Santiago del Campo - Caceres

COSAS QUE PASAN. .
El tiempo transcurría con aparente lentitud aquellos lejanos años 40. Empezamos a tener noción de las
cosas, el panorama nos resultaba un tanto oscuro, La censura era total y efectiva. Los partidarios del régimen
contaban con ese reconocimiento. Y se le daba un arma larga. (fusil mauser) 'somatén'. Los que no, estaban bajo control de la G.Civil que ejercía esa función en el medio rural. Los curiosos por naturaleza, ya nos hacíamos preguntas a partir de los 8 años que aprendimos a leer por los comentarios en voz baja de los mayores. Había que lidiar en un mundo precario,hostil para conseguir comer. Todo un cursillos de supervivencia. Hasta dejar atrás la infancia y conocer otros horizontes lejos del 'terruño'. Cataluña Madrid. Para llegar a esos lugares hubo que esperar, dejar a tras la infancia. Dejar de ser niño donde te exigen lo que a un adulto por la mitad que a este en el campo..
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Ya en Madrid en los 60. nos deslumbró Ataualpa Yupanqui. con “las penas y las vaquitas se van por la
misma senda” o “ los ejes de mi carreta”un referente de la izquierda que acabó aburguesado como muchos.
Olvidó el pasado en su América profunda,la que le inspiro su romancero su poesia. .Pasó a ser un burgués. Se instaló en París y ahí quiso ser enterrado. En un cementerio de élite del centro de París entre artistas poetas y franceses de postín como los Citroen: en Montparnass.

Los recuerdos de esos años 60, me llevan de cuando en cuando al Retiro madrileño. Cuando hacíamos fotos a todo lo habido y por haber, en aquel tiempo, en blanco y negro. Después se fue llenando los domingos de suramericanos, con sus músicas y charangas, y hasta algún demiurgo de los que te echan las cartas. ¿ De donde eres? le pregunto a uno de ellos.Va vestido de manera estrafalaria en consonancia a su oficio. Aparenta unos 50 años-. -Soy de Mendoza, argentino; me llamo Ricardo.
Le digo también de donde procedo. ¡Ah, Cáceres lo conozco, bonito! - Me recordaba a mi dentista
también del mismo nombre y sureño, para no cambiar. Maneja un mazo de cartas grandes que desconozco su simbología. Le pedíría me las leyera. Pero dada mi edad los augurios no pueden ser de color rosa más bien marrón.

. ¿Y sobre el futuro incluida mi patria chica, podías entrever algo? - Lo intentamos - me dice-.
.- Va revolviendo un mazo de cartas hasta extraer cuatro cartas que por más que miro no me aclaro, -una nube y un paraguas-que se lleva el viento. Al final campanillas o campanas. Lo piensa, y me comenta. -Ésta dice que el horizonte esta ocluido, mal presagio. Utilizando su jerga pampera. -Lo que me intriga son las campanas o campanillas – me dice- Yo le busco una simbología de mi cosecha por mi cuenta
. Quizá estas (las campanas) estén furiosas porque cuanto más llaman a la parroquia menos gente acude porque vamos quedando poca gente. En mi pueblo por ejemplo, no se puede jugar una partida de cartas llegado el otoño por falta de 'quorum' de parroquianos Otra menos verosímil, como solo hay vacas y muchas llevan su campanilla...Es lo único que quizá se oiga y se vea desde esos satélites que nos observan desde el cielo. -No me aclara mis dudas. Le pago con una moneda de dos E y cambio de aires. El sol esta en su cenit y la comida espera.

Me produce cierta simpatía o consideración, Fernández Vara,el Lendakari que nos gobierna. No, no quisiera
hacer sangre. Bastante tiene con aguantar de farolillo rojo detrás de las demás Comunidades. En su caso otro se hubiese ido a ejercer la medicina que es para lo que estudió. Los del PP, de manera taimada se dejaron ganar las elecciones. A estos no les interesaba un rábano La Comunidad extremeña. Y ahí está el hombre aguantando el tipo, en nombre de la PSOE. Heredó los canones las deudas - aunque se lamenta- que ahora no puede pagar.
Lo sangrante; los señoritos terratenientes, convertidos en vaqueros subvencionados por la C,E. El maltrato
que recibe el olvidado desempleado que si no se recicla en funcionario. Las posibilidades que le quedan son nulas y a de, acogerse a la paguilla social. Consecuencias de un PER de vergüenza, denigrante para el que lo creó que terminó con la iniciativa de cualquier persona creativa. Cerrando otro horizonte posible.
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Vara no podrá mover un dedo, aunque quisiera -(que dudo, porque se habría ido)- ante los nuevos caciques
extremeños. Fincas enormes, alambradas donde pastan miles de vacas subvencionadas por Alemania. Que
acabó también con el único sostén de Extremadura, la agricultura, dejando a su población el único dilema . de emigrar, Y ahí vamos quedamos los que hemos vuelto después de años fuera para ganarnos un retiro decente. Ya con un pie en el estribo y viendo que todo es pura decadencia. Hasta tocar fondo.
emirey