Manzanares - Ciudad Real

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CUANDO los socialistas esperaban cruzados de brazos que Franco se muriese de viejo y la dictadura se desplomara como un castillo de arena, Marcelino Camacho Abad daba vueltas por el patio de Carabanchel con un jersey de punto que le tejía su mujer para abrigarlo del frío y la soledad de la cárcel. Pasó entre la prisión, los campos de trabajo y el exilio muchos de los años que otros dedicaron a estudiar carreras con becas del Régimen, y el tiempo que estuvo en libertad lo dedicó a organizar un sindicato clandestino que discutía convenios y salarios con los jerarcas del verticalismo. Nunca se sintió un héroe ni un líder de masas sino un dirigente obrero que cumplía con su deber, y cuando la democracia le restituyó con honores y medallas la dignidad que el franquismo había tratado en vano de quitarle no cedió a la tentación de la comodidad ni del aburguesamiento y siguió viviendo con la frugal humildad que había mamado: en un piso modesto y con un tren de vida sin lujos ni estridencias. Marcelino, el hijo de ferroviario, el camarada trabajador del metal, jamás habría hecho ordinaria ostentación de una mariscada.
Camacho fue un comunista honesto y una persona decente cuya humanidad le granjeó respeto general por encima de sus creencias y de su militancia. Y sobre todo, fue un hombre que supo perdonar. La defensa de la ley de Amnistía en el Congreso de los Diputados lo dejó retratado ante la Historia como uno de los símbolos de la reconciliación y la concordia democráticas. Si alguien tenía motivos para el resentimiento era él, que apenas vio crecer a sus hijos entre condena y condena; sin embargo alcanzó a entender la oportunidad que el perdón mutuo ofrecía para abrir la puerta de la libertad, y se tragó sus sentimientos —que no sus ideas— para favorecer un pacto de convivencia. Forjado en el marxismo más estricto y combativo, se reconvirtió en un pragmático de la negociación y del diálogo. Luego le rebasó el tiempo de una modernidad que acaso nunca llegó a entender, pero envejeció sin maltratarse a sí mismo y tuvo la intuición de dar paso a una generación de sindicalistas de otra formación y otro talante. Por eso Comisiones Obreras ha sobrevivido a la hecatombe de un PCE que no logró entender su papel en una izquierda dominada por la hegemonía de la socialdemocracia.
Ni el más acérrimo anticomunista podría negar el ejemplo de coherencia en que Marcelino cimentó su indiscutible prestigio social y humano. De todas las figuras de la Transición quizá no fuese de las más brillantes pero es difícil encontrar una más honrada. Luchó por sus convicciones con generosidad y respetó al adversario con una nobleza que hoy no se estila. En esta política bronca y cabritera ha desaparecido el idealismo que impulsó a aquellos hombres honorables. Y cómo se nota.

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Comentarios destacados

SALUD CAMARADA!!!!

CUANDO los socialistas esperaban cruzados de brazos que Franco se muriese de viejo y la dictadura se desplomara como un castillo de arena, Marcelino Camacho Abad daba vueltas por el patio de Carabanchel con un jersey de punto que le tejía su mujer para abrigarlo del frío y la soledad de la cárcel. Pasó entre la prisión, los campos de trabajo y el exilio muchos de los años que otros dedicaron a estudiar carreras con becas del Régimen, y el tiempo que estuvo en libertad lo dedicó a organizar un sindicato clandestino que discutía convenios y salarios con los jerarcas del verticalismo. Nunca se sintió un héroe ni un líder de masas sino un dirigente obrero que cumplía con su deber, y cuando la democracia le restituyó con honores y medallas la dignidad que el franquismo había tratado en vano de quitarle no cedió a la tentación de la comodidad ni del aburguesamiento y siguió viviendo con la frugal humildad que había mamado: en un piso modesto y con un tren de vida sin lujos ni estridencias. Marcelino, el hijo de ferroviario, el camarada trabajador del metal, jamás habría hecho ordinaria ostentación de una mariscada.
Camacho fue un comunista honesto y una persona decente cuya humanidad le granjeó respeto general por encima de sus creencias y de su militancia. Y sobre todo, fue un hombre que supo perdonar. La defensa de la ley de Amnistía en el Congreso de los Diputados lo dejó retratado ante la Historia como uno de los símbolos de la reconciliación y la concordia democráticas. Si alguien tenía motivos para el resentimiento era él, que apenas vio crecer a sus hijos entre condena y condena; sin embargo alcanzó a entender la oportunidad que el perdón mutuo ofrecía para abrir la puerta de la libertad, y se tragó sus sentimientos —que no sus ideas— para favorecer un pacto de convivencia. Forjado en el marxismo más estricto y combativo, se reconvirtió en un pragmático de la negociación y del diálogo. Luego le rebasó el tiempo de una modernidad que acaso nunca llegó a entender, pero envejeció sin maltratarse a sí mismo y tuvo la intuición de dar paso a una generación de sindicalistas de otra formación y otro talante. Por eso Comisiones Obreras ha sobrevivido a la hecatombe de un PCE que no logró entender su papel en una izquierda dominada por la hegemonía de la socialdemocracia.
Ni el más acérrimo anticomunista podría negar el ejemplo de coherencia en que Marcelino cimentó su indiscutible prestigio social y humano. De todas las figuras de la Transición quizá no fuese de las más brillantes pero es difícil encontrar una más honrada. Luchó por sus convicciones con generosidad y respetó al adversario con una nobleza que hoy no se estila. En esta política bronca y cabritera ha desaparecido el idealismo que impulsó a aquellos hombres honorables. Y cómo se nota.

Toxo se marcha con su esposa a Un crucero de lujo, el caribobon Cándido Méndez va a desayunar al restaurante de lujo del Hotel Villamagna.
Nunca vimos a Marcelino Iglesias que en P.E.P.en sitios como estos; en cambio los sinvergüenzas estos se pegan la gran vida, gracias a los dineros que les da el bobo solemne ZP para tenerlos calladitos.

Pero que ni un pésame puede salvarse de vuestras tonterias.

No son tonterías, son verdades. Los sindicatos tenían que ser independientes y mantenerse con las cuotas de los trabajadores. Han perdido todo el valor que tenían antes.

Los sindicatos hacen lo que todo el mundo, lo que todas las organizaciones y asociaciones, y creo que no es el mejor lugar para decir lo malos que son los sindicatos, malos por ser como todas las organizaciones.

Simplemente D.E.P

Resaltar un hecho que pocos conocen, este Sr. tubo un accidente de trafico en nuestro pueblo,en el "cruce" es decir donde se cruzaba la carretera de Ciudad Real con la hoy A-4, lo acabaron llevando al hospital, no le ocurrió nada grave.
D.Q.M.

Vale ¿y que,? a mi me dio y me da igual, si cerraron o no el hospital, por estar Marcelino Camacho, mira que sois quisquillosos joder, a to le sacais punta, seguramente, no recuerdo el año, supongo estaria Don Emiliano de Director del Hospital, y eran otros tiempos.
D.Q.M.

rokefeler; No has encontrado otra palabra para despedirte de este gran hombre que diciendo salud camarada; no creo que sea la palabra adecuada.
Parece que quieres hacer un chiste despidiéndote de un muerto deseándole salud.
Tanto énfasis has querido echarle que has metido la pata hasta el corvejón como dice mi abuelo.
Hasta para esto hay que tener clase.

Creo que Marcelino Camacho ha sido un hombre honesto. Aunque no comparto su ideología pienso que merece todo el respeto de los españoles. Supo defender sus ideales y vivir en sintonia con ellos. Me alegro que el Principe y Esperanza Aguirre entre otros muchos lideres políticos fueran a su funeral.
En Manzanares cuando estuvo ingresado nadie cerró el hospital. El Director( Don Emiliano) hizo lo que tuvo que hacer y como era un lider importante la Guardia Civil vigiló la planta. Pero en aquellos tiempos eso era normal. No hay que sacar las cosas de quicio.

El que saca las cosas de quicio es el de siempre.

Borrado por Foro-ciudad.com

Te han dicho que no se cerró el Hospital, y sigues insistiendo.

elpayo3..............
No eres mas tonto por que no te entrenas, sino acabarias sien el Nº1 del mundo, ¿Que yo he sacado lo del Hospital? macho/a es que a todos los accidentados los suelen llevar a sitios parecidos, hospitales, centros de salud, etc. etc.Es que a este Sr. por ser Comunista y de las CCOO lo tenian que haber llevado al muladar, o dejarlo tirado en la carretera. Lo dicho sigue entrenando que al menos seas el primero en algo, por que inteligencia, mas bien puffffffff 0.00000000000001 y ese uno es para cuando estas dormido.
D.Q.M.

SOLO DECIRTE,QUE BASTANTE ME TENDRAS QUE DECIR TU,DE COMO DESPEDIR A UN CAMARADA.
PD:LA IDIOTEZ ES UNA ENFERMEDAD EXTRAORDINARIA,NO ES EL ENFERMO EL QUE SUFRE POR ELLA,SINO LOS DEMAS(APLICATE EL CUENTO)(VOLTAIRE)

Vamos a ver rokefeler alias el Séneca; explica por que te despides de un muerto diciéndole salud camarada.
En vez de salir bla bla bla.

PRIMERO.mira pitagoras,lo de salud,tiene su porque ese saludo tiene un significado,pero como para aprender hay que leer y ya que te interesa tanto,te recomendaria que utilizases internet para otra cosa que no sea escribir tontas,con el unico objetivo de chinchar a otro.
SEGUNDO.te recuerdo que rockefeler se lo decias a rockero(un saludo camarada),no a mi,ya que has decidido poner motes a todos(menudo pasatiempo)por lo menos se original y no repitas
pd:con esto cierro mis intervenciones en este hilo,te anticipo que cualquier intento por chincharme es inutil(en este hilo claro)

Borrado por Foro-ciudad.com

El payo, ¿Pero que estás haciendo? así no vas a conseguir nada, de esta forma lo único que puedes conseguir es cargarte el foro.