Manzanares - Ciudad Real

Afectado por una irrelevancia política pavorosa y con su líder relegado a la tribuna de invitados, el socialismo castellano-manchego no termina de levantar cabeza.

El Partido Socialista en Castilla-La Mancha inicia curso político agarrado al caso Bárcenas como un náufrago a un flotador en medio de un océano de desesperación política. Los socialistas castellano-manchegos andan estos días escrutando los famosos papeles en busca de algún detalle que pueda poner en jaque a la presidenta de la región, María Dolores de Cospedal. Curiosamente Luis Bárcenas se ha convertido en un filón para unos políticos herederos de un despilfarro sin parangón. Seguramente el extesorero del PP, -como todo el mundo sabe obsesionado con derribar a Cospedal-, se lo agradecerá aunque el eco mediático de las diatribas socialistas castellano-manchegas es escaso a nivel nacional.

La semana pasada se puso de manifiesto durante la celebración del Debate sobre el Estado de la Región, y estos días se sigue disparando con la misma pólvora. Afectado por una irrelevancia política pavorosa, el PSOE de Castilla-La Mancha no termina de levantar cabeza. Sus hombres fuertes siguen siendo los mismos que durante los años en los que José Bono y más tarde José María Barrreda se enseñoreaban en una región que hasta la llegada de Cospedal al Palacio de Fuensalida no había conocido otro gobierno diferente al del PSOE. En contra de lo previsible, la derrota electoral no provocó una renovación a fondo.

Con un Emiliano García Page que no termina de hacerse con feudos importantes como los de Cuenca y Ciudad Real, y desactivado como parlamentario autonómico por José María Barreda al colocarle en las listas para el Senado, el PSOE en Castilla-La Mancha busca argumentos contra el PP. Con una buena dosis de impotencia, conscientes de que lo más duro de la legislatura ya ha pasado y que después del ajuste de caballo ejercido durante los dos primeros años de la cirujana Cospedal al frente del Gobierno ahora el trabajo de oposición se hará más cuesta arriba.

La mediocridad política de la bancada socialista en las Cortes autonómicas es escandalosa. Con Emiliano García Page asistiendo a los debates importantes en la tribuna de invitados, los socialistas se agarran a viejos roqueros como el conquense José Luis Martínez Guijarro, que insiste un día sí y otro día también en pedir la dimisión de la presidenta. A lo que Cospedal contesta con dominio pleno del escenario: "No me pienso ir de aquí". Martínez Guijarro, por cierto, último consejero de Agricultura en la etapa socialista que dejó un desaguisado económico en su Consejería de difícil solución. Con estos mimbres, la única opción que le queda a García Page es poner patas arriba su partido, pero su capacidad de maniobra es escasa y él lo sabe.

El PSOE de Castilla-La Mancha ha llegado al extremo de hacer extensible la petición de dimisión al secretario general del PP en la región, Vicente Tirado. Estiran y estiran el chicle del caso Bárcenas para sacar una tajada que no encuentran legitimidad para reclamar de otra forma después de haber dejado las arcas autonómicas hace dos años en la más absoluta ruina.

Cospedal se reivindica como presidenta

Ocurre, sin embargo, que María Dolores de Cospedal, lejos de dejarse llevar por el vocerío toledano, sigue reivindicándose allí como una mujer centrada en la gobernación de Castilla-La Mancha y además que no le duelen prendas a la hora de pronunciar el nombre del tesorero maldito.

A vistas de un observador imparcial, se podría decir que Cospedal va sobrada de recursos dialécticos en un Parlamento autonómico cuyo nivel en la oposición no llega al aprobado. Algo así como si Ronaldo jugará en un campo de tierra. Otra cosa sería que Page fuera el portavoz de esa bancada, pero en el pecado llevan la penitencia y las luchas indisimuladas en el seno de su partido se lo impidieron.

Así las cosas, a dos años de las próximas elecciones, Cospedal puede convertirse en la mujer que sacó de la ruina a una región prácticamente desahuciada mientras sus contrincantes políticos piaban y piaban al son de un pájaro llamado Luis Bárcenas.

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page es un tio que a los 19 años era concejal en toledo, lleva 25 años viviendo de la politica y hara lo que sea por seguir asi...por eso se lleva tan bien con su representante local.