VA HACE 21 AÑOS QUE EL COMUNISMO FRASCASO Hace 20 años, el 9 de octubre de 1989, se produjo la caída del muro de Berlín. Con ello, el fin del orden bipolar entre la Unión Soviética y EEUU, los dos bloques en torno a los cuales se desarrollaban las relaciones internacionales desde la II Guerra Mundial. La caída del muro se convirtió así en un símbolo de la llegada de la democracia para los países europeos, en el fin de la Guerra Fría y en la caída del comunismo. Este fenómeno desencadenó, apenas dos años después, la desaparición de la URSS. Esta gran potencia mundial, que trató de extender el Comunismo por todo el mundo, consiguió instaurar gobiernos marioneta en Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumanía y Alemania Oriental, en los años 40. En la década de los 70, la situación económica en la URSS estaba estancada. En plena revolución tecnológica esta potencia no fue capaz de transformar sus estructuras industriales. Otros factores, como el agotamiento de la élite comunista, o el malestar social, llevaron a los cambios que desencadenarían el fin del comunismo. Con la llegada al poder de Gorachov, se aplican medidas para dar un impulso económico a la Unión Soviética. Es lo que se conoce como la Perestroika, que lejos de sanear las estructuras de la URSS, y reformar el comunismo, provoca una apertura de esos regímenes tan cerrados y una huída hacia la democracia. Pero se dice que en Polonia comenzó todo. La victoria del Sindicato Solidaridad en Polonia, supone todo un ejemplo de revolución pacífica. Tras más de cuarenta años de revolución comunista, los polacos eligieron ser libres. Este fenómeno fue vivido en toda Europa como un halo de esperanza hacia un sistema mejor. De hecho todos los países occidentales que ya estaban dentro de la Comunidad Económica Europea, mostraron su apoyo hacia la transición, no sin cierto estupor ante la caída de un sistema aparentemente tan consolidado. Sin embargo, la situación que se vivió en España con respecto al Partido Comunista fue distinta a la de otros países europeos. Veinte años después, la caída del comunismo se recuerda como un gran hecho histórico que supuso el fin de la división de Europa, con la incorporación de gran parte de los países del Este a la Unión Europea. |