Alcollarín - Caceres

Érase una vez, hace ya demasiado tiempo, el Olvido encontró escondido, en la espesura del bosque de los sueños, un jardín marchito en el que reinaban la Tristeza, la Injusticia y la Incultura. En él tan solo quedaba el esqueleto de un árbol solitario, en medio de un desierto de tierra estriada. Al Olvido, al ver aquel jardín marchito, se le encogió el corazón y empezó a caminar despacio hacia el árbol para examinarlo más de cerca. Algunas raíces del árbol, cansadas de no encontrar agua en la tierra, habían salido a la superficie.
-Pobre árbol pero, que yo recuerde, no tengo la culpa de que esté así -dijo en voz baja el Olvido, para si mismo, y de esta forma no sentir remordimientos por la mala fortuna del árbol; después se fue sin darse cuenta de que había roto las raíces del árbol al pisarlas sin querer.
Pasó mucho tiempo y nadie mas supo del jardín marchito hasta que, un día la Esperanza y la Ilusión decidieron dar un paseo por el bosque de los sueños. Ya se habían adentrado mucho en la espesura y, pese a conocer bien el bosque, se perdieron. Después de dar vueltas y vueltas no consiguieron averiguar donde se encontraban.
-Mira, allí parece que hay un claro -le dijo la Esperanza a la Ilusión.
-Si, vallamos allí a ver si reconocemos aquel lugar.
Aquel claro era el jardín marchito, que estaba tal y como el Olvido lo dejó hacía mucho tiempo.
-Este sitio da pena solo de verlo -comentó la Ilusión a la Esperanza.
-Mira aquel árbol tan solitario, parece estar muy triste -contestó la Ilusión.
-Debe de ser por que lleva aquí solo mucho tiempo -dijo la Esperanza con el corazón encogido.
-Tengo una idea, ¿y si trabajamos esta tierra plantando flores bonitas?, quizás así la gente que pase por aquí se pare a contemplarlas y de esta forma el árbol tendrá compañía y no se sentirá tan solo. A lo mejor de esta forma el árbol está más feliz y vuelve a cobrar vida.
-No creo que sea una buena idea -dijo la Esperanza- un árbol que ha muerto no puede revivir así por que si.
Después de aquel día, ni la Ilusión ni la Esperanza dijeron a nadie que existía ese jardín marchito, para así evitar que nadie que pasara por allí se entristeciera al ver aquel paisaje. Pero desde entonces la Ilusión fue cada día a aquel lugar y plantaba una rosa, que se secaba al poco tiempo por ya que allí la tierra era seca y nunca llovía. Al cabo de un mes, en el jardín ya había treinta rosas rojas que se fueron marchitando una a una. Al cabo del año, en el jardín había más de trescientas rosas marchitas que le hacían a aquel lugar merecedor del nombre del jardín marchito.
A la Ilusión cada vez se le encogía más el corazón al ver aquel lugar tan triste, pero a la vez tan bello, y decidió invitar un día a la Esperanza para que la acompañara.
-Vaya, realmente este lugar es mucho mas bello con todas las rosas marchitas en el suelo, pero sigue tan triste como antes -le dijo la Esperanza a la Ilusión cuando vio el paisaje.
Durante un rato pasearon en silencio entre las rosas marchitas y se detuvieron delante del árbol solitario.
-¿Te acuerdas del árbol? -preguntó la Ilusión.
-Sí, -le contestó la Esperanza -ahora que lo veo de cerca me doy cuenta de que tiene las raíces rotas.
-Es verdad, nunca me había fijado en eso.
A la Esperanza se le cayó una lágrima, producida por la tristeza de aquel lugar.
Aquella lágrima cayó en la tierra estriada de aquel jardín, que al momento se convirtió en tierra fértil, y, como por arte de magia, todas las flores cobraron vida llenándolo todo con sus múltiples colores. El árbol también revivió y llenó sus grandes ramas de hojas muy verdes y llenas de vida. La Ilusión y la Esperanza brincaban de alegría. Gracias al trabajo de la Ilusión y a la lágrima de la Esperanza habían convertido aquel lugar en el paraíso más bello de todo el bosque de los sueños, la Alegría, la Justicia y la Cultura volvieron a reinar para siempre en aquel maravilloso lugar, al que la Ilusión y la Esperanza decidieron llamar Un Nuevo Alcollarín.

Los hechos importantes en su día fueron pequeñas ideas que se gestaron y maduraron en la mente y con el cariño de quien los concibió, y sabiendo que no eres el único que alberga ese sentimiento (aunque sí el primero que ha sabido expresarlo de manera tan cercana y acertada),no me cabe la menor duda de que no tardaremos en ver esta parábola convertida en gran realidad.

Hola, Isidro,acabo de leer,esta historia tan bonita,quiero qué me des una copia cuando nos veamos ¿vale? te lo agradecería.No se puede decír tanto en una historia tan real,en tus palabras lo has dicho todo,y te queda el corazón lleno de ESPERANZA, te he entendido muy bién la historia y es PRECIOSA,dice mucho,pero mucho ojalá ocurra lo mismo con el pueblo,y renazca todo de nuevo, para bién y todos seamos felices y estemos igual de alegres y felices que LA ILUSIÓN,LA ESPERANZA,LA ALEGRIA...eso sería lo mejor que nos podía pasar a todos los amigos de este foro,que quieren lo mejor para su pueblo.Isidro,hoy somos nosotros,los que tecimos de todo corazón,que es un honor y un lujo,ser parte de tus amigos personales y decirte que gracias por estar siempre,que te necesitamos, un amigo que no falla.GRACIAS.

Hola Isidro. Acabo de leer tu historia y me he quedado sin palabras enserio y muy emocionada claro está. Gracias de verdad. Yo creo que si todos ponemos de nuestra parte se puede conseguir. Casi todo se lleva a cabo con ímpetu y empeño y vosotros lo demostrais día a día. Un besazo enorme

Isidro,espero que algun día te metas en el chat ¿vale?

Querido Isidro! No sabes cuanto me alegra el volver a leer tus maravillosos escritos ; ya que me traen grandes recuerdos del pasado y hace que mis ojos se llenen de lagrimas , eres UN GRAN MAESTRO al utilizar las palabras para expresar los sentimientos. “ LA ESPERANZA” la que se espera, la que nunca se pierde, la que nos hace seguir adelante…LA QUE TU Y YO BIEN CONOCEMOS!

BESITOS!
GRACIAS POR TUS ESCRITOS, SIGUE ESCRIBIENDOLOS!!!

Hola Isidro. ¿Qué tal estáis?
He leído varias veces el relato tan emotivo que has escrito, tan lleno de parábolas que, si llegan a materializarse en nuestra realidad, nos harán a todos mejores. Me alegro que sigas echando humo por esa cabeza tan bien amueblada que Dios te regaló. Un abrazo

Mi querido Isidro, una vez mas , has reflejado una realidad, la realidad de que con ILUSION y ganas de trabajar , se consiguen grandes metas.
La ilusion que normalmente viene de la mano de la juventud, y el trabajo que es comun a todos.
El motor esta parado , solo hace falta que alguien o muchos , entre todos se ponga en marccha.
Felicidades por hacernos participes de tu cuento, el cual, puede hacerse realidad, como POR ARTE DE MAGIA.
UN ABRAZO.

Gracias a todos los que os implicáis en las cosas verdaderamente importantes y sabéis entender a la perfección el autentico significado del Foro. (Al buen entendedor las pocas palabras bastan.)
Dices bien, R.G, los grandes hechos se gestaron siempre gracias a pequeñas ideas que por fortuna nunca faltaron. Hasta donde alcanza mi memoria siempre hemos sido un pueblo de grandes pensadores. Lo único que históricamente siempre nos falla es la voluntad e implicación necesarias para llevarlas a cabo y convertirlas en realidades.
No sé exactamente quien eres, pero por las conversaciones que has mantenido con Paco Abril, creo que eres familia de los Galindo, a quienes desde la infancia me ha unido una gran amistad, sobre todo a Carmen. Desde estas líneas te envío un fuerte abrazo que ruego hagas extensivo a toda tu familia.
No me considero persona presuntuosa, no es mi estilo. Pero sí me encanta presumir de mis amigos, de los verdaderos, de esos que se escriben con letras mayúsculas, y de los que, a pesar de la distancia y el transcurrir del tiempo, están siempre ahí dándolo todo cuando se les necesita sin pedir nunca nada a cambio. Manolo, Montaña y Puwill, admiro vuestra grandeza de corazones, y sobre todo vuestra desinteresada dedicación hacia los amigos.
Si hubiese que dar un premio al entusiasmo sin duda se lo llevaría Morenika, perennemente omnipresente ofreciéndonos sin vacilar su simpatía contestando a todos los mensajes.
De Esperanza e Ilusión creo que nadie nos puede enseñar más de lo que tú y yo sabemos, mi querido Pozo Ancho. Con ellas aprendimos a ser pacientes, y sin hacer demasiado ruido, después de los muchos sufrimientos y sinsabores, creo que hemos recibido nuestra justa recompensa. Tú sí que eres un gran maestro, ejemplo a seguir de dignidad y superación.
Es muy agradable recibir nuevos foreros, Delivasic, cuantos más seamos muchas más posibilidades de debate tendremos. Pero no sé por qué me da en la nariz de que realmente no eres nuevo por estos lares, y más teniendo en cuenta que compartes registro con Un Loro que precisamente no vive por el norte. Por cierto, ¿para ser baloncestista no hay que ser más alto? De todas formas, bienvenido y un fuerte abrazo.