Santiago del Campo - Caceres

COSAS QUE PASAN Emilio Rey Cerro.
Los que hemos nacido en un pueblo y vivido en él nuestra primera infancia. Será por siempre
nuestro referente primigenio: que suele prevalecer. Por eso creemos que vale la pena soltarse esas ataduras viajando. Nos redime de esa pátina pueblerina. Yo lo pongo en duda.
En mis viajes -siempre influenciado por mi mujer-. Ya tenia una borrosa imagen de eso lugares
antes de ir. Debe ser por mi afición a la literatura de esta naturaleza. No obstante siempre
sorprende un lugar nuevo, exótico. No voy explayarme haciendo una descripción de esta ciudad
como alguien la describe “la capital del mundo”; Nueva York. Porque puede darme 'sopas con honda' en estos temas . Una semana circunscrito a sólo esta ciudad pueden resultar cansinos.
El hotel que nos recomendaron, tiene el nombre de una marca de coche de postín. Que ahora no recuerdo.
Está por el puente Queens Midtown. El hotel tiene la particularidad de tener maquina de café gratis total para los clientes a cualquier hora; autoservicio. Está junto a un hospital exclusivo de canes.
Como en nuestro pais estamos acostumbrados a que nos cobren por entrar- hasta en las iglesias-
últimamente. Nos 'chocaba' que los ferris que van a Brooklyn no se pagara y por lo que nos dijeron
el agua es gratis total para sus habitantes. Asi que a viajar en barco gratis por delante de la Estatua de la Libertad. Y bañarse en ese cubículo de toda la vida. Aprovechando que estos son ricos de nacimiento. Con algún contratiempo al final. Llegamos al hotel cansado, de tanto callejeo, nos arrellanamos en el tresillo para ver la tele. Esta empezó a titilar, me levanté para ajustar los mandos.
Mi mujer insistiendo en que llamara a información, que la arreglaran. Yo dije, “esto se arregla con dos golpes certeros”. En aquel preciso momento nos quedamos a oscuras incluidos todos los
rascacielos del entorno (estábamos en la planta 35) El comentario de mi mujer fue. Ves, mira lo que has hecho.