Yo vi llorar a un Anciano. Viejo arrugado y flaco, sin pelo y dientes estaba, éste hombre de ésta histiria que hoy trato de contarla. Después de tanto sudar en invierno y en verano, para llevarles el pan a unos hijos deseados, éstas personas ingratas sin mostrar tener conciencia, a su padre lo llevaron a morir en la Residencia. Para quitarlo de encima y no tener ésta carga, poco le importan del mismo aunque su vida sea amarga. Es el final que ha tenido éste hombre luchador, que tantos ratos amargos la vida le deparó. Qué distinto fuera yó de éstos seres sin piedad, que lo más que yo quisiera es con mi madre el estar. Siendo cierto que la vida, éstas cosas nos permite, no dejo reconocer que a veces resultan tristes. Por éso quiero decirle a ése viejo como yó, que la vida no és tan triste si no te olvidas de Dios. jacintoP. |