Arenys de Munt - Barcelona

Un ex consejero de la Generalitat apoyará a Arenys de Munt ante la Justicia
7 Septiembre 09 - Barcelona - L. R. B.

Representantes del Estado y el alcalde de Arenys, Carles Móra, se verán hoy las caras en la Sala 14 del Contencioso Administrativo de Barcelona después de la suspensión cautelar del acuerdo del plenario municipal que mostraba el apoyo al referéndum de independencia promovido por el Movimiento Arenyenc para la Autodeterminación (MAPA). La jueza dirimirá entre los intereses de ambas partes, a pesar de que ya ha prohibido que las dependencias municipales acojan la consulta popular.
De todas formas, el edil de esta población del Maresme no está dispuesto a renunciar al referéndum. Por este motivo, está decidido a alquilar la Sala Municipal para que la consulta pueda celebrarse sin incurrir en una cesión de dependencias municipales. El encargado de defender los intereses de Móra ante la Justicia será, nada más y nada menos, que el ex consejero de la Generalitat y actualmente diputado de ICV Salvador Milá, según apuntó ayer la Agencia Catalana de Noticias (ACN). No es la primera vez que Milà colabora con el Ayuntamiento de Arenys en su faceta de abogado.
La defensa se sustentará en defender la legalidad de la iniciativa, así como en precisar que surge de una entidad privada desligada del equipo municipal. De todas formas, el propio alcalde de Arenys fue miembro del MAPA y ha sido uno de los impulsores de la campaña independentista. Es más, todos los partidos con presentación en el pleno municipal apoyaron la consulta, a excepción del PSC que se abstuvo en la votación. La Sala Municipal, motivo de toda la polémica, acogió el pasado sábado un mitin de apoyo al referéndum donde la urna de la discordia daba la bienvenida a los asistentes.

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Irracionalidad por todas partes: Si es ilegal que un ayuntamiento celebre consultas electorales sobre temas de fuera de su municipio, pero es un tema que les interesa muchísimo, pueden contratar una agencia de encuestadores, que les resuelva la situación.

Querer lo contrario es desear animar las calles con ambiente festivo y folklórico, que puede ser también un reclamo turístico para el pueblo, pero perjudicaría igualmente la imagen de los catalanes como gente seria y trabajadora, porque así más bien parece que solamente piensan en las diversiones y algaradas callejeras, y salir en los periódicos y en la televisión: o sea, vivir como artistas de teatro.