Torrecilla de los Ángeles - Caceres

Acudir hoy a un entierro,no implica sino el reconocimiento y el afecto haci el difunto y sus familiares.También es signo de religiosidad cristiana y testimonio de solidaridad entre aquellos que conocemos.
Una de las cosas que más me llegaban al alma,era cuando acudia al entierro de algún niño que ya tuviera algnos añitos.Sacudia la sensibilidad el poder ver aquellas criaturas inocentes,yacentes y sin vida en aquellas cajas blancas llenas de flores.Sin la tapa que finalmente cubria aquel angelito para la eternidad,transcurria el entierro desde su casa al cementerio.No puedo olvidar aquella niña que Angeles se llamaba y era hija de tio Jesús zahoril como se le conocia.Creo tendria unos tres o cuatro años y fué victima de haberse tragado una de las monedas en curso por entonces y llamadas patacones.Tampoco olvido aquella Felisa de tio Timoteo más o menos de la misma edad,y de la que también recuerdo aquellos botes de las medicinas que se le suministraban.Y no digamos de aquel niño de Sinforoso que además de su cajita blanca tuvo ensu sepultura una cruz como las que vemos actualmente en nuestros cementerios.Pues si alos demás tampoco le faltaba esa cruz,esta solia hacerso con los listones de la caja que habian servido para llevarlos.
Todo lo anterior contado era de por si conmovedor,pero no quiero recordar cuando el entierro era de alguna persona mayor.Era estremecedor el momento en que llegaba el sacerdote con sus monaguillos y el sacristán a la puerta del difunto.Entonces,en aquel momento,salian de la casa voces que penetraban en en lo más profundo de cualquier persona.Eran sobre todo las nietas,la que ponian la nota más alta con sus grito y jaculatorias.Se podia oir decir cosas como:abuela ya no me volverás a freir más huevos,ya no me contarás más cuentos,ya no me llamarás tu cuqui y asi asi cuantas ocurrencias se presentaran.De la casa el cortejo se dirigia a la iglesia,y alli completando el ritual,una vez finalizado,por aquellas calles empinadas y la mejor enrrollada se hacia el camino al cementerio.Si esto ocurria en tiempo de invierno,el abrir una nueva fosa suponia además de sacar la tierra,tener que sacar el agua,pues aquello era un verdadero manantial.Podiamos ver en cada sepultura que se abria,un conglomerado de craneos,huesos y madera que seguidamente eran de nuevo ocultados cuando la faena se daba por terminada.Conoci a varios sepultureros,pudiendo citar entre ellos a tio Rogelio,un hombre espigado y bueno que durante su vida ccreo mayormente se dedicó al pastoreo.A Isidoro(siorito)menudo fisicamente y minero toda su vida,que también fue un buen ejemplo de persona de bien.Tio Jesus (zajoril),hombre al que la vida desde muy joven le arrebató su mujer,y que tal vez fuese el motivo para vivirla entregado a la bebida.
No faltaban los casos de aquellos más menesterosos que ni siquiera podian dar un ataud a sus muertos.A estos los lleveban en uno que tenia el ayuntamiento para estos casos,y que envueltos en una sábana blanca tiraban al hoyo como quién arroja una piedra al rio.
Todo lo contado es producto de lo que la memoria me ha permitido,cosa que me enorgullece grandemente haya podido ser asi co mis años que no son pocos.
jacintoP

Basilio GÓMEZ sANCHEZ,cuando me vas a contestar?ya te vale vaya amigo soy guillen, vamos que te voy a dar una sorpresa quiero invertir por la zona norte de Cáceres.

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