Alcollarín - Caceres

Caminar descalzo le recordó su infancia, cuando jugaba con sus amigos entre figuritas de plástico, soldaditos, tanques y aviones “montaplex” de color verde, batallas navales entre fragatas, destructores y portaviones cargados de Stukas, Spitfires y también los personajes de los “sobres sorpresa”, vaqueros, indios, caravana de carros y caballos. Largas tardes de estío, pegajosas de calor, pesadas, estirados en el suelo, fresco por las horas de sombra y donde maquinaba Dios sabe qué estrategia para arruinar el ejército del de enfrente.
Caminar descalzo le recordó su adolescencia, cuando paseaba por la playa en otoño, en invierno, vacía de bañistas, ausente de sol y llena de nubes airadas, negras como el profundo mar que se agitaba al compás del viento, que arremolinaba los cabellos y lanzaba gotas saladas contra los pocos presentes con su aroma agridulce, el de la costa, el que se impregna en la piel y el olfato, el que no se pierde de la memoria y perdura a pesar de la distancia.
Caminar descalzo le recordó los primeros pasos de sus hijos, pies descalzos, tiernos y sabrosos al beso. Sonrisa inocente del ser que se mira en el reflejo de los padres, del que en los primeros años de vida imitará todo lo que vea que hacen. Le recordó cada noche de fiebre que pasaron, cada angustia, cada momento amargo y también de alegría. El colegio, sus primeros campamentos, sus primeros exámenes, sus amigos y tantos y tantos momentos de insomnio por tantos y tantos motivos . . .
Caminar descalzo le recordó lo inmensamente afortunado que era. Le hizo pensar en todo lo que tenía, que no había sido regalado, salud, trabajo, casa, familia, mujer, hijos, el amor de todos ellos y ganas de vivir para compartir.

SJV

Maravillosa historia, estimado SJV. Las brisas inflamadas por la humedad y las viejas fábricas; la sal, la arena y el ruido de las cosas allí, en la costa; en ese mundo que tú inventas...
Me ha emocionado mucho lo que has escrito y me gustaría leer más cosas tuyas. Es gratificante.
Un abrazo

SJV,preciosa historia ¡si señor! bienvenido de nuevo al foro, a peter también le damos la bienvenida aunque él no nos diga nada, peter preguntamos siempre por vosotros y nos alegramos de tu vuelta.
SJV,nos alegramos de que lo pasaras muy bién en el pueblo y nos gusta verte por aqui de nuevo.
Peter no te olvides de los amigos,un abrazo muy fuerte para todos y esperemos que esto se anime más.Un saludo

Emocionado relato que viene a recordarnos, una vez más, que son solo las cosas sencillas, aquellas que en la mayoría de ocasiones pasan desapercibidas y pronto olvidamos, las que nos otorgan la verdadera felicidad.
Entrañable como siempre, amigo Salva. Esperamos nos sigas sorprendiendo.

Saludos.