Manzanares - Ciudad Real

EL VALOR DE LA SENCILLEZ José herrera Ramírez

Todos podemos ser felices con mucho menos de lo que creemos. El secreto esta en distinguir los infinitos deseos de las verdaderas necesidades.
Cuando aprendemos a diferenciar los deseos de las necesidades, simplificamos nuestra vida, nos concentramos en lo esencial, descubrimos el potencial de la sencillez y dejamos de estar angustiados por cuestiones que se han vuelto urgentes sin ser importantes. Sin embargo, suele suceder que los deseos, infinitos y confusos, se disfrazan de necesidad, por lo que nos resulta difícil encontrar un sentido a nuestra vida.
En realidad, las necesidades son pocas, claras y nos permiten sobrevivir: necesitamos alimento, techo, abrigo, y también, comunicarnos y dar y recibir amor. Asi, necesitamos agua para vivir, pero no gaseosa o cava, pues esto es ya un deseo. Necesitamos hablar y comunicarnos con los demás, pero no costosos artefactos de ultima generación para conectarnos sin limite. Necesitamos amor y no acumular relaciones y vínculos superficiales.
HACIA UNA VIDA CON SENTIDO
Hoy vivimos una época convulsa que proviene, mas allá de las explicaciones de los políticos y los economistas, de una pandemia de deseos que nos empujaron a una carrera sin fin, pues el objetivo del deseo es el próximo deseo y no la satisfacción. Tenemos la gran oportunidad de escuchar la acallada voz de nuestras necesidades. Empecemos por reconocerlas y sigamos por honrarlas. De buen seguro que llevaremos una vida mas sencilla y también mas profunda. Una vida con sentido.
UN SALUDO

Interesante y acertada reflexión.
Las grandes compañías sirviéndose de los grandes grupos de comunicación, son los que con sus bombardeos publicitarios nos han estado empujando en estos tiempos pasados de consumismo a confundir los deseos con las necesidades.
No tiene sentido comprar cosas que no necesitas, con dinero que no tienes y con el único objetivo de dar en los ojos a las personas que detestas. Lastima que tenga que ser necesaria una crisis para ver algo tan evidente. Coincido con el Sr. Herrera, para ser feliz no necesitamos el 50% de las cosas que poseemos.
saludos cordiales

Por una vez se habla de algo que no sea el politiqueo de siempre.

A lo que tu te refieres es la sociedad de consumo en la que todos estamos inmersos.

Los medios de comunicacion nos han comido el coco y nos han echo tener la mentalidad que parece que para ser feliz, tienes que estar consumiendo sin limites.

Parece que no podemos ser felices sin el movil de ultima generacion,sin coche,sin comprar ropa de moda sin necesitarla,sin ordenador,sin la tablet,sin ir todo los años de vacaciones,sin perfumes,sin cenas en restaurantes ,sin la play o la wii para los niños en fin parece que la vida es solo comprar y consumir mil cosas que podemos vivir sin ellas.

Estamos en la sociedad de comprar, comprar y comprar por vicio y si no consumes al rirmo de los demas la gente se sienten frustrados.

Yo veo mas concretamente a los jovenes y son adictos al movil de ultima generacion y a la ropa de marca.

La sociedad que nos ha tocado vivir confunden la felicidad con aparentar,consumir,derrochar sin necesidad.

Hemos sustituido el amor a las personas ,por el amor a la tarjetas de credito.

La sociedad actual valora en exceso todo lo material,por encima de la persona y de los sentimientos.

JOSE HERRERA ESTA MUY BIEN ESTE TEMA.