos días en Cádiz, que "no comparto celebrar el Bicentenario de La Pepa con el olvido siempre de la Constitución de 1.931 (esa Constitución – la más avanzada que ha tenido España en toda su historia- que al parecer no existe). La Pepa es una Constitución liberal, monárquica y moderada que ni el Borbón de turno, el Deseado, tuvo la decencia de acatar. Es una Constitución conservadora y poco rupturista cuyo Art. 366, por ejemplo, dice textualmente que se enseñará obligatoriamente a los niños el catecismo de la religión católica, mientras el Art. 169 establece que el Rey tendrá tratamiento de Majestad Católica. Es una Constitución, por tanto, que además de no apostar por el republicanismo (ya Francia había proclamado la República con la Revolución Francesa), donde tampoco existe el laicismo, es decir, que establece la alianza entre Estado, Monarquía e Iglesia; no recoge la Carta de los Derechos del Hombre promulgada tras la Revolución Francesa. Es decir, esta Constitución es una tomadura de pelo".
En este sentido, Viñas destaca la analogía del art. 169 de la Constitución de la Pepa con el articulado actual de la Constitución de 1.978, donde ambos expresan, casi literalmente idénticos, que "la persona del Rey es sagrada e inviolable, y no está sujeta a responsabilidad"," parece que en este sentido no hayamos avanzado en el tiempo", indica el candidato republicano.
Por otro lado, "la Guerra de la Independencia no fue un levantamiento unánime de los españoles contra el invasor francés en defensa de la monarquía tradicional, como se difunde desde instancias oficiales, fue un proceso mucho más complejo en el que se entrecruzaron proyectos políticos diferentes; y los orígenes del conflicto bélico están ligados a las luchas internas de la monarquía borbónica", acaba señalando Viñas.
Puntos:
22-03-12 02:14 #9809735 -> 9798913
Por:jauría

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Muchas gracias por tu estimulante comentario acerca de los míos.

La frase final,no sé si es tuya ... Pero es de una rotundidad que llama a las puertas de las conciencias,nobles o alienadas y/o dormidas, en pro de un arriesgado y altruista compromiso necesario e ineludible.

De nuevo gracias ... y un abrazo.
Puntos:
22-03-12 11:16 #9810447 -> 9798913
Por:El yety

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
jauria, de verdad, hazme caso y envía de vez en cuando algún comentario a algún periódico que tu veas que merece la pena. Hay columnistas en periódicos que tienen la pluma donde yo me sé.
Tu si tienes una buena pluma, (periodísticamente hablando,ojo)
De momento, mis amigos y compañeros de trabajo ya te leen gracias a los correos que les mando y todos coinciden conmigo. Deberías ser más visible.
Si algún dia lo haces, házmelo saber. Te envío mi correo por privado.
Anímate..
Puntos:
22-03-12 14:51 #9811353 -> 9798913
Por:Rafa1970

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
La libertad de conciencia no estaba recogida por "La Pepa" y sin embargo lo estaba en la Primera Enmienda a la Constitución de EEUU de 1791.También en el artículo X de la Declaración francesa de los Derechos del Hombre de 1789: “Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aun por sus ideas religiosas, siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la ley”.
Por ello los verdaderos liberales de la época fueron los "afrancesados", a los que el siempre sabio pueblo español ejecutó o mandó al exilio ,mientras recibía al Rey felón Fernando VII al grito de "Vivan las caenas"....

En homenaje a ellos y al pueblo francés(ahora atacado por el islamismo) os dejo "La marsellesa", quizás el más bello himno que ha cantado a la libertad...

Puntos:
22-03-12 21:11 #9813296 -> 9798913
Por:zorrokotroko

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Totalmente de acuerdo contigo, los afrancesados fueron lo mejor de la sociedad española de principios del XIX: Goya, Moratín... Todos acabaron, y la mayoría murió, en el exilio.

Pero las fuentes de las que bebe la consitución de 1812, paradógicamente, son las dos fuentes del liberalismo: la constitución francesa (versión napoleónica, la jacobina, junto a sus líderes ya había sido guillotinada) y la norteamericana.

Uno de los hitos de la Pepa es que abolió la Inquisión, algo que no tardó en instaurar el Borbón de turno, el infame Fernando VII.

El problema, querido Rafa, es que en España, al contrario que en Europa, revolución alguna, siquiera burguesa, triunfó: De ahí nuestro secular atraso.
Puntos:
22-03-12 21:34 #9813416 -> 9798913
Por:Rafa1970

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Los españoles, amigo zorro, hemos hecho muchas guerras en el bando equivocado.
Por eso me parece que usted, el sr. jauría y yo a principios del siglo XIX estaríamos exiliados en la dulce Francia o quizás, en el peor de los casos, criando malvas...je,je,je. Porque no nos veo a los tres por las calles de Baena(puede que acompañados del sr. Lenguado e imogene) detrás de un santo;y menos luciendo casco de caballería de la Garde Republicaine tomado como botín, y dirigidos por un cura trabucaire entre rezos y sahumerios...¿O si? Confundido
Puntos:
22-03-12 22:43 #9813873 -> 9798913
Por:zorrokotroko

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Evidentemente. En lo único que son afrancesados los baeneros es en la estrambótica indumentaria del tamborilero. Cuando quisieron imaginar a los malvados judios que crucificaron al Cristo, los curas o la imaginación populachera de la época, no tuvieron otra representación más a mano (de la maldad o de la impiedad) que los soldados de Napoleón.
Hasta ahí llega la influencia de la ilustración, sea francesa o española.
Puntos:
22-03-12 22:57 #9813971 -> 9798913
Por:Cantifala

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
Recuerden un pequeño detalle. Pequeñisimo. No todos pudieron decidir su guerra. Confundido Confundido
Puntos:
23-03-12 11:48 #9815624 -> 9795157
Por:el afiladorxD

RE: La Pepa o el fracaso del liberalismo (tocho inside)
La PEPA ha sido uno de los grandes triunfos de los españoles que lucharon unidos a principios del XIX, en una única España movida por un sentimiento nacional que hoy en dia tanto hace falta, contra una invasión extranjera. Los españoles fueron capaces de defender unidos su libertad y su independencia y como resultado nació la PEPA, única Constitucion surgido por y para los españoles que es envidiada por la que hoy es nuestra Norma Suprema en la que podemos encontrar dos constituciones, una de derechas y otra de izquierdas.

Por mucho que nos intenten convencer, en Cadiz se creó una gran Obra, una Constitución por la que los españoles lucharon por primera vez por la libertad.
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