Alcollarín - Caceres

Se nos dice que en la época de la denominación musulmana, ya fueron platos típicos de Extremadura las berenjenas, alcachofas, alubias, lentejas, garbanzos, criadillas de tierra, aceitunas «rajás» o «machás», albóndigas, espárragos trigueros, perrunillas… con similar preparación que en la actualidad.

Con la reconquistas sobresale la ganadería sobre la agricultura por lo que se cocinaban carnes (pollos, patos, corderos, etc.), caza, lagartos, ranas, peces…

Con el Descubrimiento de América aparecieron tres productos: el pimiento, la patata y el tomate, imprescindibles para elaborar migas con pimiento seco, las morcillas patateras y la sopa y el gazpacho de tomate.

En el siglo XVI la historia nos dice que Carlos I de España que se instaló en Yuste donde murió, fue un excelente comilón. Su cocinero Ruperto de Nola, escribió el primer libro de cocina publicado en lengua castellana y por el nos enteramos que se abusaba mucho de la miel, la canela y el azúcar, cualquier plato de los frecuentes en las mesas de los nobles, como la gallina, la caza, el carnero o el pescado, llevaba el golpe dulzón y meloso de esos ingredientes. También se dan recetas de potajes, salsas, guisados, almendras, mazapanes y azúcar. Una receta curiosa que señala Ruperto Nola es la que dice que el gato asado, adobado en aceite y ajo, es una vianda muy sabrosa.

En el siglo pasado la matanza del cerdo fue el alimento todo el año, junto a las migas cocinadas con pimiento seco, ajos y tocino, al puchero o cocido de gabanzos con tocino, chorizo y morcilla y el buen ajo blanco hecho en un cuenco de madera, con sus mendrugos de pan encalados. También eran alimentos casi a diario las sopas de ajo o de patata o de tomate, los huevos, los quesos, la chacina y las verduras y frutas de nuestros huertos junto al rio provenientes de las hazas de la dehesa de “las yeguas”.

La caldereta de cabrito o cordero y la chanfaina fueron comidas pastoriles. La caldereta hecha a base de cabrito o cordero, pimientos, ajos y algún pimiento morrón. La chanfaina, hoy día menos conocida, eran a base de carne e hígado de cordero, sangre cocida, cebollas, ajo, laurel pimiento y guindilla.

El bacalao en salazón se puede decir que fue el pescado no de rio que más se comió junto con el chicharro, en nuestra época en Alcollarín.

Las judías con chorizo, con orejas de cerdo, el sabroso frite de cordero, el pollo de corral, las ranas fritas rebozadas, las criadillas, la tortilla de espárragos o de patatas hechas con huevos de campo, los potajes con huevo duro y perejil, los pajaritos fritos, fueron platos selectos en cualquier época del año.

Riquísimo el pan blanco, crujiente que comimos de las panaderías de Fito Rubio y de Aureliano.

Mi recuerdo a los higos, a las brevas, a las ciruelas, a los chumbos, a las moras, a los albaricoques….

Sisonero, te has pasao con tanto de comer y a estas horas no lo aguanta nadie,me gusta tu escrito, espero que sigas escribiendo mucho tiempo.
Un saludo.

Cocinar esparragos trigueros.

Se dice que las patatas, los pimientos y los tomates entraron en España a través de los conquistadores extremeños de América. Pero antes en el Caribe, Cristóbal Colón, descubrió nuevos alimentos, como fue el maíz que cocido tenia buen sabor, al igual que tostado o molido en puchas. Y la yuca que era un arbusto con raíces en forma de tubérculos que se podían comer cocidos. De la Yuca se elaboraba el pan de cazabe que se conservaba fresco durante cerca de 20 días. La yuca no contiene gluten por lo que un alimento recomendado para celiacos, pero nunca se debe comer cruda por producir vómitos, diarreas y dolor gástrico.

Yo del comer extremeño me acuerdo de los desayunos a base de buenas pringás hechas en abundante aceite de oliva espolvoreadas con azucar, no se lo que engorarían pero buenas estaban un rato. ¡¡Y no haber vuelto yo a comerlas...!!