Arañuel - Castellon

No hay motivo para rasgarse las vestiduras, cuando tenemos leyes penales que para un sector importante de los jueces y fiscales progresistas les parecen muy duras y que según manifiestan en algunas ponencias no permiten la reinserción, especialmente de los delincuentes extranjeros, olvidándose de la función de castigo y disuasión de la pena o el derecho de la victima a ser resarcido.

Aquí se ha tachado de incidentes racistas y xenófobos una protesta popular donde participan hasta inmigrantes contra un colectivo de etnia gitana de origen rumano que tiene a todo un barrio asustado y son los protagonistas de robos y hurtos descarados. Existen individuos con más de 50 causas pendientes sin papeles de residencia o pertenecientes a etnias que han provocado problemas por toda Europa que campan a sus anchas y se permiten el lujo de amedrentar con toda impunidad que la justicia española o no sabe o no puede evitar sigan cometiendo delitos ante el pasmo general.

Pero ante todo esto consecuencia de la incapacidad de valorar el daño que se provoca a las víctimas, el clima de inseguridad que se provoca y el poso de rabia que se está creando, lo mejor es esconderse en el dogmatismo criminológico de corte seudo humanitarita donde lo importante es no criticar, sufrir con resignación y no responder a las amenazas contra las personas y su patrimonio, porque ahí comparativamente los mismos jueces mencionados al principio si se ponen muy duros y un ciudadano normal no se puede permitir que se revele y menos contra un colectivo que comete delitos forzado por la sociedad y que los elige a ellos como culpables de todo lo que les acontece y menos si son inmigrantes, porque entonces es racismo y xenofobia.

Suerte.