Baena - Cordoba

La inmensa pitada al rey y al himno de España, el 30 de mayo en el Nou Camp, ha sido para muchos españoles un signo oscuro e inquietante, una evidencia de que los odios acumulados en torno al nacionalismo son tan potentes que podrían desatar, tarde o temprano, un enfrentamiento civil.

Todos los ingredientes del cóctel macabro de la violencia están servidos: odio acumulado en una parte importante de la ciudadanía catalana, políticos que alimentan ese odio desde las instituciones del Estado en Cataluña, falta de lucidez y decisión en el liderazgo de la nación, cobardía política que impide tomar las medidas adecuadas y un creciente sentimiento de indignación y rechazo en el resto de España ante el desafío catalanista, que es interpretado como una provocación y una ofensa.
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Lo del Camp Nou no fue un asunto de libertad de expresión sino de odio programado, cobardía, indignidad y seguridad nacional. Tal vez había que haber jugado el partido a puerta cerrada y quizás el rey, por ser la primero de los españoles, no debió padecer impávido semejante humillación. Está claro que España tiene problemas y que el país está lleno de insensatos, ineptos y cobardes.

Muchos españoles con edad suficiente para haber vivido la terrible experiencia de 1936 y otros con cordura para el análisis y sentido de la Historia sintieron ese día de fútbol el frío en la espalda que acompaña a las premoniciones mas inquietantes y terribles. El fantasma de un conflicto civil larvado se paseó por el estadio azulgrana durante la desgraciada final de la copa del rey. La imagen de un monarca que sufría con estoicismo impotente la ofensa, flanqueado por un Artur Mas que sonreía satisfecho ante la provocación a España y por Ángel María Villar, representante del fútbol cómplice de los nacionalismos, era sobrecogedora y el mas duro e insultante reflejo de tres largas décadas de errores y traiciones acumuladas en torno al problema catalán.

El separatismo, ya abiertamente desatado en Cataluña, larvado en el País Vasco y cultivándose con siniestra eficacia en otros territorios de la vieja España, está colocando a la nación en una encrucijada muy peligrosa. No todo el país es tan cobarde e indigno como esa clase política que apuesta por la disgregación y que no ha hecho nada para frenar la traición constante de los políticos catalanes. En el Estado hay instancias que no van a permitir que tipos como Artur Mas o el clan corrupto de los Pujol se salgan con la suya y consumen la mutilación.

Se está jugando con fuego y el fuego casi siempre termina quemando.

Los culpables del drama catalán son los políticos, exclusivamente los políticos, que son los que han alimentado el fuego y el odio, desde los nacionalistas que medraron políticamente con el odio, a los dirigentes nacionales del PSOE y del PP, que coquetearon con el nacionalismo, compraron sus votos con dinero y concesiones indignas y jamás aplicaron la ley contra quienes, sin excusa alguna ni disimulo, traicionaban y engañaban con animo de mutilar la nación.

En lugar de disolver la autonomía cuando se comprobó que sus dirigentes trabajaban para romper la unidad y sembrar el odio, pusieron paños calientes acobardados e indecentes, creyendo que la corrupción podría frenar la ruptura. Le dieron dinero a Pujol y permitieron que el nacionalismo se llenara los bolsillos de manera ilegal y abusiva, esperando que el río de dinero ahogara el independentismo.

Tanto González como Aznar creyeron al taimado Pujol cuando les vendía aquella gran mentira: dadme dinero y competencias y yo mantendré bajo control al independentismo. Zapatero, el mas inepto e insensato de los presidentes, no solo permitió el avance nacionalista sino que lo alimentó y lo mimó.

Pero los nacionalistas ni estuvieron nunca bajo control, ni fueron leales, ni vivieron dentro de la ley. Se permitió al traidor forjar su conjura y los que lo hicieron desde el gobierno de España también se convirtieron en traidores. El nacionalismo tuvo las manos libres para preparar concienzudamentre a la sociedad catalana para que odiara a España desde las escuelas y otras instancias públicas. Los nacionalistas siempre fueron conscientes de que la única manera de separarse sería bajo las banderas del odio. Y nuestros políticos, cobardes y traidores, les dejaron hacer su trabajo.

La verdad es dura, pero nuestros gobernantes no supieron ni frenar a sus colegas nacionalistas, que trabajaban en favor de la ruptura, ni ganarse al pueblo catalán, al que dejaron abandonado en manos de mafias sediciosas.

Los pésimos dirigentes que ha tenido España desde la muerte del dictador, demasiado obsesionados en su particular orgía de corrupción y antidemocracia, cayeron en la trampa y permitieron que el odio y el rechazo a España fuera extendiéndose como un virus por toda Cataluña.

Los cobardes políticos gobernantes ya son conscientes de que el asunto catalán se ha convertido en un drama amenazante para España y en un foco de violencia potencial nada despreciable, pero siguen dominados por el miedo y no se atreven a aplicar la Constitución, suprimir el gobierno infectado y encarcelar a los traidores.

Puede que tengan razón al quedarse ahora paralizados porque tal vez ya sea demasiado tarde para actuar, a pesar de que la clase política catalana soberanista, representada en ese Artur Mas que sonreía satisfecho y, casi eufórico, escondía su odio a España al lado del monarca, mientras miles de hinchas pitaban y media Cataluña acompañaba los pitidos con alegría y rencor desde sus hogares, acumula méritos mas que suficientes para ser encarcelada por alimentar el odio y poner en peligro la paz y la convivencia.

Pero ni la izquierda ni la derecha se atreve a intervenir y tienen pánico a provocar la enorme conmoción que representaría una intervención del Estado para defender la unidad y la concordia, erradicando a los profetas del odio.

Voto en Blanco

Y dale con el voto en blanco, comentarios como este si son los que pretenden inculcar el odio entre españoles y catalanes, pero seamos realistas, ni yo odio a ningún catalán, ni creo que ningún catalán me odie a mí, es más ¿quien no tiene un catalán en su vida?

Te cuento un chisme Rafa, o un chiste, como tu quieras llamarlo, Artur más no se estaba riendo de la gran pitada, se estaba aguantando el pis, para comprobarlo mira en un video ¿ves como se balancea? está que no aguanta más el pobre.

Este forero copia artículos de prensa fascista y nos bombardea con ella .Al menos,si hubiese originalidad,comprobaríamos el nivel intelectual.

Mi nivel intelectual no está usted capacitado para juzgarlo, se lo aseguro.

Pues si de verdad estás de acuerdo con esos comentarios que pegas, quien quiera que sea te la está jugando y bien.

Por supuesto que estoy de acuerdo.
Mira MARIO, si en España hicieran un referendum sobre las autonomias el 70% estaría en contra de ellas. Al igual que una inmensa mayoría de los españoles estan a favor de que se cumpla la ley en Cataluña .

Cuando en un partido de la selección francesa se pitó la Marsellesa, Sarkozy avisó que la próxima vez que ocurriera se suspendería el partido y se jugaría a puerta cerrada. ¿Eso es fascismo?
¿Tu crees que en alguna región de Francia esté prohibido estudiar en francés? Eso no pasa ni en Francia, ni en Alemania ni en Italia ni en ningún pais europeo.

Solo aqui por la cobardia de los gobiernos del PP$OE durante 30 años.

Voy a contarte un secreto Rafa. Nadie, absolutamente nadie, puede predecir nada.¿Que te hace pensar a ti que las autonomías son un problema para el 70% de los españoles? que haya o no cosas que cambiar en ellas es otra cosa, pero ¿acabar con ellas?¿tu sabes lo que supondría eso?

Pitadas en los partidos más importantes de fútbol, ha habido toda la vida y nunca ha pasado nada, todo se queda ahí, en una pataleta. Que te lo cuenten ahora como algo intolerable es una gran manipulación. Conste que yo no estoy de acuerdo con estas manifestaciones, pero el hecho de que no me guste a mi, no me da derecho a tomar o exigir represalias con los que si se manifiestan.

Los catalanistas están perdiendo fuerza día tras día, que no te digan lo contrario, solo tienes que verlo, pueden poner las leyes que impongan pero eso no quiere decir que los catalanes vayan a apoyarla.¿No recuerdas del referéndum catalán? a penas hubo participación y si contaron más votos fue porque muchos simpatizantes votaron varias veces.

Y no permitas que te comparen tanto tu país con otros, bien está que tengamos en cuenta como se vive en otros países y la forma en que resuelven los problemas, pero de ahí a decir que en España todo se hace mal... es muy peligroso, pensar esto.

No conozco su nivel intelectual ni me interesa(decía Maquiavelo que el hábito no hace al monje), pero sus intervenciones son absolutamente apologías de la intolerancia y de clara filosofía dictatorial.
Y eso, ni vale ni es bueno, eso es simplemente aprovechar las libertades de un estado de derecho democrático, para intentar inocular el virus de un gobierno autoritario.

Su opinión me es indiferente señora.

Pienso que la final de la Copa de España debería de celebrarse en la capital del estado español,en Madrid, independientemente de los equipos que accedan a ella. Y si no les gusta, que no participen. Yo no soy futbolero pero ese es mi criterio.

Estamos inmersos en la decadencia del bipartidismo PP-PSOE, en una época donde nos levantamos con corruptos camino de los juzgados cada mañana, con un país patas arriba y entrampado hasta las cejas y lo que le preocupa al establishment es que se pite al himno de España en un partido de fútbol. Pues vale.

Que oye, a mi no me ha gustado nada lo acontecido, lo digo sinceramente. Pero igual cuando dejen de identificar los símbolos de la nación con su concepción de España igual empiezan a ser también míos.

País de pandereta.