Chóvar - Castellon

Hoy explicaré una historia real como la vida misma, que hasta ahora ha estado oculta a la mayoría de los españoles:
Respecto a la transición y Felipe Gonzalez al que todavía muchos circulos se le respeta.

No hubo oposición democrática al franquismo, al menos hasta su muerte. Prácticamente, la única oposición que hubo era el PCE, y llamarlo democrático es una burla sangrienta a la democracia moderna fundada en la soberanía de la ley como garantía de la libertad individual. Cualquier concepción democrática en el PCE era adjetivada y la anterior era la 'democracia burguesa' tan execrable y objeto a destruir para el PCE como el propio franquismo. Así, la 'izquierda clandestina', es decir el PCE, no renunció a nada porque nada tenía excepto el desconcierto y temor que provocaba en los cuadros franquistas, los cuales teniendo claro que el franquismo, se trataba de una dictadura personal, sin vinculación estricta a ideología alguna o referente en modelo de sociedad, se sintieron forzados a liderar su transición pactando con el temido enemigo.
Recuérdese que cuando Felipe González pide a Suárez que los comunistas sigan en la clandestinidad, es decir, sus presos en la cárcel, Suárez no sólo se lo niega, sino que los legaliza y defiende su legitimidad en la sociedad cuya transición dirigía (Por cierto, yo estuve en Carabanchel a recibir a Lucio Lobato tras 24 años de cárcel sin delito de sangre y que salió gracias a Suárez y contra la petición realizada por Felipe González en nombre del PSOE, y en el suyo propio, claro).

Por otra parte, los cuadros medios y bajos del franquismo, de sus sindicatos verticales, escuelas de mando, adoctrinadores de instituto, maestros, enchufados en las empresas del INI..., etc, todos ellos con dos rasgos comunes, uno rencor al franquismo por el que se sentían traicionados, aquello de la revolución pendiente, y otro profundamente anticomunistas, afectos de antifranquismo sobrevenido, fueron el caladero de dónde se nutrió mayoritariamente, tras la muerte de Franco, el emergente PSOE que los transformó en sus cuadros antifranqusitas de toda la vida que configuraran el modelo de ese partido. Las excepciones, unos pocos procedentes de grupos cristianos, tránsfugas del PCE y algun otro, apenas modifican la regla (No sé qué es izquierda, pero incluso dentro de cualquiera de sus delirantes definiciones, no parece que el PSOE de antifranquismo sobrevenido fuera tal).

Los nacionalistas, cuatro en el antifranquismo, pero ciertamente bastante radicalizados, no eran significativos ni representaban nada más allá de a sí mismos, y no sólo no renunciaron a nada sino que fueron premiados por el PSOE que identificándose con ellos pretendía, y pretende, ocultar su procedencia del franquismo así como por el acomplejado PCE (La ignorancia acerca de nacionalistas (no soviéticos naturalmente, que se veían como internacionalismo, ¿?), en el PCE era de tal calibre que circulaba entonces un panfletillo de Stalín, de allá por los años 20' y 10 o 15 páginas, y que se leía para ver qué era eso de los nacionalismos). El partido del presidente Suárez necesitado, de estructuras regionales de las que carecía pues en la mayoría de los casos estaba en manos de pequeños y egoístas caciques del franquismo, así como el referido y apoyo PSOE en su delirante búsqueda de legitimidad antifranquista y el confuso y confundido PCE, favorecieron a los diferentes grupúsculos nacionalistas regionales en sus demandas de forma desproporcionada, tanto con la ley electoral que los beneficia vergonzosamente en detrimento de los españoles no nacionalistas regionales, como con las demenciales concesiones de poder en temas que eran claramente propias del estado y no de gobiernos regionales pues afectaban al conjunto, como, y es sólo un ejemplo, enseñanza, comercio o sanidad. Así pues, la Constitución no fue resultado de ninguna renuncia, de hecho sólo puede renunciar el que tiene, y allí nadie tenía aunque es cierto que algunos sí sacaron sino una acertada primera ley, constituyente, que nos constituía como sociedad moderna y Estado de Derecho.

Si, no es muy correcto el análisis inicial pero puedo coincidir en las conclusiones.