31-07-08 22:46 | #1050956 -> 1050940 |
Por:rooibos | |
RE: PARA PERI-K ¡¡¡¡¡¡como me gustaria poder leerlos!!!!!!!!!!! | |
Puntos: |
31-07-08 22:49 | #1050970 -> 1050956 |
Por:crmatos67 | |
RE: PARA PERI-K Y a mi tambien | |
Puntos: |
31-07-08 23:08 | #1051036 -> 1050970 |
Por:CANARIADEADOPCION | |
RE: PARA PERI-K Y A MI TAMBIEN.ME GUSTA SU ESTILO DE CONTAR HISTORIAS. | |
Puntos: |
31-07-08 23:38 | #1051154 -> 1051036 |
Por:TULIPANEGRO | |
RE: PARA PERI-K calpur...pa que luego digan que eres un poco aspera...jajajaj | |
Puntos: |
31-07-08 23:46 | #1051190 -> 1050940 |
Por:Peri-K | |
RE: PARA PERI-K Muchas gracias por leerme y escribir ese párrafo tan cariñoso. No soy más que un aprendiz de escribiente; y aunque se me vea poco por el pueblo, muchas veces creo que nunca he dejado de vivir en la calle del alto. | |
Puntos: |
31-07-08 23:50 | #1051206 -> 1051190 |
Por:CANARIADEADOPCION | |
RE: PARA PERI-K TIENES QUE ESTAR MAS TIEMPO CON NOSOTROS.SE TE HECHA DE MENOS. | |
Puntos: |
01-08-08 14:28 | #1052391 -> 1050940 |
Por:TeKa. | |
RE: PARA PERI-K LA HABITACIÓN Tras varios años de ausencia, regresé a la casa donde transcurrió mi infancia y adolescencia. Añejas formalidades de recoger basura inútil al desafecto, firmar obligaciones y contratos, departir con el comprador sobre el precio, calidad y ubicación del inmueble y proyecto de futuro sobre una casa de agricultores fuera de tiempo. El cretino del comprador me mostraba las dependencias como si me las descubriera y con su prosa de comerciante me empalagaba, ignorante de mis sentimientos respecto a cada rincón de aquella casa. Entrar de nuevo escuchando indiferente el ruido del trinquete de la tranquera, fue como quitarme treinta años de golpe. El cuidado puesto al abrir cada noche, de no despertar a nadie y mentir en caso de despertarlos, respecto a la hora de llegada, dotaba a cada instante de inusitada emoción. Hoy digo emoción, entonces sería más exacto decir temor. Nada más entrar, el comedor, salón, sala de estar, ningún de estos nombres se utilizaba, simplemente el lugar donde de cada pared colgaba una foto de boda, comunión o de soldados con uniformes pintorescos; lugar donde se comía, donde había un vasar con dos cántaros de agua potable y por las noches charlaban los viejos en torno a una mesa camilla y escuchábamos los niños, y mucho más tarde, cuando llegó la luz, oíamos la radio. Desde ese espacio de tránsito se distribuía el resto de la casa, al frente el arco hacia el fondo, a la izquierda la puerta de la habitación de abajo y a la derecha del arco, junto al vasar, la puerta de la habitación de arriba, con suelo de lanchas y escalones, techumbre de cañas, forrada con lanchas en su parte superior, para albergar el grano en el doblado; en mi imaginación, siempre había sido la isla remota y desconocida, donde ocultaba mis tesoros. Tabaco, en bolsas de pipas, robado a mi abuelo de los paquetes verdes, mezclado con los librillos “jean” empaquetados con su tapa de cuadros blancos y negros, hojas de revistas pornográficas, prohibidas, como todo en la época, tirachinas clandestino por haberlo fabricado con gomas de inyecciones de suero, terrible amenaza de entonces, monedas de cinco y de diez céntimos (perras chicas y perras gordas) alguna de dos reales y hasta algún “cabezón” como llamábamos a las monedas de diez reales. Entrar en la habitación de mi despertar a la vida era palpar una llaga verdosa y apretarla con los dedos hasta abrir una grieta por donde asomaba mi tiempo personal. Allí continuaban la mesilla, el baúl, el comodín, con sus tiradores pintados de purpurina y la cama de matrimonio, entonces un mar donde me perdía saltando y correteando, pero donde dormía solo. El mueble lavabo y la vieja máquina de coser “Singer” con el mueble apolillado, completaban mi mobiliario y geografía. Por una vez debía usar mi escaso sentido común. No podía llevármelo todo. Aunque de buena gana lo haría si tuviera lugar donde guardarlos y conservarlos. Eran los muebles que más quería y que más querría en mi vida. Eran signos de una vida, testigos de una forma de vivir, afortunadamente superada. Sentí cómo querían hablarme, preguntarme como me había ido, después de tantos años sin aportar por allí. Si bien mi presencia era más de temer por ellos que de desear; a más de uno le causé algún desperfecto. A pesar del tiempo pasado aún notaba en ellos la alegría de su adquisición, los proyectos germinados en torno a cada uno y las frustraciones y el dolor, guardados en lo más íntimo de su madera y polillas. Quizás estábamos equivocados al pensar que comprar era mejorar, porque las condiciones de vida no cambiaban, aunque cada utensilio se interpretaba como una conquista, una comodidad y un sacrificio. La cama con barrotes negros y bola dorada en el centro, tanto de pies como de cabecera, parecía vaticinar un futuro delictivo. La vida en ella era un salto al infinito, al imposible, tocar las cañas con la mano para tocar mi cielo y palpar como milagrosamente se iban acercando con el paso de los años. Era la vida reducida a sábanas, cobertores, fríos inviernos e insufribles veranos de siestas en silencio y moscas, muchas moscas. En ella nacimos y fuimos muriendo, real y metafóricamente. Cuando la abandoné por primera vez no me daba cuenta de cuanta vida me dejaba en ella. La venta del grano, de los animales, simplificándose en billetes ocultos bajo una lancha, moviéndose ante mis atribulados ojos, como para hacer notar su presencia y recordarme mis hurtos. Aún hoy me pregunto quien podría pensar siquiera en robar donde nada había. La mesilla había perdido sus patas a manos de la polilla, su puerta abierta y desencajada mostraba los vacíos anaqueles, otrora depósitos de lo íntimo y continuaba adornada con la imagen de una virgen cualquiera, a todas se les rezó y ninguna mostró nunca la mínima piedad hacia quienes ni tenían ni conocían otro remedio que la fe interesada. Los pobres siempre confundimos las cosas, las iglesias con hospitales; la oración con la petición y al religioso con su Dios. Recibimos sus escupitajos entre oración y oración porque nos reducen a sus adjetivos predilectos, pobres, menesterosos y desamparados. Devotos de unos servicios inexistentes para descreídos. El baúl, aún con sábanas, cobertores, puntillas y medias en su interior, barnizadas con la huella del tiempo en forma de óxido en las dobleces, protestaba por el olvido en que había pasado los últimos años. Ninguna mano cariñosa había vuelto a engrasar su cerradura ni acariciar su contenido. Su esbeltez se había ajado, no había resultado útil a nadie. Gallo muy distinto habría cantado, caso de no mediar la emigración con la opulencia de por medio. El mueble lavabo completo. Dotado de jarro, palangana, jabonera y espejo. El espejo me observó de nuevo y no me reconoció, aunque fue testigo de mis mayores cambios y notario fiel de las primeras vellosidades en mi cara, el primer jabón de afeitar y de la estúpida coquetería que adorna cualquier llegada a la adolescencia. Pero también preguntó por su propietaria, una vez más, no supe contestarle y dirigió mi mirada a la máquina de coser por si ella tuviera noticias de sus manos, de su aliento y de sus risas. Encontré el cajón lleno de dedales, botones y olvidadas bobinas y canillas de hilo, herramientas con olor a sus manos, a ella, viejos envoltorios de caramelos, unidos a mis llantos y a su consuelo. Escuchaba la música de su pedaleo y la aprovechaba para escapar a la calle procurando no hacer ruido. Si la escapada era imposible me acercaba y daba vueltas a la rueda de la correa para que me mandaran a la calle y dejara de incordiar. Ahora la máquina de coser se presentaba como aliada, cómplice de escapadas y fechorías, unas accidentales y otras provocadas. Su anagrama publicitario me trajo a la memoria cuando intentando coser, conseguí unir mejor que mi madre dos retales de un vestido aún sin terminar, con tantas pasadas en desordenado vaivén que ni las más expertas manos consiguieron descoser. El comodín con sus cajones ya desencajados, unos por el peso y otros por vacíos. Había olvidado el orden del uso; en el primero los documentos, en el segundo la ropa de usar a diario, en el tercero, no lo sé y en el cuarto tampoco. Su juventud saltando en retratos ante mis ojos, derramando alegría en sonrisas amplias, abrazándome y acunándome. No sé qué daría por volver a ver su sonrisa, escuchar su regañina y abrazarme a su cuello, buscando su calor y su consuelo, tantas veces buscados y nunca encontrados. Y no sirven estufas postizas, siempre fallan, o no funcionan o te queman. Recogí los retratos de las paredes, máquina de coser y algunas ropas y me sentí como un contable con el resultado del balance en la mano. Allí ni quedaba ni dejaba nada. Tal vez nunca lo tuve y aunque no conociera ni otras tierras ni otros cielos, al salir fue cuando sentí el vértigo de no saber qué tierra me esperaría tras la puerta, ni qué sol, ni qué luna iluminarían mis pasos. Tirité de frío al observar mis raíces al aire cual árbol transplantado con tocón y peana. Si un hombre es similar a un edificio construido poco a poco, era la primera vez que llevaba conmigo mis primeras piedras, mi primera cal desconchada, mis primeras lanchas y puertas desvencijadas. Abandoné definitivamente la habitación, depósito de soledades, fábrica de sueños, de besos imposibles, descanso de lágrimas desnudas y amargas y lugar donde mi soledad regresaría cada vez que las ausencias se tomaran su desquite, recordándome mi origen y circunstancias; la habitación era el pozo donde aprendí cuanta sed era capaz de aguantar, la suela de mis zapatos enseñando su liviandad, el espejo reflejando mi piel curtida por el sol y el aire con manos impropias de niño, con incipientes callos que me llenaban y llenan de orgullo. Aquella estancia es el lugar de la memoria donde siempre regreso, donde repongo fuerzas para enfrentarme al resto de mi vida con mirada limpia, inteligencia para recordar y olvidar por igual generosidades y mezquindades. Dejé atrás el lugar donde mi soledad fue sólo mía, sin edulcorantes ni esperanzas de alivios y ni supe ni pude mirar sobre mis pasos, allí ni la palabra ni el silencio pudieron nunca llenar el vacío de su ausencia, se me antojaba un sepulcro al que vaciaba de mis restos. Francisco Mesa Vega. | |
Puntos: |
01-08-08 23:07 | #1053602 -> 1052391 |
Por:AVELINA | |
RE: PARA PERI-K HOLA QUICO. GRACIAS POR COMPARTI TUS SENTIMIENTOS CON TODOS NOSOTROS . ES MUY BONITO LO QUE HAS ESCRITO .UN SALUDO | |
Puntos: |
02-08-08 18:50 | #1054938 -> 1052391 |
Por:esposadezahinero | |
RE: PARA PERI-K Hacía tiempo que no me emocionaba tanto con una lectura. LLega y toca dentro. Gracias. | |
Puntos: |
02-08-08 19:40 | #1055023 -> 1052391 |
Por:No Registrado | |
RE: PARA PERI-K Es precioso tu relato,tengo que hacerme de la revista,no sé si viene algo más en ella.Un saludo desd Almendralejo | |
Puntos: |
04-08-08 10:08 | #1057226 -> 1052391 |
Por:No Registrado | |
RE: PARA PERI-K Como te comentaba en el correo he aprovechado un descanso en el trabajo para leer tu relato, me ha parecido cómo si me trasladase en el tiempo. Me ha encantado. Saludos desde Almendralejo. | |
Puntos: |
01-08-08 14:32 | #1052404 -> 1050940 |
Por:TeKa. | |
RE: PARA PERI-K Ahí os dejo el articulo al que se refiere Calpurnia, publicado en el libro de la feria por nuestro forero Peri-K , es un poco largo pero merece la pena leerlo, seguro que agradecera vuestras opiniones. Un saludo a tod@s. | |
Puntos: |
01-08-08 17:04 | #1052781 -> 1052404 |
Por:DEZAHINOSTAMBIEN | |
RE: PARA PERI-K A MI SE ME HAN SALTADO LAS LAGRIMAS LEYENDO TU ARTICULO , CREO K NO ES NECESARIO K COMENTE NADA MAS CON RESPECTO A EL. | |
Puntos: |
01-08-08 17:50 | #1052927 -> 1052781 |
Por:rooibos | |
RE: PARA PERI-K ¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS POR COMPARTIRLO CON LOS FOREROS!!!!!!!!!!! | |
Puntos: |
01-08-08 19:03 | #1053139 -> 1052927 |
Por:paindoc | |
RE: PARA PERI-K Tristeza es lo que he sentido, he conocido esa casa, sus habitantes, iba de pequeña para que tu madre me hiciera vestidos,no sé, lo vivistes así tras años de ausencia.¡Lo siento de verdad¡ | |
Puntos: |
01-08-08 19:33 | #1053206 -> 1053139 |
Por:javknob | |
RE: PARA PERI-K Fantastico relato, lleno de vivencias recuerdos y emociones. Me he emocionado. | |
Puntos: |
02-08-08 00:07 | #1053730 -> 1053206 |
Por:mirloblanco | |
RE: PARA PERI-K Has hurgado en heridas viejas y lo has pasado mal. | |
Puntos: |
02-08-08 18:11 | #1054873 -> 1053730 |
Por:No Registrado | |
RE: PARA PERI-K Como madre me gustaria tener un hijo como tú. Ten por seguro que la tuya , donde esté , se sentirá bien orgullosa de tí y aunque no fisicamente siempre ha estado a tu lado , haciendo de tí lo que eres , una buena persona. | |
Puntos: |
04-08-08 13:45 | #1057691 -> 1053730 |
Por:luis el rulo | |
RE: PARA PERI-K Creo que aparte de emocionarnos también has puesto una semilla de solidaridad, gracias | |
Puntos: |
Tema (Autor) | Ultimo Mensaje | Resp | |
FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS Por: AVELINA | 31-12-10 18:21 yorki | 1 | |
Puestos a recordar, ahí va mi recuerdo para dos Por: mirloblanco | 29-11-10 20:24 mpajarito | 13 | |
PARA GUICO. Por: BARTÓK | 24-03-09 15:54 No Registrado | 9 | |
UN TOQUE PARA........ Por: guico | 10-09-08 18:56 TULIPANEGRO | 7 |