Baena - Cordoba

aquella era una tierra de solares, de barro y aire limpio, en el recuerdo era también una tierra de niños,,, niños de una sóla indumentaria, era fácil conocerlos a todos, si no sabías el nombre sólo tenías que decir "el del chaleco verde"...nunca llevó otro.

mientras los niños jugaban a las bolas en los inmensos descampados de barro, mientras se hacían virtuosos del trompo con púa de caballo y regateaban piedras y ladrillos rotos en partidos de futbol sin final, los padres de aquella tierra sólo trataban de llegar a fín de mes...a dieta de sudor, madrugones y vino de mediodía...se pasaba frío en todas las casas, se pasaba mucho calor en los veranos...la tecnología no era ni palabra, no significaba nada. Las manos de las mujeres las recordamos rojas, hinchadas de lejía y suelos, de platos y guisos, de baños y niños.. las veinticuatro horas, la vida entera.

Mientras los niños mataban lombrices con piedras y se tiraban piedras a la cabeza, los adultos miraban de vez en cuando la tele...era un cacharro puesto en el salón de algunas casas, que se veía en blanco y negro y que ´les decía a los mayores lo que pasaba...luego supimos que muchas cosas pasaban pero no se decían en la tele...de hecho casi todas.

No había casi coches en aquella tierra, se aprovechaba para jugar al futbol en el escaso asfalto de las calles...era mas probable detener la pelota por el paso de un señor mayor que de un automóvil...algunos pasaban demasiado lentos con sus chivatas, caminaban sin ganas y sin poder...

Las conversaciones de los mayores las recuerdo siempre en voz baja, en secreto, con los niños mandados a la calle o al cuarto y sin rechistar...creo que era miedo, porque algo importante estaba pasando en aquella tierra, eso parecía, porque se ponía la tele más de lo normal y se veía la imagen de un muerto metido en su caja...a todas horas, a mí esa imagen me quitaba las ganas de comer, me daba asco la cara de ese muerto...y tantísima gente pasando a verlo.

Aquella tierra la recuerdo así, tan distinta de esta, tan inhóspita y subdesarrollada, tan respetuosa cómo servil, tan analfabeta cómo silenciosa...y tal vez lo único a echar de menos en la nostalgia sea aquel aire de ilusión, de vida, de ausencia de puñetas y remilgos...y puede ser también la imagen en aquella tele de un señor muy serio y solemne, que decía que podía prometer y prometía...una España distinta, que de poderla contemplar ahora, no sería esta.

Como lo sabes viejo, pero la vida pasa y de cada vez se le parece mas a tus recuerdos y eso no es bueno porque estamos volviendo al pasado.
Dios nos libre .

Estamos a la altura de caer al año 75, esperarsus...