Era tanta su ansiedad. Era tanta la ansiedad que la pobre padecia, que sin pensar la sacaron donde menos suponia. Era un joven matrimonio que por culpa una cualquiera de ésas que llaman rameras supo al marido cazar. Fué aguantando mucho tiempo lo que todos conocia, hasta que llegó el momento y dijo no aguanto más. La puerta cerró con llave para no dejarlo entrar, y asi pasó mucho tiempo viviendo con ansiedad. Todo el Pueblo comentaba cuando la vieron salir, lo demacrada que estaba de tanto y tanto sufrir. Ante el triste panorama que no tardara en venir, las amigas que contaba pensaron intervenir. De la forma más secreta que uno pueda imaginarse, la invitan le abra la puerta para cosillas contarles. Sin pensar nunca jamás las intenciones llevsban, a todas deja pasar sin poner reparo a nadie. Muy poco tiempo pasó de aquella buena amistad, hasta que al fin comprendió los motivos visitar. La animaron acompañarlas para salir a la calle, y dar un largo paseo en tarde tan agradable. Confiada asi lo hizo, y ni corta y perezosa, se pone la mejor ropa que llevara en otros sitios. Entre tanta compañia y de cosas que contar, se ensancha su corazón y se calma su ansiedad. Asi terminó Lucia en tarde que fuera hermosa, cuando tuvo compañia de amigas tan cariñosas. jacintoP. |