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Alcollarín - Caceres

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España > Caceres > Alcollarín
08-01-08 14:51 #630076
Por:SJV

Eusebio y Eloisa (I)
El reloj de cuco del comedor dio las 3. Llevaba 4 horas en la cama y no había sacado ni un solo minuto de descanso. Su cabeza volaba de un lado a otro sin motivo aparente, en un vaivén sin sentido. Le preocupaba no coger el sueño y ello le creaba una sensación de nerviosismo encadenado, difícil de controlar. Un sudor frío empapaba su frente y le resbalaba hasta la nuca. Había escuchado cada señal del cuco, de cada cuarto y hora. Todas ellas estaban retenidas en su mente y allí rebotaban, haciendo que sus pies se moviesen como pedaleando en una bicicleta inexistente. La tensión se apoderó de sus brazos, seguidamente de sus dientes que se pegaron, los de arriba con los de abajo.
Una agitación convulsa de Eusebio sacudió la cama y Eloisa se despertó. Observó con la poca claridad que entraba por la ventana, la imagen de su marido que se agitaba arriba y abajo, y muerta del susto, dio un salto hasta la puerta y encendió la luz de la habitación de un pellizco certero. Eusebio era una tabla y se encontraba en un charco de sudor, pálido como la cera y con los ojos abiertos tenía el aspecto del que había tenido una aparición diabólica. Eloisa, presa de un ataque de pánico, impotente ante esa situación, le habló al oído, le chilló, le lloró, hasta que de forma paulatina Eusebio se calmó, cerrando los ojos y entrando en un profundo sueño.
Debido al escándalo y avisado por los vecinos, se presentó en casa una ambulancia y un médico, que después de explorarle, concretó que se trataba de una crisis epiléptica y aconsejó su traslado al hospital para descartar cualquier otro tipo de lesión, vascular o traumática.
Eusebio se despertó al día siguiente en una cama y habitación que no eran las suyas, tenía en su brazo izquierdo un gotero que le administraba líquido de una botella. El cuerpo lo tenía dolorido, como si hubiese segado él solo todas las cosechas del globo terráqueo y Eloisa, con cara de preocupación, le miraba desde un butacón. Eusebio le sonrió con una mueca para quitar hierro al asunto, pero su mujer le conocía desde hacía más de 40 años. Explicó Eloisa que los doctores habían hecho todo tipo de pruebas y estas revelaban poca cosa sobre el origen de la crisis, por lo que se inclinaban a entender que se podría tratar de Epilepsia. No aseguraban nada y ante la duda le darían tratamiento médico de epiléptico. Pruebas neurológicas, medicación . . . Eusebio afirmó que se trataba de un error. A sus 63 años no podía ser que le viniese a visitar la epilepsia y achacaba la crisis a una temporada de nervios, ya se sabe, el trabajo, la casa, el ajetreo de la ciudad, todo ello le produjo sobrecarga, falta de concentración y ausencia sueño, seguidamente a la falta de descanso, su cuerpo y su mente desconectaron por él. ¡Ya está! Eso es lo que ha pasado, se decía. No es necesaria la medicación, ni el control del neurólogo, concretó categóricamente.
Los meses siguientes fueron muy duros para Eusebio y Eloisa. Después del alta hospitalaria, en ella recaía toda la carga, la responsabilidad de seguir a rajatabla la medicación, respetar los descansos, no trasnochar y. . . un montón de cosas más que debía dejar de hacer y otras más que debía afrontar con más calma. Se veía como la madre que nunca fue, con el hijo que nunca tuvo. Eusebio no ayudaba mucho y nunca le habían gustado los tríos, por lo que no aceptaba a su nueva compañera, “Epilepsia”, ni el tratamiento, ni mucho menos ponerse en manos de un “matasanos”, aunque el neurólogo fuese solo eso, un especialista de lo que le ronda a uno, eléctricamente hablando, en la cabeza. Le sonaba a loquero y él no estaba “p’allá”. Todo esto le alteraba aún más y desde que amanecía hasta el anochecer, se le juntaba el hambre con las ganas de comer. Aunque tuvo otras crisis, nunca pasó del sudor y un buen apretón de puños y dientes. En todas ellas quedó dolorido por la tensión, pero no acabar como la primera vez, a pesar de tomar la medicación, le reforzaba su teoría sobre las causas de aquel desagradable incidente, el día que se le presentó su enfermedad. Se repetía a sí mismo una y mil veces : - Es la ciudad, el stress que genera, la presión, sobrecarga laboral, el encargado, el jefe de sección y la madre que los . . . que en casa todo va como Dios manda, con amor, comprensión y humildad, hay dinero para vestirse y pan que echarse a la boca. Que si mi Eloisa tiene faltas yo tengo aún más, nadie es Don Perfecto. La conocí así y así la quiero ¡¡Leches!! – Pensó que hasta esta reflexión la tenía que pelear para defenderla y consideró que era la gota que colmaba el vaso. . .
Puntos:
08-01-08 14:52 #630077 -> 630076
Por:SJV

RE: Eusebio y Eloisa (y II)
. . .Durante los siguientes días y sin decir nada a Eloisa sobre sus planes, estudió con los delegados sindicales de su empresa los números para afrontar la jubilación y una vez obtuvo los números sobre el papel, le satisfizo sobremanera el resultado que era más que bueno. Y como un niño que va a su fiesta de cumpleaños, se encaminó hacia casa
pensando en el modo de decírselo a su mujer y convencerla.
Eloisa escuchó la propuesta de Eusebio y la aceptó de buen agrado, teniendo en cuenta que no había mucha diferencia entre sueldo y pensión. Mayormente pensó en el bienestar de Eusebio y llegó a la conclusión de que la jubilación les daría mayor calidad de vida a ambos. Eloisa, olvidando su condición de cosmopolita, renunció a su adicción a la urbe y fue más allá. Le propuso a Eusebio dejar la ciudad por temporadas y establecer una residencia en el pueblo que les vio nacer, donde tenían casa y acudían cada verano. A Eusebio le brillaron los ojos y se sintió henchido de felicidad, pensó definitivamente que era el momento de iniciar una nueva andadura en la vida de ambos y creyó que era posible que todo el monte fuese orégano y que al final las ranas criarían pelo.
En lo siguientes meses obtuvo la jubilación anticipada y con mucha ilusión prepararon su nueva andadura en el pueblo, la casa, adecuar los espacios para dar mayor comodidad a temporadas de estancia más largas, incluyendo el frío invierno.
Eusebio era otro, Eloisa lo veía y pensaba que habían acertado de pleno. No se arrepentía de haber dado ese paso dada la respuesta positiva que daba la salud de Eusebio, que pasaba el día entre paseos, visitas, arreglos, huerta, partida de cuatrola, lectura . . .
Con las temperaturas menos dañinas, Eusebio paseaba todas las tardes por los caminos de alrededor del pueblo, meditabundo, sosegado. En uno de estos paseos encontró bajo un espeso árbol una piedra que le sirvió de asiento, donde se dispuso a descansar el cuerpo, que estaba a más de medio uso, cuando no muy lejos de donde se encontraba observó bajo un chaparro, dos hombres de edad más avanzada a la suya. En una de las ramas del chaparro reposaba también un bello ejemplar de búho real, de bello plumaje y grandes ojos redondos con los que observaba muy atentamente a sus dos visitantes que charlaba amistosa y animadamente. Eusebio escuchó a uno de ellos que dijo : - ¡Guillermo!, ¿ Te acuerdas del concejo de los guarros?. Contestó el otro : !CHACHO!, Aquello si que era una cosa de ver.
Parece mentira que esos animales tan cerriles como son, fuesen capaces, de ser tan disciplinados. . .
. . .En estas palabras Eusebio cerró los ojos embriagado por el momento de dulce paz.
El reloj de la torre de la iglesia dio las 7. Llevaba 1 hora sentado y había sacado más descanso en este tiempo que en muchos meses de vida en la ciudad. Había escuchado cada campanada y aspirando profundamente los aromas del pueblo dijo : - ¡Qué bien se está cuando se está bien! Se incorporó y saludando a los dos hombres del chaparro prosiguió el camino. El gran búho real, le siguió atento con la mirada hasta perderlo por el camino abajo.

SJV
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08-01-08 15:17 #630107 -> 630077
Por:puwill

RE: Eusebio y Eloisa (y II)
SJV, después de leer atentamente tu relato, no puedo por menos que felicitarte, porque, sinceramente, me ha emocionado.
Después de un duro día de trabajo, llego a casa mira lo que me encuentro.
Estremecedor, el relato, lleno de sentimiento por doquier, sin duda una gran lección de cariño.
Como dirían en el pueblo: CHACHO!, que ocurrencia!!.
Un abrazo SJV.
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08-01-08 16:09 #630188 -> 630107
Por:JMJI

RE: Eusebio y Eloisa (y II)
Buenas tardes SJV, Puwill... se os echaba de menos por este rincón de los amigos.

SJV, muy sentimental este relato, pero muy verdadero, muchas personas que se acercan a la edad de la jubilación desean disfrutar de ese pueblo o de ese tiempo libre tan esperado, y que reviven disfrutando de las cosas que nunca han podido hacer por el trabajo, los hijos, o las circunstancias de la vida.Otros tampoco logran disfrutarlos aunque les llegue ese tiempo libre por fatalidad.Lo importante es disfrutar de todo lo que se pueda, en cada segundo de nuestras vidas y si después ese tiempo libre lo puedes aprovechar aún más, mejor todavía.

SJV, el sentimiento contiene una sabiduría que la razón desconoce, mejor dejarse llevar y encontrar las dos cosas.Me alegro de que estés otra vez de vuelta. Un saludo.
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08-01-08 17:51 #630322 -> 630188
Por:21enero

RE: Eusebio y Eloisa (y II)
ESTE FORO SE ESTÁ ANIMANDO Y CADA VEZ ESCRIBE MÁS GENTE Y MEJOR. FELICIDADES
Puntos:
08-01-08 20:12 #630575 -> 630322
Por:peter gabriel

RE: Eusebio y Eloisa (y II)
Como siempre, es un placer leerte querido SJV. Muchas gracias.
Ah, y perdona el olvido de responder a tu mensaje del otro día. El viaje fue bien, bien entretenido. No faltó ningún meteoro. Todos se fueron dando cita en perfecto orden según atravésbamos una comarca u otra y aquí estamos, de nuevo, en la rutina. En la rutina que guía nuestros cuerpos y almas. ¡Qué le vamos a hacer!
Fue un placer charlar contigo y con las rapaces aquella tarde de lluvia. Un abrazo.
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08-01-08 20:48 #630676 -> 630575
Por:El Ventero del Collado

RE: Eusebio y Eloisa (y II)
Me ha encantado tu relato y sobre todo ese sorprendente final en el que entrelazas con los amenos escritos del Buho.
Mencionas algo muy deseable para los habitantes de las grandes ciudades cuando alcanzan la jubilación, pues la calidad de vida que se disfruta en el ambiente rural, y especialmente si se trata del propio pueblo, no tiene parangón.
Te felicito.
Un cordial saludo.

Puntos:
08-01-08 20:55 #630706 -> 630077
Por:perolo

RE: Eusebio y Eloisa (y II)
Muy bien SJV, que rodeo más majo, muy bien traido todo, y encima largo, pero largo, largo como a mí me gustan un placer , feliz 2008
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