Poesía ¿Qué comemos hoy? ¿ Q U É C O M E M O S H O Y ? Con mis escasos saberes a contaros raudo voy lo que dicen las mujeres, a ver: ¿Qué comemos hoy? Diferentes son de hoy día aquellos tiempos vividos, cuando en menú consistía en los garbanzos cocidos. O judías con bacalao, o las sopas de sardina, o el ajoblanco ensopao, o las puchas con harina. Teníamos un tipo fino nadie en España era obeso, nuestro aspecto era divino y sin aumentar de peso. Las mujeres, muy esbeltas y que conste que no es coba, de carnes andaban sueltas como los palos de escoba. Los hombres eran tan finos y con tantas estrecheces que para hacer sombra, al sol tenían que pasar dos veces. Pocos problemas había, y era tela marinera guisar el menú del día, para nuestras cocineras. Nada pensaba el cristiano en esas cosas de hoy día, de tener un cuerpo sano y de comer porquerías. Si comes carnes o grasa a cual de las dos peor, ya sabes lo que te pasa: que sube el colesterol. Si no te gusta lo soso y tomas sal con fruición, tu estado será penoso, pues te sube la tensión. Si te gusta el rechupete con el azúcar, ¡cuidado!, que llega la diabetes y entonces, vas apañado. Ya tienes puesto el pijama, se cena un yogur pelón, y derechito a la cama a dormir como un lirón. Al despertar, tempranito, mejor es no tomar nada o como mucho, un vasito de leche bien desnatada. Al mediodía, en la comida, algo que no sea pesado, unas acelgas cocidas y un trocito de pescado. Para beber, agua clara, si es posible mineral, porque resulta más cara aunque el sabor sea igual. Alcohol, ni hablar siquiera, una coca-cola light, que sacas de la nevera que es lo único que hay. Por tanto, habrá que comer por todas estas razones cañamones a granel, igual que los perdigones. O alpiste, u otras semillas, o lechuga, o granos varios que son, entre otras cosillas, lo que comen los canarios. Ya podrás sentirte ufano. con arrugas, sin color, pero con un cuerpo sano cuanto más flaco, mejor. Pero yo, como a mi modo almuerzo, comida y cena con sal, con grasa y con todo aunque tenga algún problema. Queso, morcilla y chorizo en todas las ocasiones, sea en boda, sea en bautizo, o sea en las comuniones. Y nada de desnatados que son toda una chorrada ni cafés descafeinados ni más puñetas, ni nada. Para beber, vinos finos y cerveza fría en verano, con gambas y langostinos y algo de jamón serrano. Vermut para aperitivo y un buen café bien cargado, con azúcar y un chorrito del néctar más delicado. Un gran helado, sin falta, de buen turrón de Castuera en una copa muy alta y se muera el que se muera. Y como un deporte sano para rematar la fiesta, un buen puro, largo, habano, y luego, a dormir la siesta. Pues prefiero vivir menos sin esa salud de hierro a estar fino, sano y bueno con una vida de perro.
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