Ahigal - Caceres

Hoy escribo bajo el prisma de la nostalgia de lo que fueron y representaron aquellas Navidades para nuestros abuelos y padres y como son las actuales.

El espíritu navideño lo inundaba todo, pero de un modo completamente diferente al de hoy.No se adornaban las casas,( o muy pocas ) pero la gran ilusión era ver inmediatamente el belén que se montaba en la iglesia.Las calles se llenaban de sonidos y música de villancicos que cantaban los niños y mayores acompañados de panderetas, zambombas...La misa del Gallo también servía, para que una vez finalizada, nuestros mayores se se acercaran al salón a ver bailar y comprobar lo animada que estaba la noche.

En la gastronomía no había o al menos aquí no llegaba, la variedad de dulces navideños. (Ni tampoco el hastío hacia ellos, porque nos los anuncian y venden con meses de antelación)¡¡Qué ricos estaban los polvorones y mazapanes que se compraban a granel!! Y las tabletas de turrón duro y blando, (nada de almendra, coco, guirlache, yema tostada, fruta escarchada...)sino de cacahuete para delicia del paladar.¿Y los bombones en aquellas cajas tan exquisitamente decoradas con volantes de papel troquelado, y hoy piezas de coleccionistas?

También se va perdiendo esa bonita y entrañable tradición de escribir tarjetas de felicitación, porque tanto el tlf cómo el pc, (con su fama merecida de rapidez) se van colocando en los lugares preferidos a la hora de hacer llegar nuestros mejores deseos de paz , felicidad... a todos nuestros familiares y amigos que no están con nosotros.

Y para terminar, espero y deseo que la ILUSIÓN de los niños en escribir sus cartas a los Reyes Magos, tarden muchas , muchísimas Navidades en desaparecer; mejor dicho, que no desaparezca nunca, pues si los niños pierden esa ilusión, ¿qué les queda?

¡¡¡Feliz Año, que el 2011 sea un año de ESPERANZA!!!

Saludos