PARA AGUSTIN TERESA En Alcollarín siempre hubo gran afición a la música. De esta forma salieron varios músicos en nuestro pueblo, como fueron el Sacristán y su hijo, el Concejero y todos los hijos de “Tío Mario”. Todos estos llegaron a tocar en público. Pero hubo más gentes con vocación musical, que por circunstancias de la vida, principalmente económicas, no llegaron a tanto. Quiero referirme a uno al que conocí mucho personalmente. Me refiero a Agustín Teresa, que fue muy amigo de mi hermano Augusto, y por lo tanto muy apreciado por nosotros. Agustín Teresa, como se le conocía en el pueblo, era nieto de tío Adolfo y de tía Teresa (de ahí el apodo) que trabajaron sus últimos años con Rogelio, hijo de tío Germán y hermano de Rita y de Manolite. Agustín Teresa tenía tanta afición a la música que llego a fabricarse su propio instrumento musical, que fue una flauta de caña, de las que se usaban en aquel tiempo para los tejados de las casas, con la que nos tocaba por aquella época todas las canciones de moda. Agustín es un ejemplo de cómo en tiempo de estrecheces, con imaginación paciencia y voluntad se podía ser feliz y llegar a ser hasta un buen flautista. Vaya mi recuerdo y admiración por él.
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