Carnaval, carnaval ................... Siempre que me he disfrazado me lo he pasado fenomenal de bien, ya me disfrazo menos, pero tiempo atrás me gustaba disfrazarme todos los años y un mes antes de los carnavales ya empezaba a prepararme mi disfraz. Una de las últimas veces que me disfrace la verdad es que no lo tenía pensado, simplemente surgió y fue una de las veces que mas me pude reír. Era sábado de carnaval había estado con mi mujer viendo el fútbol en el bar de “Nochi”, terminó el fútbol y bajé a casa a cenar y me encontré encima de una silla, una careta de goma que se había comprado mi hijo en Ciudad Real, la careta era horrible de fea, era una careta de bruja feísima, me entro gana de ponérmela y sobre la marcha me disfracé, me ate un cojín a la espalda para tener una buena chepa, me puse unas “sayas” largas que me llegaban a los pies, guantes, una toca negra …… y cuando me miré al espejo casi me asusto yo mismo de la visión, y así de esta manera salí de casa y me marche de nuevo al bar de “Nochi” para ver que pasaba. El bar de “Nochi” es amplio y después del fútbol se quedan en el algunos matrimonios jóvenes con hijos de corta edad, y los crios corretean por el bar y juegan entre ellos. Así estaba el panorama cuando hago mi entrada en el bar, se hace el silencio, todo el mundo se queda mirándome, y los crios no corren sino que vuelan a refugiarse en los brazos de sus madres, hubo alguno que incluso se metió debajo de la mesa, yo no me podía aguantar la risa, todos me miraban pero nadie me conocía. – Mami, Mami la bruja, mira que fea es. – Si no hace nada ve y tócala y ya veras. Para venir y tocarme estaban los mas que asustados crios, por mas que lo intentaban no se acercaban a menos de cuatro o cinco metros, y si algún padre intentaba llevar a su hijo hasta mi, os podéis imaginar los gritos que daba, yo de vez en cuando hacia señas con la mano a algún crio para que se acercase, pero este me decía que no con la cabeza y se agarraba mas fuerte aun, a las piernas de su padre. Allí estuve un ratito sin que nadie me conociese y sin que ningún crio diese ni pizca de ruido, me harté de reír, y me marché a otro lugar. Saludos JOSA. P.D. ver el carnaval callejero es muy divertido, pero si vas disfrazado lo es mucho mas.
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