Villarta de los Montes - Badajoz

Ha caído en mis manos una especie de "tratado" de "siestología", que viene a confirmar punto por punto todo lo dicho anteriormente. Incluso a aumentarlo y perfeccionarlo. Para empezar, tiramos de diccionario:
Siesta, del latín sexta (hora). 1 Tiempo después del mediodía, en que aprieta más el calor. 2 Tiempo destinado para dormir o descansar después de comer.
Los españoles, en contra de lo que todo el mundo cree, no la inventamos, viene de los tiempos de los romanos, pero sí que ha sido desarrollada y perfeccionada por nosotros, que la hemos convertrido en patrimonio nacional.
En una reciente encuesta realizada por Colchones Pikolín (¿os acordáis "A mí, plím, yo duermo en Pikolín"), los extremeños somos, tras los valencianos, los españoles más proclives a sestear. O sea, subcampeones mundiales de la cosa. Nos siguen a larga distancia los de Baleares y Canarias, Andalucía, Madrid y Aragón. Por contra, los cántabros y los catalanes parece que tienen mejores cosas que hacer a esas horas. Pues ellos que se lo pierden.
Según los más reputados "siestólogos" del mundo mundial, la práctica de la siesta aumenta nuestra calidad de vida de forma considerable. Aquí van sus razones:
1. Rejuvenece todos los sistemas de nuestro organismo al permitir que los ritmos biológicos sigan su curso.
2. Reduce el estrés, pues contribuye a que el organismo se relaje y desconecte de los problemas un rato.
3. Mejora el humor y la capacidad de relacionarse y aceptar a los demás. Tras la siesta se ven de otra manera los problemas, pues nos sentimos más a gusto y con más energías.
4. Despeja los sentidos, que se mantienen más alerta, y tiene efectos sorprendentes sobre la memoria, a la vez que desarrolla las dotes innatas para la creatividad en diferentes aspectos de la vida.
5. Mejora el rendimiento laboral hasta un 30 %, según estudios contrastados, pues se reactiva la concentración y los índices de errores se reducen.
Más claro, el agua clara. Por lo que vuelvo a traer aquí la cartela medieval de un siestólogo, Javier Marcos, para que la imprimáis y la coloquéis a la entrada de vuestros domicilios, bien a la vista para las visitas inoportunas.




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EN ESTA CASA
SE HA LA COSTVMBRE DE GVARDAR EL TIEMPO DE
SIESTA
E POR SER BVENA TRADIZION CRISTIANA PARA MEJOR REPOSO DE LOS ALIMENTOS RECEBIDOS DEL SEÑOR, NON HAGA VISITA A ESTOS
APOSENTOS A LA HORA SEXTA, ESPERE
ENTRE NONA & VISPERAS, E DE ESTA
FORMA AYUDARA A NVESTRA REFLEXION.
A. M. D. G.