Baena - Cordoba

La anécdota se ha esparcido por el escenario de campaña como pólvora. Ante el espectáculo que está suponiendo que Don Luis, después de décadas en las que sólo se ha paseado por el pueblo con porteadores, se esté aproximando algo a la realidad que constantemente niega, a muchos les provocará cierta hilaridad saber que el Inmoral fue reconocido como Testigo de Jehová en una de las performances de proximidad que ha protagonizado el exhausto candidato socialista, por el niño que le abrió la puerta de una de las casas que con su mano de midas ha tenido a bien tocar.

Después de la graciosa confusión, tras la que pudiera esperarse cierta indulgencia ante la candidez infantil del niño disidente, nuestro tirano local reaccionó agraviado respondiendo con determinación "Yo soy senador y alcalde de Baena, niño". Así que ya sabe el niño. Propongo que si ganan, destinen el dinero de los abogados de los riojas a programas de orientación y sumisión política para los preescolares y los primeros ciclos de primaria.

Un testigo de Jehová se sienta junto a un gallego en un vuelo de Santiago a Madrid. Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros. El gallego pide un cubata de ron. La azafata le pregunta al testigo de Jehová si quiere beber algo. Contesta el testigo de Jehová con mal tono: “Prefiero ser raptado y vHiolado salvajemente por doce pHutas de Babilonia antes de que una gota de alcohol toque mis labios'. El gallego le devuelve el cubata apresuradamente a la azafata y dice: Yo también, no sabía que se podía escoger'

Bueno... ahora que vamos despacio...:

"No muchos días atrás, una candidata a la Alcaldía de Baena, paseaba alegremente por un lugar de esta encantadora ciudad, agobiada porque la gente se le abalanzaba aclamando a su persona y cantando sus alabanzas deicidio refugiarse en un edificio que se encontraba abierto... ante su asombro, al ver aquel edificio, que en su interior albergaba tesoros y que su extraña planta estaba presidida por una mesa a modo de altar, huyo despavorida al exterior del habitáculo gritando ¡Me han intentado abducir!. Uno de los transeúntes que escucho su grito de desesperación consiguió apaciguarla y explicarle: Sra. esta usted en San Francisco no se asuste.. a lo que la Sra. contesto, menos mal, ¿podría usted hacerme un favor? - por supuesto respondio el transeunte mostrando la amabilidad de los vecinos de Baena, ¿que desea? - respondiendo alegre la Sra: pues que ya que he corrido tanto y he llegado a San Francisco, ¿me podría indicar donde esta la granja para llevarle algo de miel a mi familia?."

Esta no te ha salido bien.

Por sus hechos los conocereis, presumís de devotos y actuais como herejes.