Santiago del Campo - Caceres

DON JULIO, mi maestro, hoy a muerto un gran hombre, que descanses en paz,

un alumno

que descanses en paz julio,otro alumno

mi mas sincero pesame ,para su familia ...un saludo.

Mi más sentido pésame para toda su familia "Julio, te recordaremos siempre"

saludos


Mª Jesús

Gran maestro y mejor persona,mi mas sentido pesame para toda su familia

Mi más sentido pésame a todos sus familiares, yo también fui alumna suya y guardo muy buenos recuerdos de él.

Saludos

Me uno al pesame de todos los foreros,yo tambien fui alumno suyo y muy amigo de sus hijas Elena y Ana y mi familia amigos de don Julio y doña Victoria les acompaño el sentimiento a toda su familia.

Gracias,de parte de sus hijas.

Mi más sentido pésame a sus hijas, las tres, Elena, Ana Victoria y Marta. También a esa mujer que siguió de cerca todos cambios en la dura enfermedad, que aunque se encontraba lejos, en km, seguro que su preocupación estaba ahí a la cabecera de su cama, al lado de él y de sus tres hijas. Ánimo Victoria sigue luchando por tus hijas y por ti y cuídate mucho.

murió una gran persona y un gran maestro de todos nosotros, y cuando muere alguien así se cierra uno de nuestro libros de la vida.

Mimas sincero pesame para su familia

Don Julio era mi padre.Gracias por decir esas cosas tan bonitas de él.Era un gran hombre,un buen maestro y,para nosotras tres,el mejor padre del mundo.Ah!También un santiagueño orgulloso de su pueblo.

Hola a_angel ¿quien eres Elena o Ana ?seas quien seas mi mas sentido pesame para ti tus hermanas y a tu madre, soy Javi el primo de Almudena

Enterado de la triste noticia de la muerte de Julio ( q. e d. ), deseo expresar mi más sentido pésame a sus familiares.

Abrazos.

De su amigo Jesus Porcel a D.Julio:
Dios te guarde pae

Ya pasaron los tiempos, ya quedaron atras las vivencias, las tertulias, las charlas alrededor de la mesa camilla donde aquella chimenea nos pintaba rosetones en las mejillas, ya no estas con la toalla cubriendote el hombro por aquel dolorcillo que te molestaba ¿0 màs bien te asustaba porque lo veias como un leon al acecho?; maldito sea ese león. Ya no escuchamos aquellas máximas pronunciadas con ese pausado hablar que tu tenias donde se mezclaban frases actuales, de las que brotaban, de vez en cuando palabras sacadas del diccionario santiagueño con tu amoroso empeño de que no se perdieran en el olvido

Fuiste maestro;( yo lo llamo enseñante,que se comprende mejor) porque si vamos al significado veremos que ENSEÑANTE es el que explica el significado de las cosas. el que te enseña lo que es la decencia: que sumar no es lo mismo que restar.Tambien enseñaste a los más desvalidos en aquellas campañas de alfabetización por tierras andaluzas,despues aquì,en tu Extremadura , en tus Hurdes , enseñando y aprendiendo y sintiendo en tus entrañas la verdad del dicho " la letra con sangre entra", y con una clara idea de que no se debe dar de comer al necesitado, sino enseñarlo a buscarse el sustento;supiste que la grandeza se ve desde la humildad y la comprensión de que el éxito y el glamour caminan sobre una base falsa.

Tantas cosas habría que decir, pero, es que no quiero molestar con mis simplezas.Tu estaras muy ocupado saludando a los que te precedieron, contándoles como estamos aquí en la vida y como seguimos de extraviados, y a tus padres y a tu hermano,al que quisiste rescatar de las garras de la muerte en su postrer suspiro.Nosotros seguirèmos con el frio y a ti se te habrá quitado aquel dolorcillo del costado .

En esta orilla , si te soy sincero nos hemos quedado un poco desangelados de ver vacío el sillon que tu ocupabas,de no escuchar tu sonora voz que nos impedía oir el fragil y filosófico susurro de nuestro amigo Gabino .

El pueblo tampoco está en fiestas pero,poquito a poco vamos tirando de la maroma,y una cosa : muchas veces las palabras nos hacen olvidar lo que es el sentido del pensamiento y otras en cambio lo reavivan: en la tarde de tu en tierro,cuando el yeso nos iba separando cada vez más , tu hija,una de ellas,con los ojos preñados de lágrimas y besando su dedo indice lo posó sobre el hueco que va tapar la làpida pronunciando una frase que es una oración,un epitafio, un poema que me partió en dos el corazón. Dijo : ADIOS PAPI

jpm marzo 2010

Aunque en momentos tristes como la muerte de Julio (q.e.d.), siempre es gratificante saber de la existencia de personas como tu "fuentejogallo".

Creo que vives en Cáceres y frecuntas el pueblo con asiduidad, por lo tanto no sería mal que con tu gracejo habitual, nos comentaras algo de lo que ocurra por ese lugar.

En la espera de que te dignes a escribir de vez en cuando en el foro, te mando un fuerte abrazo, amigo.

Querido amigo Julio:
Recordandote desde que eramos niños, Isaac,Emiliano y Luis, entre tantos ratos buenos que pasamos juntos te dedicamos este escrito, que el amigo Isaac tituló tarde de fantasmas.
Que descanses en paz.

TARDE DE FANTASMAS

Recuerdo cómo, de pequeños, mis amigos y yo mirabamos con cierto misterio, no exento de miedo, la bóveda de la iglesia de mi pueblo; más exactamente, el espacio que media entre la bóveda de crucería y el tejado. Nos lo habían descrito como lugar de murciélagos y fantasmas, donde estos hacían sus correrías nocturnas, y no tan nocturnas, por la anécdota que ahora os contaré y que da título a mi trabajo.
Por entonces (uso esta expresión porque, aunque no hace mucho tiempo, ya no existe esta costumbre) repicaban las campanas " a Visperas " los sábados a media tarde; era labor de los monaguillos y, como tal, lo hacíamos. Digo mal, pues nunca fuí monaguillo, pero como si lo fuera. Lo eran mis amigos y era normal que estubiera con ellos y participase en sus mismas tareas. Y además, esta tarea la haciamos con gusto, y no era para menos.
Vereis: Ibamos solos, nadie nos controlaba el tiempo, y entrar en la bóveda, si podíamos, siempre era un caramelo para nosotros por aquello de que hacíamos a hurtadillas. Salvo la emoción de hacer lo que está prohibido o el poder encontrar nidos bajo teja, no tenía mayores alicientes. Pero aquella tarde, vaya si los tuvo.
Decidimos dar un buen susto a nuestro amigo Julio; era de nuestra pandilla pero tenía dos años menos y esto ya te daba seguridad. Otro punto a nuestro favor es que no era monaguillo ni solía participar en las tareas de estos, por lo que aún no había superado la leyenda de los fantasmas de la bóveda.
Aquella tarde le invitamos a que viniese con nosotros, no sin antes advertirle que a los fantasmas les gusta también la hora de la siesta para sus andanzas, por aquello del sueño, y podría encontrarse con alguna sorpresa. Se hizo el valiente, argumentando que los fantasmas no existen, y decidimos emprender la aventura.
Ya antes se había despistado Emiliano, otro de mis amigos y protagonista de la odisea. Sin que Julio se percatara había abandonado el campanario por la puerta que da acceso al tejado y a través de éste a la bóveda. Y mientras que Luis, el tercero en discordia, y yo (no recuerdo si éramos más) entreteniamos a Julio, Emiliano, en plena faena de acicalamiento, como su madre lo trajo al mundo, embadurnado de negro, en el rincón mas oscuro y como única luz la llama mortecina de una raquítica vela junto a sus pies para dar más morbo a la escena, esperaba, cual esperpéntico depredador, a la victima inocente.
Y la victima llegó; vaya si llegó. Minutos antes le volvimos a recordar que el fantasma solía hacer acto de presencia a la hora de la siesta; pero fue inútil hacerle desistir del propósito. Fué Luis el que, para cerciorarse, realizó una inspección, apareciendo poco después con la espeluznante noticia:¡Está el fantasma! ¡Lo he visto! Tranquilizamos a Julio y le hicimos comprender que no le ocurriría absolutamente nada si al pasar junto a él fingía no verle; los fantasmas sólo intentan asustar con su presencia, y nada más.
Pero ya, ya. Nadie cuenta con lo inesperado ni con las malas jugadas que nos hacen, a veces, las emociones fuertes. Emiliano, cuando pasábamos junto a él, soltó un tremendo rugido gutural, cual perro con malas pulgas; a Julio se le pusieron los pelos de punta por el tremendo susto que se llevó y todos los cascotes del suelo eran pocos para arrojarlos al rígidi cuerpo del, por esta vez, indefenso fantasma.¡Dejadme, que lo mato!, repetía histérico perdido. Era el unico ruidoque se dejaba oir en toda la bóveda. Y digo bien: ruido, porque también parecía salir, más que de la boca, de las mismísimas entrañas de lo poco que nos quedaba ya de Julio. Ya no recuerdo si quien le calmaba era Luis o yo, o ambos, o hasta el mismísimo fantasma; pero esta vez el miedo se apoderó de todos y si no vimos fantasmas de verdad por todas partes, fue de milagro.
Cuando los ánimos se habían calmado, en parte, ya nos encontrábamos un poco distantes de la escena. Luis dió un tremendo golpe en el tejado fingiendo haber dado de lleno al fantasma; un tanto lejos se le oyó decir:¡Le he atizado bien! ¡Se ha ido por la ventana! Emiliano había abandonado ya su doble personalidad y vuelve, incorporandose al grupo, pero como el que ignora todo lo ocurrido. Alega que le absorbió la mente el deseo de observar los nidos con sus crias a tan corta distancia. Es verdad que allí se apreciaba esta maravilla con frecuencia.
Todo concluyó convenciendo a Julio que aquello había sido tan solo una broma para que no volviese a tener miedo a los fantasmas; al menos a los de la bóveda de la iglesia en la hora de siesta
Isaac Gutiérrez Gutiérrez, Mayo l.997

Muy buena la historia contada por Isaac, yo también fui monaguillo y pasé buenos ratos en las muchas incursiones que hice a la bóveda a buscar los nidos de palomas.

Saludos a todos los saqntiagueños.

No sabéis muy bien la alegría y carcajadas que me han producido esos dichosos fantasmas de la bóveda de nuestra Iglesia. Tan grandes han sido que hasta mi mujer y mis hijos hicieron acto de presencia, para enterarse de lo que me pasaba.

La verdad me pareció estar viviendo el suceso, pues yo también conozco esa bóveda por ser invitado por el monaguillo de turno, pero eso si no había fantasmas, si palomas y murciélagos.

Me habéis hecho pasar un rato y recuerdo muy agradable.

Para Isaac como autor del gracioso relato, para Emiliano, que debió ser el de tío Toribio, muy dado en estas fechorías y para ti Luis que debes ser el actual "Luis_santiagueño". Para los tres un fuerte abrazo.