Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Buenas tardes, me llamo… ¿Cómo me llamo leñe?, puede ser que me llame Paco, o tal vez María, no recuerdo ni mi cara, no me acuerdo de sonreír, por las noches tengo miedo, pero no tengo miedo a estar solo porque, ¿Qué es estar solo?
Siento frío en mi entrepierna, ¿Qué es esto? Estoy mojado. No puedo ir al servicio y no me puedo cambiar el pantalón, solo me queda esperar a que alguien se de cuenta.

Querría contarle cuentos a mis nietos pero no puedo, nunca haré ese viaje que me hacia tanta ilusión, dejé aquel libro a medias y, de mis noventa y cuatro años, siete los llevo sin mi compañera o compañero, menos mal que están mis hijos, pero mis hijos tienen sus hijos, su vida, tienen sus trabajos y, esta puñetera crisis no les deja tiempo para estar a mi lado el tiempo que les gustaría estar, y lo entiendo, nunca les recriminaría que me ingresen en una residencia, allí estaré con más gente como yo, con otra familia, mejor cuidado seguro, entenderán lo que ahora ni yo entiendo sobre mis enajenaciones.

A mi pesar estaré mejor allí, por mi bien y el bien de los míos.
Hoy me ha preguntado mi hijo, que que me parecía si ingresaba en esa residencia cercana a la montaña y, se lo he pedido por favor.
Hijo nunca te recriminare lo que hagas, solo pido que no me olvides, que no dejes de ser quien fuiste, que no olvides lo que te enseñe y lo que me enseñaste y, que cuando puedas vayas hacerme compañía.
Hijo solo pido que luchen por hacerme comer, que me dejen el pelo como siempre me gusto, que me lean aunque no les entienda

Hijo yo veo muchos hijos que deberían ingresar a sus padres, parece que estén hartos de sus mayores, les riñen con o sin motivo, se olvidan del día de su cumpleaños, hacen que se esfuercen mas de lo que deben, les obligan a mirar y, a oír, ya no les llaman por su nombre ese mismo que a ellos pusieron, son egoístas, no aceptan el destino, y les molesta la responsabilidad de tener que decidir por ellos.

Hijo gracias por hacer lo mejor para mi como yo lo hice para ti, se que no todos sois iguales, que a ti no se te olvidará aunque esté en la residencia que te di la vida, que te cuide cuando te subía la fiebre y llorabas noche y día, que te llevaba de paseo, que te acompañe ese primer día al colegio, que te cruzaba la calle para que fueses a jugar con los amigos, que te hacia tu plato preferido cuando me lo pedías, que madrugaba para comprarte el pan tierno y ponerte el bocadillo, que traté que nunca me faltase al menos lo imprescindible, que te curaba las heridas.
Hijo estoy seguro o segura que no me faltaran tus calidos besos y fuertes abrazos en aquel nuevo hogar.

Padre: déjame hablar el cambiarte de hogar no será motivo para olvidar tus cómplices miradas, ni tu interés por encauzar mi futuro, ni la tibieza de tus manos, ni las historias que me contabas.
Me siento orgulloso de llevar tus apellidos, que por mis venas fluya tu misma sangre, estoy orgulloso por lo que fuiste y lo que eres y de ser parte de ti y, te agradezco que me enseñaras a perdonar, que me enseñaras a ser paciente, humilde, optimista

¿Sabes? estoy deseando vengan esos señores y me lleven a mi nuevo hogar y, conocer mis nuevas amistades, se que no es porque me quieres menos, se que no será el rincón del olvida, porque hijo eso tu no lo has mamado.

Es facil adivinar el autor de este escrito,y como no me duelen prendas reconocerlo, I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E y como tal así lo expreso.


Saludos,


Isidro

Ofú, chiquillo,casi no puedo terminar de leerlo.Precioso relato y realista a la vez.Tan real como la vida misma y quien lo ha vivido en sus propias carnes lo sabe mejor que nadie.
¡¡¡Que más da quien lo haya escrito o haya tenido el detalle de colgarlo!!!
Saludos a todos.

Muy sentimental y lacrimogeno, pero yo sigo viendo las residencias llenas de padres y madres cuyos hijos tienen un cayo en el corazon en lo que tiene que ver con ellos, padres y madres que muy limpios y bien alimentados se despiden de la vida dia a dia conscientes de que son una molestia, se van dejando morir en silencio y consumidos por la tristeza y la inanición voluntaria.
Insisto en que estos lugares deberian dejar de ser residencias para personas mayores y en todo caso especializarse en la atención de pacientes con enfermedades como la demencia senil o el alzheimer.
Ya comenté que todos hemos sido bebés y hemos dado malas noches a nuestros padres, algunos mas tiempo que otros, por eso nunca debemos olvidar el efecto búmeran o algo parecido, "haz a los demas lo que quieres que te hagan a ti"

Hola a todos.el relato que como vien dice manolo es precioso y realista.Pero a mi corto entender y siempre desde mi punto de vista.hay algunos pases del relato. que te ponen los pelos de punta y ademas es para reflesionar sobre el tema.Ami me a llegado muy adentro.cuando el padre le da las gracias al hijo por todo lo que espera de el.Pero recordandole todo lo que unos padres hacen por sus hijos.Enfin esto tiene miga Yo a titulo particular en mi casa mis padres tuvieron 9 hijos aunque en la actualidad vivimos 5 en mi casa teniamos que dormir en sacas de farfolla. puede que algunos de vosotros sepais de que va el tema.Y apesar de todo que vonito era.a mis hermanas i ami nunca nos falto un plato de comida el cariño que unos padres son capaces de dar y sobre todo inculcarnos unos valores que los tenemos muy presentes.Yo sinceramente me gustaria no tener que avitar un lugar asi aunque nunca se save.llo a mis padres no los uviera metido en lugar asi. Como referencia comentare que hace unos 3 años me pidio mi mujer y mi cuñda Aurora que las llevara a visitar algunos paisanos que alli estavan internos y la verdad siendo una residencia que dicen quees muy buena y a decir verdad todo estaba muy limpio pero yo sali de alli muy desencantao.Perdonar que esto se a echo muy largo
Saludos Desde Barcelona
Antinio Collados