Campo Lugar - Caceres

Otra de mis habituales “tortillas mentales”

LA PALABRA: Es la forma de expresión mas genérica que nosotros conocemos y por tanto utilizamos, no solo como forma identificativa de personas con una personalidad de renovación y cambio, de cara a que nos entiendan y compartan nuestras diferencias, a la hora de buscar soluciones a los muchos problemas que nos rodean y nos conciernen a todos/as y que ésta sea la herramienta mas usada dentro del mas estricto respeto a la de los demás, pues la diferencia que nos debe caracterizar a los que pretendemos hablar, para que nos entiendan los demás es, la de una actitud democrática que debemos tener como bandera inconfundible que es, como no podría ser de otra forma, la de la DEFENSA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES de quienes nos rodean y principalmente, de aquellos a quienes pretendemos que confíen en nosotros respecto a los temas que nos unen y que juntos debemos reivindicar.

LA PALABRA EN DOCUMENTO ESCRITO: La palabra no solo es un don de quien la posee, si no el privilegio de saber usarla, máxime, si es de cara a emplearla para dirigirnos a nuestros vecinos mas inmediatos, donde la misma, adquiere un doble valor, ya que se transforma en palabra escrita y por tanto en documento a disposición de todo/a aquel que nos honre con su lectura, y por tanto ésta transmisión de información, no puede ser contraria a lo divulgado por medio de la palabra, sino, una forma de certificar que lo que se dice y se lee, sin que exista ningún tipo de contradicción, con lo expuesto por medio de la misma.

Lo que se escribe debe servir para informar dentro de la mas absoluta veracidad sin mensajes torticeros y sobre todo, que lo escrito, este refrendado en documentos que en todo momento puedan garantizarlos, pues el vecino/a, tiene el derecho a ser bien informado y no confundido por intereses privados, contrarios a la realidad de los verdaderos receptores de esa información, ya venga ésta de donde venga, puesto que a quien se dirige, es a quien directa o indirectamente queremos que llegue el mensaje que se pretende divulgar, que no es otro que el de hacerles participes, en base a la información y trasmitirles la verdad.

Por ése motivo, que no otro, es para lo deberían servir estos Foros, donde por encima de cualquier otra idea, este fuera, un medio de demostración de convivencia pacifica entre todos los usuarios del mismo, donde la máxima sea el poder escribir en libertad, donde tu critica se debata, y donde tu seas uno/a mas en su construcción en este nuestro, vuestro, edificio, de la palabra escrita, donde NUESTRA PALABRA Y TU PALABRA, SIRVA PARA SEMBRAR AMISTAD.

Palabra de Dios... ¡te alabamos, Señor!
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

La palabra, don precioso concedido al género humano, no debe ser enfangada. Nos ha sido dada para comunicarnos y para transmitir a los demás recuerdos, escenas e imágenes percibidas por nuestra sensibilidad y pasados por el filtro del corazón, la imaginación o la conciencia. Se nos ha concedido, para transmitir alegría, para hacer felices a los demás.

Debe ser por ello, por lo que duele tanto escuchar palabras que ofenden, que desprestigian, que pretenden destruir; que van más en contra de las personas, que a hacer una critica positiva o una censura de sus hechos.

Debe ser por ello por lo que duelen tanto las palabras que propalan el engaño y la mentira; la calumnia o la difamación. Por ello debe ser, por lo que molestan tanto las palabras que encierran y soportan juicios y afirmaciones fundamentadas en la suposición en vez de en las realidades contrastadas, especialmente si van dirigidas al desprestigio de algo o, lo que es peor, de alguien.

Los regalos que nos hacen, especialmente si son valiosos, se utilizan con mesura y con esmero para que se conserven sin desdoro. Pues eso: la palabra: un maravilloso don, un regalo.