Belorado - Burgos

Mi querida Isabel.Hace apenas una hora me he enterado de que ya has aparecido, pero no de la forma que me hubiera gustado.Depués de tres días de angustia buscándote no deseaba otra cosa más que volverte a ver otra vez aunque el tiempo que pasaba me iba nublando la posibilidad de volver a hacerlo.
No es justo lo que te ha pasado, que tenga que despedirme de ti, estando tan lejos y se me hace muy duro ir este verano a Belorado y como hacía casi siempre al poco de llegar, llamar a tu puerta y darte un abrazo enorme y hablar contigo de todo, porque eras una confidente genial, como pocas te encuentras en la vida.

Puedo enumerar un sinfín de cosas que me gustaban de tí.Esos aperitivos que nos tomábamos en tu jardín siempre sin previo aviso y charlando sin preocuparnos por la hora o en nuestro jardín; lo contenta que venías con tus compras del mercadillo los lunes, siempre con un collar nuevo que tu combinabas tan bien con tu ropa tan alegre y colorida, siempre estabas de buen humor y también me gustaba verte leyendo tu libro en el solecito hasta que la vista te lo permitió...... tantas cosas pero sobre todo esa bienvenida que nos dabas en cuanto nos veías llegar con esos ramos de margaritas blancas que con tanto esmero e ilusión cogías de tu jardín para nosotros.
Isa, hoy me siento muy triste por no poder volverte a ver pero ahí estarás siempre en mi corazón.

Te echo de menos. Te quiero, guapa.

Marta