Santibáñez el Bajo - Caceres

Bienvenido todo apoyo que venga a defender el estado de bienestar, la protección social, la ayuda asistencial y a la dependencia, la creación de empleo, una mayor equidad fiscal subiendo la fiscalidad de quienes mas tienen y solo pagan el 1%, que vaya contra la Reforma Laboral que ha generado ya mas de un millón de despidos, y contra una política económica que lleva a la desesperación y pobreza a millones de españoles, que vaya contra esos patriotas de mierda, ¡viva la lucha obrera y el 14-N!

Aquel o aquella que se está quejando y lamentándose amargamente por las políticas de este gobierno del PP y, luego, no vaya a la huelga del día 14, no tiene perdón de de Dios. Solo los trabajadores que tienen vocación de esclavos se quedarán en casa, esperando egoístamente que otros les saquen las castañas del fuego. Un gobierno tan de derechas como el actual, que están pateando y empobreciendo a las clases medias y bajas y enriqueciendo más a los que más tienen, se merece cumplidamente que todos nos echemos a la calle. La gente que es consciente de los atropellos que está cometiendo esta derecha, irá, con justicia, a la huelga del día 14. Ya sabemos que no podemos contar con los obreros vendidos al PP, con los que no tienen donde caerse muertos y les siguen lamiendo la canal de atrás a los caciques derechistas de turno, ni con los que se resignan -¡pobrecitos!- con la cruz que tienen encima, sin mover un solo dedo para mejorar su situación. Por tanta resignación, predicada por los curas de derecha desde los púlpitos, así están nuestros pueblos, que se aguantan con todo y se las dan todas en el mismo carrillo. No obstante, la mayor parte de la clase trabajadora responderá ante tanta humillación, tanto robo a la cartera de agricultores, ganaderos, funcionarios, obreros, jornaleros, parados... No podemos permitir ¡¡¡YA!!! tanto chuleo a las capas medias y bajas de la sociedad. Si no vamos a la huelga y a las barricadas, harán con nosotros lo que quieran. Seremos los nuevos esclavos del siglo XXI. ¡Salud y República!